Trump aprueba planes de ataque a Irán: ¿Por que no da la orden?
El presidente Donald Trump ha aprobado planes para un posible ataque militar de EE.UU. contra Irán, pero aún no ha dado la orden final, generando incertidumbre sobre su estrategia en medio de la escalada bélica entre Israel e Irán. Mientras el Pentágono evalúa opciones, Trump mantiene en vilo a aliados y adversarios, calibrando los riesgos políticos y militares de una intervención que podría alterar el equilibrio en Oriente Medio.
Planes aprobados, decisión pendiente
Fuentes del Departamento de Defensa y de inteligencia confirmaron que Trump dio luz verde a planes para unirse a la campaña aérea de Israel contra Irán, que ha destruido 200 lanzadores de misiles iraníes desde el viernes, según el ejército israelí. Sin embargo, tres asesores cercanos al presidente indicaron que Trump aplazó la orden final, esperando señales de que Teherán podría frenar su programa nuclear, enriquecido al 90% según el Organismo Internacional de Energía Atómica. En 2024, Irán produjo 120 kg de uranio apto para armas, intensificando las tensiones.
Declaraciones ambiguas de Trump
El jueves, Trump desmintió especulaciones en Truth Social, afirmando: “¡The Wall Street Journal no tiene idea de mis pensamientos sobre Irán!”. En el Despacho Oval, mantuvo la ambigüedad: “Tengo ideas, pero no he decidido porque las cosas cambian”. Sus comentarios reflejan una postura cautelosa, contrastando con su exigencia de “rendición incondicional” de Irán y amenazas al líder supremo Ali Jameneí. En 2025, EE.UU. ha incrementado su presencia militar en el Golfo Pérsico con 40,000 tropas, según el Pentágono.
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Contexto de la escalada
La decisión de Trump llega tras una semana de ataques israelíes en Irán, que han dejado 230 muertos, según Teherán. El conflicto se intensificó tras un misil iraní que hirió a 72 personas en el Hospital Soroka de Beersheva. Israel, con 400 aviones de combate, ha destruido infraestructura nuclear como el reactor de Arak, mientras Irán ha lanzado 450 misiles y 1,000 drones, según fuentes militares israelíes. La Casa Blanca evalúa unirse a los bombardeos, que podrían costar 500 millones de dólares por operación, según el Instituto de Estudios Estratégicos.
Reacciones en Washington
El Consejo de Seguridad Nacional se reunió de emergencia el lunes tras la abrupta salida de Trump del G7 en Canadá, donde líderes europeos expresaron preocupación por una posible intervención estadounidense. El senador demócrata Mark Warner criticó la falta de claridad, señalando que “la ambigüedad de Trump arriesga una guerra más amplia”. Por su parte, el republicano Lindsey Graham respaldó al presidente, afirmando que “Irán es una amenaza existencial”. Una encuesta de Gallup muestra que el 62% de los estadounidenses se opone a una intervención militar.
Implicaciones geopolíticas
Un ataque de EE.UU. podría desestabilizar el mercado petrolero global, que ya subió un 7% esta semana, según Bloomberg. Irán produce 3.2 millones de barriles diarios, el 3% del suministro mundial. Además, una intervención tensaría las relaciones con China y Rusia, aliados de Teherán, que han condenado los ataques israelíes. La OTAN, con 12 reuniones sobre el conflicto en 2025, teme una fractura en la alianza si EE.UU. actúa unilateralmente. En Teherán, protestas internas han reunido a 10,000 personas, según Amnistía Internacional, complicando la posición del régimen.
Factores detrás de la cautela
Analistas sugieren que Trump duda debido a riesgos domésticos y globales. En EE.UU., el 47% aprueba su gestión, según Rasmussen Reports, pero una guerra impopular podría dañar su reelección en 2028. Además, el Pentágono estima que un conflicto prolongado costaría 1 billón de dólares y 5,000 bajas en un año. Trump también enfrenta presión interna de asesores como el secretario de Defensa Pete Hegseth, quien aboga por la acción, y moderados que piden contención. Mientras, la comunidad internacional observa si Trump priorizará la diplomacia o escalará un conflicto que ya ha desplazado a 50,000 iraníes, según ACNUR.