Miles de personas se congregaron este miércoles 4 de junio frente al Congreso Nacional en Buenos Aires para sumarse a una creciente protesta de jubilados en Argentina. A la convocatoria inicial se han sumado médicos, científicos, migrantes, organizaciones feministas y sindicatos, en una muestra de unidad frente a los recortes impulsados por el gobierno de Javier Milei.
La movilización comenzó en horas de la tarde, con columnas de manifestantes que avanzaban desde distintos puntos de la ciudad hacia la Plaza del Congreso. Bajo el lema «Contra el ajuste y la crueldad», más de una decena de agrupaciones reclamaron mejoras urgentes en las pensiones, condiciones laborales dignas y el cese de políticas de austeridad que afectan a los sectores más vulnerables.
Entre los presentes se encontraban trabajadores del Hospital Garrahan, empleados del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), personas con discapacidad, colectivos migrantes y referentes del movimiento feminista Ni Una Menos, que trasladó su marcha anual para apoyar a los jubilados.
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La protesta de los jubilados se convierte en símbolo nacional
El núcleo de la protesta de jubilados en Argentina está compuesto por adultos mayores que sobreviven con pensiones por debajo de la línea de pobreza. Según datos oficiales, casi dos tercios de los jubilados en el país reciben haberes mínimos que no alcanzan para cubrir la canasta básica. La situación se ha agravado en los últimos meses debido a la inflación, el recorte de subsidios y el aumento del costo de vida.
Personas en la nueva jornada de protestas de jubilados y otros colectivos el 4 de junio de 2025, en Buenos Aires (Argentina). Foto: Juan Ignacio Roncoroni / EFE
“Estoy acá porque mi jubilación no me alcanza ni para los remedios. ¿Cómo quieren que vivamos con 200 mil pesos si todo sube cada semana?”, expresó Marta, de 74 años, que viajó desde el conurbano bonaerense para participar en la protesta. A su alrededor, decenas de jubilados portaban carteles con consignas como “No al ajuste”, “Nuestros aportes no son limosna” y “Queremos vivir con dignidad”.
La protesta de jubilados en Argentina ha captado la atención pública no solo por la masiva participación, sino por la diversidad de actores sociales que se han unido. La organización Abuelas de Plaza de Mayo se sumó oficialmente con un mensaje: “Unir las luchas es la tarea”, afirmando su respaldo a todos los sectores afectados por el ajuste.
El movimiento Ni Una Menos, que cumplió esta semana diez años desde su fundación, decidió trasladar su tradicional movilización del 3 de junio para coincidir con esta jornada. “Nos sumamos a esta lucha porque entendemos que la violencia económica también es violencia de género. Las mujeres mayores están entre las más golpeadas por la crisis”, señaló una de sus voceras.
Gobierno minimiza impacto de protesta de jubilados en Argentina
Mientras la protesta de jubilados en Argentina se desarrollaba en las calles, dentro del Congreso los diputados debatían diversos proyectos, incluyendo una posible mejora de las jubilaciones y la declaración de emergencia en materia de discapacidad. Esta última medida obligaría al Ejecutivo a garantizar la financiación adecuada de las pensiones por discapacidad y a reforzar la asistencia a ese sector.
Sin embargo, desde el Gobierno, las señales han sido ambiguas. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, conocida por su postura firme frente a las protestas sociales, declaró que si los manifestantes se comportaban “con tranquilidad, van a tener tranquilidad”. También apuntó contra la presencia de partidos opositores en la movilización, afirmando que “hay un nivel de provocación muy fuerte”.
Manifestantes y miembros de la Gendarmería Nacional se enfrentan durante manifestación frente al Congreso de la Nación en Buenos Aires (Argentina). Foto: Juan Ignacio Roncoroni/EFE
Bullrich ya ha sido duramente cuestionada en anteriores protestas por el uso excesivo de la fuerza y los operativos de represión. En esta ocasión, el clima fue mayoritariamente pacífico, aunque se registraron algunos incidentes menores entre efectivos de seguridad y manifestantes.
Mientras tanto, las organizaciones convocantes aseguraron que la protesta de jubilados en Argentina continuará si no se produce una respuesta concreta del Gobierno. “Estamos cansados de promesas vacías. Lo que exigimos es una política que priorice a las personas y no solo al ajuste fiscal”, afirmó un vocero del sindicato de trabajadores del CONICET.
La protesta de jubilados es un problema más mienstras la crisis económica y social se profundiza
La movilización se enmarca en un contexto de creciente descontento social en Argentina. Desde la asunción de Javier Milei, se han implementado medidas de ajuste que han recortado subsidios, reducido programas sociales y disminuido el gasto público. Aunque el Gobierno argumenta que estas decisiones son necesarias para estabilizar la economía, sus consecuencias han recaído con fuerza sobre los sectores más desfavorecidos.
Especialistas advierten que el poder adquisitivo de los jubilados ha caído más de un 30% en lo que va del año, y que la situación podría empeorar si no se actualizan las pensiones de forma urgente. A su vez, gremios del ámbito de la salud y la ciencia denuncian la parálisis de investigaciones por falta de fondos y el deterioro de los hospitales públicos.
En medio de este panorama, la protesta de jubilados en Argentina aparece como un punto de quiebre. Lo que comenzó como un reclamo de adultos mayores por una vida digna se ha transformado en un grito colectivo contra una política económica que, según los manifestantes, deshumaniza y margina.