Una advertencia difundida en redes sociales ha generado inquietud entre los inmigrantes en California: trasladar a indocumentados podría ser tráfico humano. La alerta surgió luego de que una joven beneficiaria del programa DACA fuera detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por transportar a personas sin papeles.
Aunque fue liberada tras pagar una fianza de 5 mil dólares, ahora enfrenta vigilancia electrónica. Su caso ha encendido las alarmas sobre las consecuencias legales de una práctica que, para muchos, parecía habitual: movilizar a familiares o conocidos sin documentos por el estado.
Trasladar a indocumentados podría ser tráfico humano, advierten en redes
El caso fue dado a conocer por un influencer conocido como “El Santo Venenoso”, quien relató a través de TikTok que su hija, amparada por DACA, fue detenida mientras conducía desde Chula Vista hacia Los Ángeles con acompañantes sin estatus migratorio regular. Su video se viralizó entre usuarios latinos al advertir con firmeza que, en ciertas zonas del estado, trasladar a indocumentados podría ser tráfico humano según la interpretación de las autoridades.
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«Ni se les ocurra andar con una persona sin documentos, raza», expresó en uno de sus videos, visiblemente afectado por la situación. El mensaje no fue una simple advertencia, sino una súplica cargada de temor. «No es que los dejemos tirados, es que debemos entender lo que puede pasar», agregó.
Foto: Luis Torres/EFE
Su hija, según explicó, quedó marcada por el episodio. Aunque no enfrentó cargos penales graves, ahora lleva un monitor electrónico y vive bajo restricciones judiciales que comprometen su libertad y su futuro académico y laboral.
La advertencia ha calado hondo entre jóvenes beneficiarios de DACA y ciudadanos estadounidenses con familiares indocumentados, muchos de los cuales no eran conscientes de que transportar a una persona sin estatus migratorio puede ser considerado un delito federal.
La ley, la frontera interna y la vigilancia: ¿trasladar a indocumentados podría ser tráfico humano?
El aumento de controles migratorios en zonas como Temecula, al sur del estado, ha contribuido a esta nueva realidad. Aunque no se trata de un puesto fronterizo, activistas han documentado una creciente presencia de agentes federales en carreteras, estaciones de autobús y puntos de control improvisados.
El abogado de inmigración Alex Gálvez considera que se está cruzando una línea peligrosa. “Estamos ante una criminalización creciente. Este gobierno, en algunos aspectos, actúa como una fuerza represiva. Detienen sin orden judicial, presionan para que la gente firme deportaciones y manipulan el miedo”, sostuvo.
Migrantes deportados en Estados Unidos. Foto: Laura Becquer/EFE
En su experiencia, la interpretación de “tráfico humano” se ha ampliado. Ya no se trata únicamente de redes organizadas que lucran con el cruce ilegal, sino también de personas que, sin intención criminal, ayudan a otros a desplazarse dentro del país.
“Lo más preocupante es que incluso ciudadanos estadounidenses están expuestos a ser arrestados por transportar a sus propios familiares indocumentados. La ley no siempre distingue contexto ni intenciones”, advirtió Gálvez.
Además, enfatizó la necesidad de conocer los derechos básicos en caso de ser detenido. “No deben firmar nada sin hablar con un abogado. Si se sienten amenazados o en riesgo, huyan mostrando las manos. Eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre la libertad y la cárcel”.
Comunidad latina se moviliza: trasladar a indocumentados podría ser tráfico humano según ICE, pero también es una necesidad
Frente a este escenario, la respuesta de la comunidad no se ha hecho esperar. Del 7 al 9 de junio, organizaciones pro inmigrantes realizarán una caminata de tres días desde Vacaville hasta Sacramento bajo el lema “¡Pertenecemos aquí: ciudadanía para todos!”. El objetivo es visibilizar el impacto de las políticas migratorias actuales y exigir una vía justa hacia la legalización.
Gabriela Hernández, representante del colectivo ALMAS LIBRES, indicó que muchos migrantes no tienen opción: deben ayudar a sus familiares o conocidos a movilizarse, y la criminalización de este acto cotidiano solo agrava su situación.
“La vida de un inmigrante en California está bajo vigilancia constante, pero también está marcada por la solidaridad. Ayudar a otros no debería ser tratado como un delito”, señaló.
La caminata cuenta con el respaldo de la Coalición del Norte de California para una Reforma Migratoria Justa (NCCJIR, por sus siglas en inglés) y recorrerá ciudades clave como Santa Clara, San Mateo y Alameda. Durante el trayecto, se realizarán actos simbólicos y conferencias de prensa para denunciar los operativos de ICE y la falta de protección legal para quienes enfrentan detenciones arbitrarias.
Los activistas también están difundiendo materiales informativos sobre cómo actuar en un control migratorio, los derechos de los pasajeros en vehículos y qué hacer si alguien es detenido por ayudar a un indocumentado. El mensaje es claro: saber es resistir.