JD Vance responde tras guiño de Musk como posible sucesor
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, rompió el silencio luego de que Elon Musk respaldara públicamente la idea de que él debería reemplazar a Donald Trump en la presidencia. La declaración del CEO de Tesla y SpaceX desató una tormenta política entre figuras prominentes del movimiento MAGA, generando tensiones nunca antes vistas entre Musk y el actual presidente.
Todo comenzó con una publicación en X (antes Twitter), en la que un usuario escribió: “Presidente vs. Elon. ¿Quién gana? Apuesto por Elon. Trump debería ser destituido y Vance debería reemplazarlo”. Musk respondió con un contundente “Sí”, lo que fue interpretado como un intento de posicionar a Vance como su delfín político y generar una ruptura en la base conservadora liderada por Trump.
Una guerra interna en el movimiento MAGA
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La reacción fue inmediata. Desde el entorno del presidente se denunció una campaña de desinformación impulsada por el multimillonario. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró: “Este es un episodio desafortunado de Elon, quien está descontento con la ‘Gran y Hermosa Ley’ porque no incluye las políticas que él quería”.
Se refiere a la ley presupuestaria recientemente aprobada en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, que ha generado críticas por parte de Musk. El empresario, que en el pasado colaboró con la administración Trump a través del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, acusó al mandatario de aprobar un plan que aumentará el déficit y perjudicará a empresas como Tesla.
Trump no tardó en responder a través de su red Truth Social: “Le pedí que se fuera, le quité el mandato de vehículos eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería, ¡y simplemente se volvió loco!”. En esa misma línea, el presidente sugirió que Musk sufre del «síndrome de trastorno de Trump».
JD Vance niega conspiraciones y respalda al presidente
En medio del conflicto, JD Vance se convirtió en el centro de una serie de especulaciones y teorías conspirativas. Una de ellas, denominada “Dark MAGA” o “Dark Enlightenment”, sostiene que figuras poderosas del mundo tecnológico, entre ellas Musk, estarían planeando una especie de golpe blando para instalar una “corporación gubernamental” con Vance como CEO en lugar de un presidente tradicional.
Aunque la teoría carece de fundamentos sólidos, se ha viralizado entre círculos de extrema derecha en redes sociales. Vance, por su parte, rechazó cualquier insinuación de ruptura con Trump. “El presidente Trump ha hecho más que nadie en mi vida para ganarse la confianza del movimiento que lidera. Me enorgullece estar a su lado”, escribió en su cuenta de X, reafirmando así su lealtad.
El vicepresidente incluso bromeó con la situación en una publicación en la que anticipaba su aparición en el podcast del comediante Theo Von: “Día de pocas noticias, ¿de qué vamos a hablar?”, ironizó, mientras el conflicto entre Musk y Trump tomaba fuerza.
Elon Musk, entre la política y la provocación
El rol de Elon Musk en esta disputa ha sido explosivo. Además de su apoyo a la teoría sobre la sustitución de Trump, el empresario dejó entrever en X que el presidente podría estar vinculado a los archivos del caso Epstein. “¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió Musk en una publicación que generó una avalancha de reacciones. En otro mensaje, añadió: “Guarden esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz”.
Sus comentarios, sumados al creciente malestar con la nueva ley presupuestaria, reflejan un giro en su relación con Trump. Durante los primeros meses del actual mandato, Musk había asumido un papel colaborador, pero las tensiones económicas y regulatorias parecen haber roto esa alianza.
Una disputa con impacto electoral
Este enfrentamiento público ocurre en un momento clave para la administración, con las elecciones generales de noviembre en el horizonte. Trump ha intentado consolidar su liderazgo dentro del Partido Republicano y proyectar una imagen de unidad, mientras que Vance ha sido presentado como su aliado más leal y potencial heredero político.
La irrupción de Musk, sin embargo, amenaza con dividir la base conservadora. Si bien no tiene un cargo político formal, su influencia en redes sociales y su capacidad para moldear la opinión pública lo convierten en un actor poderoso y difícil de ignorar.
Por ahora, la Casa Blanca busca cerrar filas y minimizar los daños, mientras el movimiento MAGA vive una de sus crisis internas más sonadas desde la elección presidencial. La figura de JD Vance, antes vista como una promesa del trumpismo, ahora se encuentra en el centro de una disputa que podría redefinir el futuro del poder conservador en Estados Unidos.