Tensión en Los Ángeles: crecen protestas contra operativos migratorios
La tensión migratoria escaló en Los Ángeles durante el fin de semana con protestas masivas y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Este domingo, cientos de elementos de la Guardia Nacional fueron desplegados en puntos estratégicos del centro de la ciudad tras una serie de disturbios provocados por el descontento ante los recientes operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que han incluido redadas y detenciones de inmigrantes indocumentados.
El epicentro de las manifestaciones fue un edificio federal que alberga un centro de detención, cuya fachada amaneció con pintas de protesta como “Our City” (Nuestra ciudad). Las movilizaciones, que comenzaron el viernes por la noche y continuaron durante el sábado, escalaron el domingo con choques violentos entre manifestantes y la policía.
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Guardia Nacional refuerza presencia en Los Ángeles
Más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional, incluyendo unidades de la 79ª Brigada de Infantería, comenzaron a operar en la zona metropolitana como parte de una estrategia para contener las protestas. La orden fue dada por el presidente Donald Trump luego de los disturbios registrados en localidades cercanas como Compton y San Bernardino.
Durante una rueda de prensa, el presidente Trump aseguró que las tropas desplegadas “garantizarán una ley y un orden muy fuertes” y señaló que podría considerar acciones similares en otras ciudades del país. “Hay gente violenta, y no vamos a permitir que se salgan con la suya”, advirtió al referirse a los manifestantes que protestan por las acciones migratorias recientes.
Policía de Los Ángeles endurece su respuesta
La noche del domingo, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) emitió una advertencia contundente: responderán con “fuerza apropiada” a cualquier acto vandálico. Según las autoridades, se han utilizado artefactos incendiarios y fuegos artificiales contra los agentes antidisturbios. En respuesta, el LAPD activó el uso de municiones no letales como balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a los grupos más agresivos.
“Se han autorizado municiones menos letales”, publicó el departamento en la red social X. “Estas municiones pueden causar dolor y molestias”. Imágenes de medios nacionales captaron el momento en que manifestantes lanzaban fuegos artificiales y botellas contra los escuadrones policiales, que respondieron con una lluvia de proyectiles de dispersión.
Toque de queda y evacuación del centro
Ante el aumento de la violencia, la Policía de Los Ángeles ordenó la evacuación inmediata del centro de la ciudad y prohibió cualquier tipo de reunión pública en la vía pública. Las calles cercanas al Ayuntamiento fueron acordonadas, y los agentes realizaron patrullajes a pie y a caballo para disuadir nuevas concentraciones.
La medida busca recuperar el control tras una jornada que incluyó la quema de varios vehículos, entre ellos taxis autónomos de la empresa Waymo. Según informó un portavoz de la compañía, todos los servicios en la zona fueron suspendidos y los vehículos comenzaron a ser retirados “por motivos de seguridad”.
En las calles, los rastros de las protestas eran visibles: fachadas cubiertas de grafitis, vitrinas rotas, basura dispersa y botellas aplastadas en las banquetas.
Los Ángeles, epicentro de la indignación migrante
Las protestas en Los Ángeles reflejan un creciente malestar social por el endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno federal. En los últimos días, múltiples operativos del ICE han derivado en la detención de decenas de inmigrantes, muchos de ellos de origen latino, lo que ha generado reacciones en distintas ciudades del país.
Organizaciones de derechos civiles y colectivos migrantes han convocado a más movilizaciones en rechazo al uso de la fuerza para implementar medidas de control migratorio. En California, uno de los estados con mayor población migrante, el tema ha generado una oleada de solidaridad entre comunidades latinas y activistas.
Las autoridades estatales aún no han confirmado si se implementarán nuevas restricciones o si se mantendrá el despliegue militar en los próximos días. Sin embargo, tanto la presencia de la Guardia Nacional como la prohibición de reuniones públicas dejan claro que la situación en Los Ángeles continúa siendo tensa y altamente vigilada.