¿El plan fiscal de Trump aumentará la deuda? El Congreso así lo afirma
El nuevo plan fiscal del presidente Donald Trump podría aumentar la deuda nacional de Estados Unidos en 2.4 billones de dólares durante la próxima década, según una proyección de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés). Esta cifra representa un incremento con respecto al cálculo anterior de 2.3 billones, y refleja los últimos cambios introducidos al proyecto de ley antes de su aprobación en la Cámara de Representantes.
De acuerdo con el informe, el paquete legislativo contempla recortes de impuestos que disminuirían los ingresos del gobierno en 3.7 billones de dólares, mientras que los ajustes en el gasto público ahorrarían solo 1.3 billones. La diferencia resultaría en un incremento neto de 2.4 billones en el déficit federal a lo largo de 10 años.
Millones podrían perder cobertura médica
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Además del impacto fiscal, la CBO estima que el plan del presidente Trump dejaría a 10.9 millones de personas sin seguro médico para 2034. Esto se debe, en gran parte, a los recortes propuestos a Medicaid y a las subvenciones vinculadas a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare.
Una de las modificaciones recientes que influyen en este resultado es la implementación anticipada de los requisitos laborales para los beneficiarios de Medicaid, medida que entraría en vigor antes de lo planteado originalmente en el proyecto de ley. La Oficina de Presupuesto considera que esta disposición limitará el acceso a cobertura médica entre los sectores más vulnerables de la población.
Cambios clave en el proyecto de ley
La legislación, ahora en revisión en el Senado, ha sido modificada para incluir mayores deducciones fiscales estatales y locales, conocidas como SALT. Este cambio responde a las presiones internas del Partido Republicano, especialmente de legisladores de estados con alta carga fiscal que buscaban alivios para sus contribuyentes.
Los líderes republicanos tienen la intención de aprobar una versión ajustada del plan antes del 4 de julio. Sin embargo, aún no se conocen los detalles de las enmiendas que serán introducidas ni cómo estas impactarán el costo total del paquete o la magnitud del déficit.
El Congreso contradice a la Casa Blanca
La nueva proyección del Congreso contradice directamente los argumentos de la Casa Blanca y de los líderes republicanos, quienes han sostenido que el plan fiscal no aumentará la deuda pública. Desde el Ejecutivo se ha insistido en que los recortes fiscales impulsarán el crecimiento económico lo suficiente como para compensar la pérdida de ingresos, una afirmación que la CBO no respalda en sus análisis.
Los republicanos también han minimizado el efecto de los recortes de programas sociales, centrando su discurso en la eficiencia del gasto público. Sin embargo, los datos presentados por la CBO revelan un panorama distinto, donde las medidas fiscales parecen favorecer a los contribuyentes de mayores ingresos, mientras reducen la cobertura y el acceso a servicios para millones de personas.
Críticas desde el ámbito empresarial
El plan también ha generado críticas en el sector privado. Elon Musk, empresario tecnológico y exasesor económico del presidente Trump, calificó el proyecto fiscal como una “abominación repugnante”. A través de su red social X, Musk advirtió que la propuesta podría disparar la deuda nacional a niveles insostenibles y pidió al Senado frenar su avance.
Estas declaraciones se suman al creciente debate público sobre la sostenibilidad fiscal del país, justo cuando la Reserva Federal y otras entidades financieras advierten sobre los riesgos de seguir elevando el endeudamiento nacional sin un plan claro de control.
Perspectiva en el Senado
Mientras el Senado se prepara para revisar el proyecto, algunos legisladores han expresado preocupaciones similares a las planteadas por la CBO. Tanto demócratas como algunos republicanos moderados buscan una mayor claridad sobre las consecuencias fiscales y sociales del plan.
Se espera que el Senado introduzca ajustes, pero aún no está claro si estos cambios podrán revertir el impacto estimado en la deuda o reducir significativamente el número de personas afectadas por los recortes.
El debate fiscal en Washington se intensifica, y el resultado podría definir no solo el panorama económico de los próximos años, sino también el rumbo político de la administración Trump hacia las elecciones de 2026.