Una nueva controversia política sacude a Estados Unidos. En medio de un clima electoral cada vez más polarizado, la congresista Ilhan Omar ha vuelto al centro del debate luego de que el fiscal general de Florida, James Uthmeier, propusiera públicamente su desnaturalización y deportación. Esta propuesta, que fue compartida a través de la plataforma X, ha generado una intensa polémica en Florida y a nivel nacional.
La congresista, nacida en Somalia y naturalizada ciudadana estadounidense en el año 2000, criticó duramente al presidente Donald Trump por organizar un desfile militar que, según ella, refleja aspiraciones autoritarias y un uso indebido de los recursos del país.
Polémica en Florida por comentarios de Ilhan Omar contra Trump
La polémica en Florida estalló tras la publicación de James Uthmeier, quien afirmó que Omar debería ser “desnaturalizada y deportada”. La afirmación se dio como respuesta a declaraciones hechas por la congresista en el programa Democracy Now, donde describió el desfile militar organizado por Trump como “una señal alarmante de autoritarismo”.
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Denaturalize and Deport. https://t.co/pTsdEZxZGA
— James Uthmeier (@JamesUthmeierFL) June 17, 2025
“Que la democracia más influyente del mundo se haya transformado en un país donde los militares marchan en nuestras calles y el presidente gasta millones para proyectar poder como un dictador fracasado es inaceptable. Esto debería preocupar a todos los estadounidenses”, expresó Omar durante su intervención.
Uthmeier, que ha sido uno de los más fervientes aliados del gobernador Ron DeSantis en su cruzada contra la inmigración irregular, acusó a Omar de traicionar los valores estadounidenses y propuso revocar su ciudadanía como represalia.
Ilhan Omar: una ciudadana naturalizada en el centro de la controversia
La polémica en Florida también ha reavivado viejos ataques contra Ilhan Omar, quien emigró a EE. UU. como refugiada a los 12 años. Se convirtió en ciudadana estadounidense en el año 2000 y, casi dos décadas después, hizo historia al ser elegida como una de las primeras mujeres musulmanas en el Congreso.
Sin embargo, su papel como legisladora ha sido constantemente objeto de escrutinio por parte de figuras conservadoras. En enero de 2024, el propio DeSantis pidió su expulsión del país tras un video editado donde supuestamente Omar afirmaba ser “somalí primero”. Ella desmintió la veracidad del material, alegando que se trataba de desinformación con fines políticos.
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La congresista demócrata Ilhan Omar. Foto: EFE
En esta nueva etapa de ataques, la congresista no se ha quedado en silencio. A través de sus redes sociales, aseguró que seguirá alzando la voz en defensa de los derechos humanos y la democracia, y denunció que el fiscal Uthmeier busca silenciarla por medio de medidas autoritarias.
Expertos legales critican propuesta por ser inconstitucional
A pesar de la repercusión que ha tenido la propuesta del fiscal, expertos en leyes migratorias han dejado claro que es inviable desde el punto de vista jurídico. “No se puede deportar a un ciudadano estadounidense por sus opiniones políticas, incluso si son muy críticas”, explicó Stephen Schnably, profesor de derecho en la Universidad de Miami.
La abogada Rosanna Berardi, especialista en inmigración, también expresó su preocupación: “El discurso político está protegido por la Primera Enmienda. Esta propuesta es un claro ejemplo de censura disfrazada de patriotismo. No tiene sustento legal y sienta un precedente peligroso”.
La polémica en Florida además se amplificó porque el mismo día en que se publicó la propuesta contra Omar, un juez federal declaró al fiscal Uthmeier en desacato civil por negarse a cumplir una orden judicial que bloqueaba la entrada en vigor de una ley estatal contra inmigrantes indocumentados.
El Departamento de Justicia ha evitado pronunciarse públicamente sobre el asunto, pero fuentes internas indican que se analiza si las declaraciones de Uthmeier podrían violar normas éticas o incluso convertirse en un caso de incitación al odio.
La polémica en Florida refleja una estrategia política
Analistas consideran que esta nueva polémica en Florida responde a una estrategia electoral para reforzar la base conservadora de cara a los comicios de noviembre. Ilhan Omar, al ser una de las figuras progresistas más visibles del Congreso, suele ser utilizada como blanco en discursos de campaña que apelan al nacionalismo y a la defensa de “los valores tradicionales”.
A su vez, el presidente Trump ha aprovechado la situación para reforzar su discurso antiinmigrante. En un evento en Iowa, volvió a referirse a los legisladores “que no aman a Estados Unidos”, sin mencionar a Omar directamente, pero en un tono claramente dirigido hacia ella.
Organizaciones defensoras de los derechos civiles han comenzado a movilizarse. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) advirtió que perseguir a ciudadanos naturalizados por expresar su opinión es un ataque directo a las bases constitucionales del país.
Mientras tanto, Ilhan Omar continúa trabajando en el Congreso y ha convocado a una conferencia de prensa para responder oficialmente a los intentos de deportación. “No me van a callar. No me voy a ir. Esta es mi casa tanto como la de cualquiera”, expresó recientemente en un acto público en Minneapolis.