Redadas de ICE en templos reavivan protestas en California
El miércoles 11 de junio, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizaron redadas en al menos dos iglesias del condado de Los Ángeles, generando indignación y nuevas protestas en la comunidad. Los operativos tuvieron lugar en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y en la iglesia Cristiana Downey Memorial, en la ciudad de Downey. Según el concejal Mario Trujillo, también se llevaron a cabo redadas en un Home Depot, un gimnasio LA Fitness y un lavado de autos en la misma área.
Redadas en iglesias y comercios
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Durante las redadas en las iglesias, un anciano que acababa de dejar a su nieta en la escuela fue una de las varias personas detenidas. El pastor Alfredo López de la iglesia Cristiana Downey Memorial relató que, al confrontar a los agentes, estos no proporcionaron sus nombres y se negaron a abandonar el estacionamiento de la iglesia. López expresó que los agentes respondieron con una frase intimidante: “Todo el país es de su propiedad”. Las iglesias, junto con escuelas y hospitales, son tradicionalmente consideradas lugares santuario donde las autoridades de inmigración no deben efectuar redadas.
Reacciones de la comunidad y autoridades locales
El concejal Trujillo condenó las redadas, afirmando que “no están protegiendo a nuestra comunidad, están sembrando el caos y el miedo”. Estas acciones se producen una semana después de que estallaran protestas en Los Ángeles contra las redadas de ICE en varias localidades del sur de California, que comenzaron el viernes 6 de junio. Durante los primeros días, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden, con el uso de gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los grupos. En el centro de Los Ángeles, también se registraron incidentes de vandalismo y saqueo durante las noches, lo que llevó a las autoridades a declarar un estado de toque de queda el martes. El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que más de 200 personas fueron arrestadas entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, la mayoría por violaciones del toque de queda y reuniones ilegales.
Despliegue militar en Los Ángeles
En respuesta a las protestas, el presidente Donald Trump desplegó 4,000 tropas de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles para proteger la propiedad y el personal federal. Las tropas están autorizadas para detener a individuos que amenacen activos federales, pero no pueden realizar arrestos, ya que eso sigue siendo responsabilidad de la policía civil debido a la Ley del Posse Comitatus. La Guardia Nacional y los marines están recibiendo entrenamiento específico en control de disturbios civiles, y aunque estarán equipados con equipo antidisturbios y armas, las municiones se transportarán por separado.
Condiciones de los detenidos
Abogados de inmigración han informado que los detenidos durante las redadas recientes han sido sometidos a condiciones inadecuadas, incluyendo confinamiento en sótanos sin suficiente comida, agua o acceso a representación legal. Una familia con tres niños pequeños, por ejemplo, compartió una sola botella de agua durante dos días en confinamiento. Muchas personas fueron trasladadas a centros de detención en Adelanto, California, y Dilley, Texas, donde las condiciones también son precarias, con retrasos en las comidas, atención médica mínima y hacinamiento. Organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por posibles violaciones de derechos humanos y la falta de debido proceso en algunas de estas detenciones.
Protestas y solidaridad en otras ciudades
Las protestas contra las políticas migratorias de la administración Trump se han extendido más allá de Los Ángeles. En ciudades como San Francisco, Nueva York, Dallas y Chicago, se han realizado manifestaciones en solidaridad con los afectados por las redadas de ICE. En San Francisco, por ejemplo, más de 100 personas fueron arrestadas durante una protesta frente a una oficina de ICE. En Nueva York, se registraron protestas frente a la Trump Tower y otros edificios federales, con decenas de arrestos. En Dallas, las autoridades arrestaron a un hombre durante una manifestación contra las políticas migratorias de Trump.
Respuesta del gobierno de California
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha criticado enérgicamente el despliegue de tropas federales en el estado, calificándolo de innecesario y una violación de la soberanía estatal. Newsom ha solicitado al presidente Trump que retire las tropas y ha instado a la administración federal a respetar las leyes y políticas estatales en materia de inmigración. Además, ha prometido continuar luchando contra las políticas migratorias que considera injustas y perjudiciales para las comunidades californianas.
Reacciones de la comunidad religiosa
Líderes religiosos en California han expresado su preocupación por las redadas en lugares de culto. El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, hizo un llamado a la calma y al diálogo, instando a las autoridades a respetar los derechos de los inmigrantes y a evitar acciones que puedan generar más tensiones en la comunidad. Organizaciones interreligiosas han ofrecido apoyo a las personas afectadas por las redadas y han organizado eventos para promover la unidad y la paz en medio de la crisis.
Impacto en la comunidad inmigrante
Las redadas han generado un clima de miedo y ansiedad entre la comunidad inmigrante en California. Muchas personas temen ser detenidas o separadas de sus familias, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de servicios legales y de apoyo. Organizaciones comunitarias están trabajando arduamente para proporcionar asistencia y recursos a quienes lo necesitan, incluyendo asesoramiento legal, refugio temporal y apoyo emocional.
Desafíos legales y próximos pasos
Se espera que las acciones de ICE sean objeto de revisión judicial en las próximas semanas. Grupos de derechos civiles han presentado demandas contra el gobierno federal, argumentando que las redadas violan las leyes de protección de lugares de culto y los derechos constitucionales de los inmigrantes. Además, se están llevando a cabo esfuerzos para movilizar a la comunidad y presionar a los legisladores para que adopten políticas que protejan a los inmigrantes y limiten la autoridad de ICE en el estado.
Mientras tanto, las protestas continúan en varias ciudades, con manifestantes exigiendo el fin de las redadas y una reforma integral del sistema de inmigración. La situación sigue siendo tensa, y se espera que los próximos días sean cruciales para determinar la dirección que tomará este conflicto entre las autoridades federales y las comunidades locales.