La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) marcó un hito el 18 de junio de 2025 al aprobar lenacapavir, comercializado como Yeztugo, un inyectable semestral que promete transformar la prevención del VIH. Desarrollado por Gilead Sciences, este medicamento es el primero de su tipo, administrado solo dos veces al año, y ofrece una eficacia cercana al 100% en ensayos clínicos. En X, los usuarios celebran la noticia con mensajes como “¡Lenacapavir es un cambio total en la lucha contra el VIH!”. Aquí te contamos cómo funciona, quiénes pueden acceder a él y qué significa para el futuro de la prevención global.
Los ensayos clínicos, conocidos como PURPOSE 1 y PURPOSE 2, demostraron que lenacapavir reduce el riesgo de infección por VIH en un 96% en comparación con poblaciones sin PrEP y supera al medicamento oral Truvada. En un estudio con mujeres cisgénero en Sudáfrica y Uganda, ninguna participante que recibió la inyección contrajo el virus. Otro ensayo en Estados Unidos, Brasil, Perú y otros países mostró solo dos infecciones entre más de 3,200 participantes, incluyendo hombres cisgénero, personas transgénero y no binarias. Estos resultados han generado entusiasmo entre activistas y profesionales de la salud.
¿Cómo funciona y por qué es diferente?
A diferencia de las pastillas diarias como Truvada o Descovy, lenacapavir actúa como un inhibidor de la cápside del VIH, bloqueando múltiples etapas de la replicación viral. Esto lo hace único, ya que no presenta resistencia cruzada con otros medicamentos, según informó Gilead. Al administrarse mediante una inyección subcutánea cada seis meses, elimina la necesidad de cumplir con rutinas diarias, un desafío para muchos usuarios de PrEP. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han señalado que menos del 50% de los usuarios de PrEP oral mantienen el tratamiento por más de seis meses, lo que resalta la importancia de alternativas como lenacapavir.
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La inyección debe ser aplicada por profesionales de la salud en clínicas, lo que asegura un seguimiento adecuado. Aunque las reacciones en el lugar de la inyección son comunes (afectando al 68.8% de los participantes en ensayos), estas disminuyen con el tiempo y solo el 0.2% abandonó el tratamiento por este motivo, según datos presentados en el Congreso de Terapia de VIH en Glasgow 2024. La simplicidad de su administración podría aumentar la adherencia, especialmente en comunidades con acceso limitado a servicios médicos.
Acceso y desafíos en costos
El costo de lenacapavir es un tema candente. Con un precio de lista de $28,218 anuales en Estados Unidos, cada inyección cuesta $14,109. Gilead asegura que la mayoría de los pacientes no pagarán este monto gracias a seguros médicos y programas de asistencia, que cubren hasta $7,200 anuales en gastos de bolsillo o proporcionan el medicamento gratis a personas sin seguro de bajos ingresos. Sin embargo, la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) obliga a los seguros a cubrir PrEP sin copagos, aunque algunos expertos advierten sobre posibles barreras administrativas.

En países de bajos ingresos, Gilead ha firmado acuerdos con seis fabricantes de genéricos para ofrecer lenacapavir a precios reducidos en 120 naciones con alta incidencia de VIH. La compañía también planea suministrar el medicamento a costos sin fines de lucro a dos millones de personas en estas regiones hasta que los genéricos estén disponibles, un proceso que podría tomar dos a tres años. En X, algunos usuarios expresan preocupación por la accesibilidad, con comentarios como “¿Cómo llegará lenacapavir a quienes más lo necesitan?”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la necesidad de estrategias claras para garantizar su distribución equitativa.
Impacto global y futuro
El impacto de lenacapavir podría ser monumental, especialmente en regiones como el África subsahariana, donde las mujeres representan el 62% de las nuevas infecciones por VIH, según la OMS. En 2023, 1.3 millones de personas contrajeron el virus a nivel global, triplicando la meta de la ONU de menos de 370,000 para 2025. Actualmente, solo 3.5 millones de los 10 millones de personas que necesitan PrEP la reciben. Lenacapavir, con su alta eficacia y facilidad de uso, podría cerrar esta brecha, pero su éxito dependerá de la infraestructura sanitaria y el financiamiento.

En Estados Unidos, donde el 53% de los nuevos casos de VIH ocurren en el sur, lenacapavir podría beneficiar a comunidades afrodescendientes y latinas, que enfrentan tasas de infección desproporcionadas. Clínicas comunitarias y servicios de telemedicina ya están preparándose para ofrecer el medicamento, que estará disponible en los próximos dos meses tras la aprobación de la FDA. Mientras tanto, Gilead ha solicitado autorizaciones regulatorias en Europa, Brasil, Sudáfrica y otros países, con revisiones aceleradas en curso.
Con lenacapavir, la prevención del VIH da un paso hacia adelante, ofreciendo esperanza a millones. Su llegada marca un momento histórico, pero el camino para asegurar que llegue a todos sigue siendo un desafío.