Jóvenes soldados regresan a casa: Rusia y Ucrania hacen histórico canje
En un gesto que podría representar un nuevo punto de inflexión en el conflicto, Rusia y Ucrania llevaron a cabo el primer intercambio de prisioneros de guerra menores de 25 años. El Ministerio de Defensa ruso confirmó el lunes que este canje forma parte de lo pactado durante la segunda ronda de negociaciones de paz celebrada recientemente en Estambul.
El acuerdo contempla que los intercambios se realicen bajo el formato “todos por todos”, aunque por el momento no se ha revelado la cifra exacta de soldados liberados en esta primera etapa. Las autoridades rusas adelantaron que el número total de prisioneros involucrados en futuros intercambios no será inferior a mil.
Apoyo médico y psicológico para los soldados rusos
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El Ministerio de Defensa ruso señaló que los soldados que regresaron tras su cautiverio fueron recibidos en territorio de Bielorrusia, donde ya comenzaron a recibir asistencia médica y apoyo psicológico. Está previsto que todos sean trasladados a centros médicos en Rusia para continuar con su recuperación y proceso de rehabilitación.
En su mensaje, el mando militar ruso agradeció la colaboración humanitaria en la operación y reiteró que el compromiso con el bienestar de los soldados liberados será prioritario en los próximos días.
Zelenski confirma el canje y pide acelerar el retorno de más soldados
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también confirmó oficialmente el intercambio. Calificó el proceso como “bastante complicado”, destacando la existencia de detalles sensibles que exigen cuidado extremo en la negociación. “Las conversaciones para el retorno de nuestros prisioneros continúan prácticamente todos los días. Cada soldado que vuelve a casa es una victoria humana”, declaró.
Según Zelenski, el acuerdo incluye la liberación de soldados heridos y de combatientes jóvenes, menores de 25 años. La medida se considera un paso clave en los intentos de reducir la tensión en medio del prolongado conflicto que ya supera los dos años.
Intercambio ocurre en medio de controversia por cuerpos de soldados caídos
La noticia del canje se produce en medio de una creciente polémica relacionada con la devolución de cuerpos de soldados ucranianos fallecidos en el frente. Moscú asegura haber entregado a Ucrania cerca de 6,000 cuerpos en los últimos meses, pero acusa a Kiev de estar “posponiendo indefinidamente” la recepción formal de los restos.
Vladímir Medinski, jefe negociador del Kremlin, expresó su frustración ante lo que considera una falta de cooperación por parte de las autoridades ucranianas. Desde Kiev, las autoridades respondieron que se deben evitar “obstáculos artificiales y declaraciones falsas” que interfieran con el delicado proceso humanitario.
La entrega de cadáveres ha sido un tema particularmente doloroso para las familias, que continúan esperando el cierre emocional y legal que implica recuperar a sus seres queridos.
Familias celebran con esperanza, pero piden continuidad
En ambos países, familiares de los prisioneros liberados se congregaron para recibir a sus hijos, hermanos y esposos. Muchos de ellos habían estado detenidos durante meses, en condiciones que se desconocen debido al hermetismo de ambas partes sobre el trato a los prisioneros de guerra.
La noticia fue recibida con emoción en diversas regiones tanto de Ucrania como de Rusia, donde organizaciones de derechos humanos y agrupaciones civiles habían exigido durante meses avances concretos en los intercambios. Sin embargo, también hubo llamados a que este primer paso no sea el único, y que se mantenga el impulso diplomático.
Contexto de los acuerdos y siguientes pasos esperados
El intercambio de prisioneros responde a los compromisos adquiridos por ambas partes durante la segunda ronda de conversaciones celebradas en Turquía, uno de los pocos países que aún conserva canales de diálogo abiertos con Moscú y Kiev.
Se espera que nuevos intercambios se concreten en las próximas semanas. Según las autoridades rusas, los próximos canjes podrían incluir soldados con lesiones graves y otros grupos vulnerables, en lo que se considera parte de una “agenda humanitaria paralela” a las negociaciones políticas.
Aunque el conflicto armado continúa con intensidad en varias regiones del este de Ucrania, el hecho de que ambas partes logren coordinar acciones de este tipo mantiene viva la posibilidad de avances más amplios en la búsqueda de soluciones diplomáticas.