Finalmente caso cerrado, Karen Read fue absuelta este miércoles de los cargos más graves relacionados con la muerte de su novio, el agente de policía de Boston John O’Keefe. La decisión, emitida por un jurado en Dedham, Massachusetts, marca un giro inesperado en uno de los casos más mediáticos y polarizantes de los últimos años en Estados Unidos.
Aunque Read fue declarada culpable de conducir bajo los efectos del alcohol, su absolución por homicidio intencional sin premeditación y por abandonar la escena del accidente que resultó en la muerte del oficial O’Keefe representa una victoria significativa para su defensa, que desde el inicio denunció un supuesto encubrimiento por parte de las autoridades.
¿Caso cerrado? Karen Read es absuelta de homicidio pero no de conducir ebria
La jueza Beverly Cannone, quien presidió el juicio, dictaminó que Karen Read solo cumplirá un año de libertad condicional por la infracción de conducir en estado de ebriedad, ya que es una infractora primeriza. De haber sido hallada culpable de homicidio, enfrentaba una condena de hasta cadena perpetua.
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La sentencia se conoció tras casi ocho semanas de juicio, en el que se presentaron 49 testigos entre la fiscalía y la defensa. Esta fue la segunda vez que Read enfrentaba al jurado: en 2024, su primer juicio fue declarado nulo luego de que el jurado no lograra llegar a un veredicto unánime.
Karen Read saliendo de la Corte. Foto: X/@ChasingJme03
Según la fiscalía, la mujer atropelló a O’Keefe con su SUV en una madrugada de enero de 2022, mientras retrocedía frente a una casa en Canton, Massachusetts, tras una noche de bebidas con amigos. Los fiscales sostenían que lo abandonó herido en la nieve, donde finalmente murió.
Sin embargo, la defensa de Read ofreció una narrativa completamente distinta. Afirmaron que varios oficiales de policía fuera de servicio que estaban dentro de la casa esa noche fueron los verdaderos responsables de la muerte de O’Keefe, y que luego conspiraron para incriminarla. Denunciaron fallas graves en la investigación policial, como la alteración de pruebas y la omisión de líneas de investigación clave.
Karen Read y un juicio que dividió a Massachusetts
Durante los casi tres años que duró el proceso judicial, el caso generó una profunda división en los suburbios de Boston. Por un lado, los simpatizantes de Karen Read —muchos de ellos vestidos de rosa— la defendían como víctima de una corrupción institucionalizada dentro de las fuerzas del orden. Incluso, durante los últimos días del juicio, se reunieron frente al tribunal levantando las manos en señal de apoyo silencioso, usando el gesto de «te amo» en lenguaje de señas estadounidense.
Por otro lado, la familia de John O’Keefe, mucho más reservada, vestía de azul y apenas interactuó con los medios. Su presencia frente al tribunal fue limitada y siempre bajo escolta policial.
1st video: Karen’s LAST TIME walking into court
2nd video: Karen’s LAST TIME walking out of court
3rd video: Karen driving away from Dedham Superior for the LAST TIME!!!!GUYS, Karen Read is FREEEEEE!!! 🤟🏻🩷 #KarenRead pic.twitter.com/vy0zZ0FqMy
— Jennnnie Cochran* (@j3nnyb00m) June 19, 2025
Cuando se leyó el veredicto, los simpatizantes de Read estallaron en aplausos y gritos de celebración. Afuera del tribunal, algunos comenzaron a entonar “God Bless America” mientras caía confeti rosa sobre la calle.
Karen Read agradece el apoyo tras la absolución
Tras la lectura del veredicto, Karen Read se dirigió al público que la aguardaba fuera del tribunal. “No podría estar aquí de pie sin estos increíbles simpatizantes que me han apoyado a mí y a mi equipo financieramente y, más importante aún, emocionalmente durante casi cuatro años”, declaró visiblemente emocionada.
También aseguró que nadie ha luchado más por la justicia para John O’Keefe que ella. “Mi equipo y yo nunca dejamos de buscar la verdad”, agregó.
El jurado deliberó durante aproximadamente 21 horas, distribuidas en cuatro días. La defensa de Read argumentó durante todo el proceso que la evidencia presentada por la fiscalía era insuficiente y que los errores de la policía estatal de Massachusetts empañaron la integridad de la investigación.
Uno de los elementos que captó mayor atención mediática fue una aplicación de salud en el teléfono de Read, que registró solo 36 pasos entre las horas en que supuestamente habría ocurrido el atropello. La defensa usó ese dato para sugerir que Read no se había bajado de su vehículo y que, por lo tanto, no era posible que hubiera participado en el crimen tal como alegaba la fiscalía.
El caso, aunque legalmente cerrado en términos de los cargos más graves, podría seguir dando de qué hablar. Existen llamados de la defensa y de simpatizantes de Read para que se investigue a fondo el accionar de las fuerzas policiales de Massachusetts durante la noche de la muerte de O’Keefe.