Solidaridad en LA: Activistas salvan a vendedores de redadas migratorias
En Los Ángeles, activistas están comprando toda la mercancía de vendedores ambulantes inmigrantes para protegerlos de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), permitiéndoles quedarse en casa y evitar detenciones. Esta iniciativa, impulsada por organizaciones comunitarias, refleja un esfuerzo de solidaridad en medio de la intensificada política migratoria del presidente Donald Trump.
Una estrategia para proteger a los vendedores
Desde el 6 de junio de 2025, ICE ha llevado a cabo operativos en el condado de Los Ángeles, enfocados en detener a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, según la administración Trump. En respuesta, activistas de grupos como Local Hearts Foundation y Ktown for All están recaudando fondos a través de redes sociales para comprar los productos de vendedores ambulantes, principalmente frutas, flores y comida, asegurando que familias inmigrantes puedan cubrir sus gastos sin exponerse a las autoridades. Hasta ahora, se han distribuido cerca de 60,000 dólares a 36 familias, según reportes locales.
Tito Rodríguez, de Local Hearts Foundation, compró el domingo pasado 700 dólares en fruta a tres vendedores en Long Beach, pidiéndoles que no salgan a trabajar temporalmente. “La situación está muy peligrosa”, advirtió Rodríguez, quien también ayudó a una vendedora de flores en Downey con 800 dólares y el pago de un mes de alquiler.
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Apoyo comunitario en tiempos de miedo
Organizaciones como Ktown for All, activas en Koreatown, recorren vecindarios para identificar las necesidades de las familias. Andreina Kniss, voluntaria del grupo, explicó que preguntan a los vendedores cuánto necesitan para sobrevivir un mes, con respuestas que van de 500 a 2,500 dólares según el tamaño del hogar. Los fondos provienen de donaciones de la comunidad y celebridades, lo que ha permitido apoyar a decenas de familias. Kniss, quien fue indocumentada junto con sus padres, destacó la empatía que motiva su trabajo: “Entiendo el miedo con el que viven estas personas”.
A pesar del apoyo, algunos vendedores, como una joven guatemalteca que prefirió el anonimato, siguen arriesgándose a salir. “Me siento como una criminal tratando de esconderme”, confesó, reflejando el clima de temor que enfrentan los inmigrantes en Los Ángeles, donde el 37% de la población es de origen latino, según datos demográficos recientes.
Redadas y protestas en Los Ángeles
Las operaciones de ICE, que han resultado en al menos 200 detenciones en el condado desde principios de junio, han desatado protestas masivas. Entre el 7 y el 14 de junio, 561 personas fueron arrestadas por participar en manifestaciones declaradas ilegales o violar el toque de queda impuesto por la alcaldesa Karen Bass en un área del centro de la ciudad. Los operativos, que incluyen el uso de drones para monitorear protestas, han intensificado las tensiones entre las autoridades y las comunidades inmigrantes.
La administración Trump ha defendido las redadas como parte de su compromiso de deportar a inmigrantes con historial delictivo, pero críticos argumentan que también afectan a trabajadores indocumentados sin antecedentes. En 2024, ICE deportó a más de 271,484 personas, un aumento del 60% respecto al año anterior, según estadísticas federales.
El impacto de la solidaridad
El esfuerzo de los activistas ha proporcionado un alivio temporal a familias vulnerables, pero la demanda sigue creciendo. Ktown for All estima que 10 familias más esperan asistencia, y los grupos confían en recaudar más fondos para cubrir necesidades básicas durante los 30 días que ICE estará activo en la comunidad. Estas iniciativas no solo ofrecen apoyo económico, sino que también envían un mensaje de resistencia frente a las políticas migratorias.
Mientras los vendedores ambulantes enfrentan incertidumbre, la solidaridad de los activistas destaca como un faro de esperanza en Los Ángeles. La ciudad, conocida por su diversidad, continúa siendo un escenario de lucha por los derechos de los inmigrantes, con organizaciones comunitarias liderando esfuerzos para proteger a aquellos en riesgo de deportación.