Después de una disputa pública con el expresidente Donald Trump, Elon Musk decidió no desmantelar la cápsula Dragon, el vehículo espacial operado por SpaceX y utilizado por la NASA para transportar astronautas y suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI). El anuncio representa un giro en su postura expresada apenas un día antes, cuando el empresario amenazó con retirar del servicio a esta nave, esencial para las operaciones espaciales de Estados Unidos.
«Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon», escribió Musk en X (antes Twitter), respondiendo a un usuario que le pidió a él y a Trump dejar de lado las peleas personales. Esta rectificación surge en medio de tensiones entre ambos, después de que el exmandatario amenazara con revisar los contratos millonarios entre el Gobierno federal y las compañías de Musk, incluyendo SpaceX.
La cápsula Dragon de Elon Musk, pieza clave para la NASA y SpaceX
La cápsula Dragon es un pilar esencial en la estrategia espacial de Estados Unidos. Desde que la NASA dejó de operar su propio sistema de transporte tripulado tras el retiro de los transbordadores espaciales en 2011, Dragon se convirtió en la única vía confiable para enviar astronautas desde suelo estadounidense hasta la EEI, sin depender de naves extranjeras.
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Fotografía del edificio de la empresa aeroespecial SpaceX en la ciudad de Starbase a las afueras de Brownsville, en el sur de Texas, EE.UU. EFE/Alejandra Arredondo
En marzo pasado, Dragon fue utilizada para traer de regreso a los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, quienes estuvieron meses varados debido a problemas técnicos con otra misión. Desde su debut, esta cápsula ha sido utilizada para misiones de carga, transporte de personal y pruebas de tecnologías críticas para futuras misiones a la Luna y Marte.
El sistema Dragon también ha sido crucial para garantizar la independencia tecnológica de EE.UU. en un contexto de creciente competencia internacional, especialmente con China, que ha avanzado en su propio programa espacial.
Elon Musk y Trump: del “bromance” a la ruptura
La decisión de Musk sobre la cápsula Dragon no puede entenderse sin considerar el trasfondo político. El empresario sudafricano había ocupado hasta fines de mayo el cargo de jefe de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargada de reducir el gasto público bajo la administración Trump. Sin embargo, renunció tras desacuerdos con el plan fiscal republicano, que calificó como una amenaza al equilibrio presupuestario.
En represalia, Trump declaró públicamente que su Gobierno revisaría los contratos con las empresas de Musk. “Vamos a revisar todo… es mucho dinero. Es un subsidio considerable”, comentó mientras se dirigía a su club de golf en Nueva Jersey. Esto incluía contratos clave de SpaceX con la Fuerza Espacial y la NASA.
Uno de estos acuerdos, por ejemplo, fue firmado en abril por un valor de 5.900 millones de dólares para lanzamientos satelitales durante los próximos cinco años. Otro, adjudicado en 2021, destina casi 2.900 millones a desarrollar la nave lunar Starship HLS, que también es parte de la visión de largo plazo de Musk para explorar Marte.
A pesar de las amenazas de Trump, Musk moderó su discurso e incluso apoyó un mensaje en redes sociales que instaba a la reconciliación. Trump, por su parte, respondió con sarcasmo, afirmando que planeaba vender su Tesla y que no tenía interés en hablar con el empresario.
Futuro de la cápsula Dragon en medio del conflicto político entre Elon Musk y Donald Trump
La cápsula Dragon ha demostrado ser una inversión estratégica no solo para la exploración espacial, sino también para la economía nacional. Cancelar su operación afectaría directamente los planes de la NASA, el cronograma de misiones y la capacidad de Estados Unidos para mantener presencia continua en la órbita baja terrestre.
Dragon arrives at the hangar at pad 39A in Florida ahead of its first flight. Falcon 9 is targeted to launch Dragon and @Axiom_Space’s Ax-4 crew to the @Space_Station next Tuesday, June 10 pic.twitter.com/grW77raeD0
— SpaceX (@SpaceX) June 5, 2025
Trump aseguró que el país puede “sobrevivir sin SpaceX”, pero reconoció que evaluará los contratos “solo si es justo”. Sin embargo, esta revisión podría retrasar avances tecnológicos y debilitar la posición de liderazgo espacial que EE.UU. ha mantenido en los últimos años, en buena parte gracias a la colaboración público-privada con SpaceX.
Musk, al confirmar que mantendrá operativa la cápsula Dragon, dejó claro que no quiere escalar aún más las tensiones. “Solo le deseo lo mejor”, respondió Trump al ser consultado nuevamente sobre él, en medio de su agenda cargada con conflictos internacionales y una campaña electoral en marcha.
En paralelo, el Gobierno federal sigue evaluando sus vínculos con las compañías tecnológicas que reciben subsidios estatales. Aunque Trump no descartó posibles investigaciones futuras, enfatizó que su enfoque está en temas de comercio exterior y diplomacia internacional, especialmente con China, Rusia e Irán.
¿Un cambio de opinión estratégico?
Algunos analistas creen que la decisión de Musk de mantener activa la cápsula Dragon responde a una estrategia de control de daños. El empresario, que también dirige Tesla y X, no puede arriesgarse a perder contratos gubernamentales que representan una parte significativa de los ingresos de sus compañías. En los últimos diez años, SpaceX ha recibido más de 17.000 millones de dólares del Gobierno federal, cifra que da cuenta de la magnitud de la relación.
Además, suspender el programa Dragon habría tenido repercusiones globales, considerando la dependencia de la NASA y los acuerdos internacionales que involucran misiones tripuladas y no tripuladas.
Aunque la pelea con Trump se ha vuelto personal, la cápsula Dragon sigue siendo una herramienta científica y logística demasiado valiosa para ser víctima de disputas políticas. Por ahora, el servicio continúa, y con él, la posibilidad de que Estados Unidos mantenga su liderazgo en la nueva era de exploración espacial.