Israel lanzó este jueves su ofensiva aérea más agresiva sobre los suburbios del sur de Beirut desde que entró en vigor el alto el fuego a finales de noviembre de 2024. Los bombardeos, que coincidieron con los preparativos para la celebración del Aíd al Adha, han sido considerados por autoridades locales como los más intensos registrados en los últimos seis meses.
Las explosiones sacudieron los barrios de Hadath, Haret Hreik y Burj al Barajneh alrededor de las 10 de la noche, hora local. El ataque se extendió por más de una hora y media e incluyó múltiples zonas de la capital libanesa, lo que generó pánico y una masiva evacuación de civiles, según informó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).
Israel intensifica ataques sobre Beirut con bombardeos simultáneos
De acuerdo con medios oficiales y residentes, los bombardeos de este 5 de junio fueron más amplios y coordinados que los ataques anteriores. Desde la tregua acordada a fines del año pasado, Israel había limitado sus acciones a objetivos puntuales en el sur del Líbano y en Beirut, pero esta nueva ofensiva marca un cambio significativo.
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Una nube de humo surge de la ciudad libanesa de Beirut tras un ataque aéreo israelí en el 2024. Foto: ALI HAIDER/EFE
El ejército israelí habría advertido previamente sobre la evacuación de edificios en los tres suburbios afectados, alegando que estos albergaban presuntas instalaciones del grupo Hizbulá dedicadas a la fabricación de drones. Una advertencia similar fue emitida para un inmueble en Ain Qana, en el sur del país, que también fue blanco de un ataque aéreo.
“Fue una noche de terror. Las explosiones no cesaban y los tiros al aire para alertar a los vecinos solo aumentaban el miedo”, relató una residente embarazada de Hadath, que abandonó su casa junto a su familia para refugiarse en las afueras de la ciudad. “Pensé que lo peor ya había pasado, pero esto parece solo el comienzo”.
Israel intensifica ataques sobre Beirut pese al alto el fuego
El gobierno israelí no ha confirmado oficialmente los detalles de esta última operación, pero voceros militares reiteraron que las acciones se dirigen exclusivamente a “infraestructura terrorista” y no a civiles. Sin embargo, organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por el impacto del ataque en zonas densamente pobladas, especialmente en vísperas de una festividad religiosa.
El Aíd al Adha, también conocida como la Fiesta del Sacrificio, es una de las celebraciones más importantes del calendario musulmán. En los días previos, miles de familias en Beirut comienzan los preparativos para reunirse, compartir alimentos y orar. Esta nueva escalada de violencia interrumpió los planes de muchas de ellas, que se vieron obligadas a dejar sus hogares.
Fotografía de una mujer caminando junto a vendedores de dulces antes del Aíd al Adha, en Beirut (Líbano). EFE/EPA/ Wael Hamzeh
Desde noviembre de 2024, cuando se firmó el acuerdo de alto el fuego con mediación internacional, las hostilidades entre Israel y Hizbulá habían disminuido, aunque nunca cesaron por completo. El sur del Líbano ha seguido siendo escenario de bombardeos intermitentes, al igual que zonas del valle de la Bekaa y, en menor medida, los suburbios de Beirut.
La noche del jueves fue distinta. Los bombardeos fueron múltiples, simultáneos y prolongados. Analistas regionales apuntan a que este cambio en la intensidad podría estar relacionado con un posible rearme de Hizbulá o con movimientos políticos en Tel Aviv, donde la presión sobre el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ido en aumento por la guerra en Gaza y las críticas internas.
El contexto regional de la ofensiva
La nueva arremetida de Israel contra Líbano se produce en un contexto regional altamente volátil. Mientras continúan los enfrentamientos en Gaza, con investigaciones abiertas por crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional, el norte de Israel ha registrado un repunte de lanzamientos de cohetes desde territorio libanés.
Aunque Hizbulá no ha reclamado oficialmente la autoría de esos ataques, funcionarios israelíes aseguran que el grupo chií está detrás de las agresiones. Las tensiones también se han agudizado por la presencia de asesores iraníes en Siria y Líbano, lo que preocupa a Washington y a la comunidad internacional.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha expresado “profunda preocupación” por los nuevos ataques y ha llamado a la moderación, sin condenar abiertamente la acción militar. En tanto, la ONU convocó a una reunión de emergencia para discutir la situación en el Líbano y evitar un colapso total del frágil alto el fuego.
Mientras tanto, en las calles de Beirut, la población trata de sobrevivir entre el miedo, la incertidumbre y una profunda sensación de abandono. “Ya no sabemos si vamos a celebrar el Aíd al Adha o a enterrar a nuestros muertos”, lamentó otro residente de Haret Hreik.