¿Conflicto con Irán? Bases militares de EE.UU. serán blanco si hay guerra
En un momento de máxima tensión diplomática, el ministro de Defensa de Irán, general de brigada Aziz Nasirzadeh, advirtió que todas las bases militares de Estados Unidos en la región serán blanco de ataques si se produce un conflicto armado. Las declaraciones se produjeron tras una reunión del gabinete iraní y fueron difundidas por medios oficiales del país.
“En caso de cualquier conflicto, Estados Unidos debe abandonar la región porque todas sus bases están a nuestro alcance, y las atacaremos todas en los países que las acogen”, afirmó Nasirzadeh. La advertencia hace referencia a instalaciones militares estadounidenses en países como Irak, Catar, Baréin, Kuwait y Arabia Saudita.
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El general iraní aseguró que, aunque su país espera una solución diplomática en las conversaciones nucleares, está preparado para una respuesta militar “contundente” si la vía del diálogo fracasa.
Misiles de largo alcance: Irán afirma estar listo para responder
Irán lleva décadas desarrollando su propia industria militar, en gran parte debido a las sanciones internacionales que le impiden importar armamento avanzado. Durante ese tiempo, ha logrado importantes avances en la producción de misiles balísticos, incluidos aquellos con un alcance de hasta 2.000 kilómetros, capaces de alcanzar objetivos en Israel y bases estadounidenses en el Golfo Pérsico.
La semana pasada, el país probó un nuevo misil equipado con una ojiva de dos toneladas. “Los resultados han sido excelentes”, aseguró Nasirzadeh, subrayando que las fuerzas armadas iraníes están “totalmente operativas y listas” ante cualquier escenario bélico.
El programa de misiles ha sido un punto de fricción clave con Washington, que acusa a Teherán de avanzar hacia una capacidad nuclear con fines militares, algo que el gobierno iraní niega sistemáticamente.
Negociaciones nucleares en punto muerto
Las conversaciones entre Irán y Estados Unidos para revivir el acuerdo nuclear de 2015 —conocido formalmente como Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC)— han estado marcadas por tensiones y desacuerdos. Las rondas de diálogo más recientes no han producido avances significativos, especialmente debido a la negativa de Irán a limitar su nivel de enriquecimiento de uranio.
El presidente Donald Trump ha sido firme en su postura: no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares. Ha advertido que, si no se llega a un acuerdo, “todas las opciones están sobre la mesa”, incluyendo la acción militar.
Por su parte, Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos, y ha condicionado cualquier acuerdo al levantamiento total de las sanciones impuestas por Washington.
Israel entra en escena con advertencias propias
La tensión no solo involucra a Washington y Teherán. Israel, uno de los principales aliados estratégicos de Estados Unidos en la región, ha llamado a tomar medidas directas para detener el avance del programa nuclear iraní. En las últimas semanas, funcionarios israelíes han declarado que no permitirán bajo ninguna circunstancia que Irán obtenga armamento nuclear, sugiriendo la posibilidad de ataques preventivos a instalaciones nucleares iraníes.
En respuesta, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán ha amenazado con atacar “instalaciones nucleares escondidas” en territorio israelí si su país es agredido.
Escenario regional en máxima alerta
Los recientes intercambios de amenazas han generado una creciente alarma en la comunidad internacional. Organismos de seguridad y gobiernos de países vecinos temen que cualquier error de cálculo pueda detonar un conflicto regional de gran escala, afectando la estabilidad en Medio Oriente y elevando los precios del petróleo a nivel global.
Los mercados energéticos han respondido con cautela a las tensiones. Las autoridades de defensa de Estados Unidos han reforzado la vigilancia en sus bases militares del Golfo y han comenzado a revisar los protocolos de evacuación del personal no esencial.
Mientras tanto, las expectativas están puestas en la próxima ronda de negociaciones nucleares, que se espera se lleve a cabo en las próximas semanas. Sin avances diplomáticos, el riesgo de un enfrentamiento armado seguirá latente.
Trump mantiene postura firme
Desde la Casa Blanca, el presidente Trump ha reiterado que Estados Unidos responderá “con fuerza” a cualquier ataque contra su personal o instalaciones. “No buscamos una guerra, pero tampoco permitiremos que Irán amenace a nuestras fuerzas o a nuestros aliados”, señaló el mandatario en recientes declaraciones.
La situación entre Irán y Estados Unidos entra en una nueva fase de tensión, donde las amenazas cruzadas y la falta de progreso diplomático colocan al mundo ante un posible nuevo foco de conflicto.