El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este miércoles que está dispuesto a extender los plazos para negociar acuerdos comerciales antes de que entren en vigor los denominados “aranceles recíprocos”. La fecha límite actual está fijada para el 9 de julio, pero la Administración Trump considera la posibilidad de postergarla con el objetivo de cerrar más pactos bilaterales.
“En cierto momento, simplemente enviaremos cartas a los países. Y creo que lo entenderán, diciéndoles: ‘este es el acuerdo’. Pueden aceptarlo o rechazarlo. No están obligados a hacer uso de él”, comentó Trump a los medios antes de ingresar al Kennedy Center de Washington, donde asistió a un evento cultural.
El mandatario afirmó que las comunicaciones oficiales saldrán desde Washington “en una semana y media o dos semanas” para explicar los términos del acuerdo, como ocurrió anteriormente con la Unión Europea.
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EE.UU. evalúa extender la pausa a los aranceles para impulsar más acuerdos bilaterales
Desde que en abril Trump anunciara una suspensión temporal en la imposición de los aranceles recíprocos, su equipo comercial ha intensificado las negociaciones con distintos países. El objetivo, según fuentes de la Casa Blanca, es cerrar acuerdos que beneficien a Estados Unidos en términos de balanza comercial y acceso a mercados estratégicos.
Jamieson Greer, representante de Comercio de EE.UU., ya envió cartas a varios socios internacionales recordándoles que la pausa finalizará el 9 de julio. Según la Casa Blanca, estas misivas buscan acelerar el proceso de negociación y definir posiciones antes de que los nuevos aranceles se hagan efectivos.
Fotografía de archivo de contenedores en el Puerto de los Ángeles, California (EE.UU.). EFE/EPA/ Allison Dinner
“Estamos en conversaciones con Japón, Corea del Sur y otros. En realidad estamos negociando con unos 15 países, aunque hay más de 150 en lista de espera. Eso no es sostenible a largo plazo”, expresó Trump, dejando claro que se priorizarán alianzas que generen beneficios rápidos para la economía estadounidense.
China y Reino Unido, entre los primeros beneficiados si EE.UU. evalúa extender la pausa a los aranceles
Uno de los acuerdos más relevantes anunciados en las últimas horas es el pacto comercial alcanzado entre Estados Unidos y China. Aunque todavía debe ser ratificado por ambas partes, Trump lo calificó como “muy importante” y aseguró que Estados Unidos logró obtener “todo lo que necesitaba”.
Según el mandatario, el acuerdo establece un arancel del 55 % sobre productos chinos —aunque analistas señalan que esa cifra puede incluir tarifas ya vigentes antes de su regreso al poder en enero—, mientras que China mantendría un arancel del 10 % sobre productos estadounidenses.

Fotografía de archivo de un puerto comercial estadounidense, tras la entrada en vigor de una ronda de aranceles del presidente Donald Trump. EFE/John G. Mabanglo
Además, el pacto contempla disposiciones adicionales, como la entrega de minerales de tierras raras por parte de China a EE.UU. y la aprobación de visados para estudiantes chinos que deseen estudiar en universidades estadounidenses.
Por su parte, el Reino Unido fue uno de los primeros en firmar un acuerdo preliminar con Estados Unidos durante la pausa comercial. Este entendimiento, aunque aún básico, busca reforzar la relación entre dos socios históricos y reducir las tensiones generadas en años recientes por diferencias en materia fiscal y regulatoria.
El futuro de los aranceles recíprocos y las dudas sobre su efectividad
Si bien Trump insiste en que los aranceles recíprocos son una herramienta legítima para proteger la industria estadounidense y negociar desde una posición de fuerza, economistas advierten que su uso prolongado puede tener efectos negativos, especialmente en el consumo interno y en sectores que dependen de la importación de componentes.
Según un informe reciente del Peterson Institute for International Economics, la imposición de aranceles durante el primer mandato de Trump provocó una disminución de las importaciones en sectores clave como tecnología, automóviles y productos farmacéuticos. Además, la medida generó represalias de parte de países como México, Canadá y la propia Unión Europea.
El hecho de que Estados Unidos evalúe extender la pausa a los aranceles puede interpretarse, según analistas, como un intento por evitar otro episodio de escalada comercial que afecte al crecimiento económico en un año clave electoral.
Hasta ahora, con la pausa en vigor desde abril, EE.UU. solo ha logrado formalizar dos acuerdos sustanciales: uno con el Reino Unido y otro, en desarrollo, con China. El resto de países aún espera definiciones claras por parte de Washington.
En este contexto, la Administración Trump enfrenta el desafío de equilibrar su retórica nacionalista con las necesidades reales de sus industrias, muchas de las cuales requieren insumos importados para seguir produciendo con eficiencia.