EE.UU. despliega 30 aviones: ¿Ataque a Irán en marcha?
En medio de crecientes tensiones entre Israel e Irán, Estados Unidos ha trasladado al menos 30 aviones cisterna militares desde sus bases en territorio continental hacia Europa, según datos de seguimiento de vuelos. Este movimiento, que incluye despliegues de portaaviones y cazas al Medio Oriente, ha desatado especulaciones sobre una posible intervención militar estadounidense en el conflicto, mientras el presidente Donald Trump mantiene ambigüedad sobre sus próximos pasos. El despliegue coincide con ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes, intensificando el temor a una escalada regional.
Movimientos militares sin precedentes
Desde el domingo, más de 30 aviones cisterna KC-135 y KC-46 han cruzado el Atlántico hacia bases estadounidenses en España, Escocia, Inglaterra, Alemania, Italia, Grecia y Creta, según Flightradar24. Estos aviones, esenciales para reabastecer cazas y bombarderos en vuelo, sugieren preparativos para operaciones aéreas prolongadas. Un experto del Royal United Services Institute calificó el despliegue como “sumamente inusual” y señaló que podría estar diseñado para apoyar “operaciones de combate intensivas” en el Medio Oriente. Siete de estos aviones fueron rastreados volando al este de Sicilia el martes, con destinos no declarados en su mayoría.
Portaaviones y cazas en alerta
El Pentágono también ha reposicionado el portaaviones USS Nimitz, que abandonó el Mar de China Meridional rumbo al Medio Oriente, cancelando un evento planeado en Vietnam por “necesidades operativas emergentes”. El Nimitz, con capacidad para 5,000 efectivos y más de 60 aeronaves, se une al USS Carl Vinson en el Mar Arábigo, reforzando la presencia naval estadounidense. Además, cazas F-16, F-22 y F-35 han sido desplegados a bases en la región, listos para defender instalaciones estadounidenses o extender el alcance de bombarderos en caso de un ataque a Irán.
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¿Preparativos para atacar Fordo?
El conflicto se centra en las instalaciones nucleares iraníes, particularmente Fordo, un complejo subterráneo cerca de Qom. Israel ya atacó la planta de Natanz, pero Fordo requiere armas especializadas como el GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator, una bomba de 13,600 kg capaz de perforar 60 metros de hormigón. Solo los bombarderos B-2 de EE.UU. pueden transportar estas “destructoras de búnkeres”. Imágenes satelitales recientes muestran que los B-2, previamente estacionados en Diego García, ya no están allí, lo que sugiere que podrían estar en ruta para operaciones desde bases continentales o en el aire, según expertos militares.
Ambigüedad estratégica de Trump
El presidente Trump no ha aclarado si EE.UU. participará directamente en el conflicto, afirmando el miércoles: “Podría hacerlo, podría no hacerlo. Nadie sabe qué voy a hacer”. El vicepresidente J.D. Vance insinuó en redes sociales que Trump podría tomar “más medidas” contra el programa nuclear iraní. Sin embargo, algunos analistas, como el exjefe de las Fuerzas de Defensa Irlandesas, Mark Mellett, sugieren que estos movimientos reflejan una “ambigüedad estratégica” para presionar a Irán hacia concesiones nucleares. Mientras tanto, Irán ha advertido que cualquier intervención estadounidense desencadenará ataques a bases en Irak, Jordania y otros países aliados.
Reacciones internacionales y riesgos
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, declaró que una intervención de EE.UU. causaría “daños irreparables” y que su nación “no se rendirá”. Teherán ha preparado misiles de corto y medio alcance para posibles represalias contra bases estadounidenses, según inteligencia citada por el New York Times. La escalada, que ha dejado más de 450 muertos en Irán y 24 en Israel desde el viernes, ha generado preocupación internacional. Líderes europeos, como la presidenta del Consejo Europeo, Kaja Kallas, han advertido que una intervención estadounidense podría desatar un conflicto regional más amplio.
Contexto del conflicto
El actual enfrentamiento comenzó tras un ataque israelí el viernes contra instalaciones nucleares iraníes, un día después de que expirara el plazo de Trump para que Irán suspendiera su programa nuclear. Desde entonces, ambos países han intercambiado ataques aéreos y misilísticos, con Irán lanzando cerca de 400 misiles, de los cuales 40 han evadido defensas israelíes. Mientras el Pentágono insiste en que sus movimientos son defensivos, la presencia de bombarderos, cazas y portaaviones sugiere que EE.UU. está preparado para un rol más activo si la situación se intensifica.