Trump envía 2.000 soldados a sofocar L.A. en llamas
El presidente Donald Trump ordenó este miércoles el despliegue de 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional de California para contener las protestas en Los Ángeles, desencadenadas por las detenciones masivas de migrantes realizadas por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). La medida intensifica la presencia militar en la ciudad, en medio de crecientes tensiones con las autoridades estatales.
Más tropas bajo control federal
El Mando Norte de Estados Unidos confirmó que los 2.000 soldados, autorizados bajo el Título 10, se desplegarán para proteger propiedades, personal y funciones federales en el área metropolitana de Los Ángeles. El comunicado aclaró que los militares no realizarán arrestos, registros ni incautaciones, limitándose a garantizar la seguridad de las operaciones federales. Con esta decisión, la cifra total de efectivos en la ciudad asciende a aproximadamente 4.100 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines.
Trump invoca el Título 10
El presidente recurrió al Título 10, una normativa que regula las fuerzas armadas estadounidenses, para asumir competencias estatales y federalizar el despliegue de tropas. Esta maniobra le permite sortear la autoridad del gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha criticado duramente la intervención. Newsom calificó las acciones de Trump como “un ataque a la democracia estadounidense”, argumentando que la presencia militar exacerba las tensiones en lugar de resolverlas.
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Protestas contra redadas del ICE
Las manifestaciones en Los Ángeles estallaron en respuesta a las recientes operaciones del ICE, que han resultado en cientos de detenciones de migrantes indocumentados. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han dejado varias zonas de la ciudad sumidas en el caos, con reportes de incendios y disturbios. Trump acusó a los manifestantes de ser “pagados” para protestar contra las redadas, sin presentar pruebas, y defendió las detenciones como esenciales para la seguridad nacional.
La Ley de Insurrección en el horizonte
El presidente reconoció que está considerando invocar la Ley de Insurrección de 1807, que otorga al Ejecutivo federal la autoridad para desplegar tropas dentro del país en casos de disturbios graves. Esta posibilidad ha generado alarma entre líderes locales y activistas, quienes temen que la medida escale aún más el conflicto. Trump insistió en que su prioridad es restaurar el orden en Los Ángeles, advirtiendo que no tolerará “anarquía” en las calles.
Choque con California
La decisión de Trump ha profundizado el enfrentamiento con el gobernador Newsom, quien ha acusado al presidente de politizar la crisis migratoria para reforzar su agenda antiinmigrante. California, un bastión demócrata, ha sido un punto de fricción constante con la administración Trump, especialmente en temas de inmigración. Newsom ha pedido la retirada de las tropas federales, argumentando que las fuerzas locales son suficientes para manejar la situación.
Impacto en la ciudad
La llegada de miles de soldados ha transformado el paisaje de Los Ángeles, con barricadas y patrullas militares en áreas clave. Los residentes reportan un clima de tensión, mientras los negocios locales enfrentan cierres por los disturbios. Organizaciones de derechos humanos han condenado el despliegue, advirtiendo que la militarización podría agravar las violaciones a los derechos de los migrantes y manifestantes. La ciudad permanece en alerta, con el riesgo de una escalada que podría tener repercusiones nacionales.