¿Trump está generando más indocumentados que nunca?
Las políticas migratorias de mano dura del presidente Donald Trump, enfocadas en deportaciones masivas, están paradójicamente aumentando el número de indocumentados en EE.UU. al eliminar estatus legales temporales. La cancelación del parole humanitario y restricciones al Estatus de Protección Temporal (TPS) han dejado a cientos de miles sin autorización, alimentando una crisis migratoria que contradice las promesas de seguridad fronteriza de la administración.
Fin del parole humanitario
El 30 de mayo, la Corte Suprema permitió a Trump terminar con el programa de parole humanitario, que beneficiaba a 500,000 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ordenó a los beneficiarios “autodeportarse”, eliminando sus permisos de trabajo. Según el American Immigration Law Center, esta medida convirtió a 300,000 personas en indocumentadas de la noche a la mañana, exponiéndolas a redadas que han detenido a 15,000 migrantes en 2025, según ICE.
Historias detrás de las cifras
Florndjie Camey, una haitiana de 31 años que llegó legalmente a Miami con un patrocinador, perdió su estatus tras la cancelación del parole. Trabajaba como cajera y apoyaba a su hija en Haití, pero ahora enfrenta la deportación. “No me quedaré como indocumentada”, dijo Camey, quien planea migrar a otro país. En 2024, 1.2 millones de inmigrantes legales vivían en Florida, pero 200,000 han perdido su estatus este año, según el Migration Policy Institute.
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Revocación del TPS y CBP One
Trump también busca revocar el TPS para 350,000 venezolanos y 300,000 afganos, cameruneses y haitianos, un programa que otorga protección temporal y permisos de trabajo. Además, 900,000 personas que ingresaron vía la app CBP One enfrentan órdenes de salida. De estos, 10,000 han sido detenidos, algunos enviados a prisiones en El Salvador por supuestos lazos con pandillas, según el Departamento de Seguridad Nacional. Estas acciones han generado protestas en 15 ciudades, con 50,000 manifestantes, según la ACLU.
Impacto en la economía
La falta de vías legales para trabajadores inmigrantes preocupa a sectores empresariales y agrícolas. En 2024, la agricultura estadounidense dependía de 2 millones de trabajadores inmigrantes, según el Departamento de Agricultura. Sin embargo, Trump ha pausado programas de visas temporales, afectando industrias que enfrentan una caída del 1.5% en la fuerza laboral debido a bajas tasas de natalidad. “No hay esfuerzo por mejorar las vías legales”, dijo Stuart Anderson, de la Fundación Nacional para la Política Estadounidense.
Ciudadanía por nacimiento en la mira
La administración planea eliminar la ciudadanía por nacimiento, garantizada por la 14ª Enmienda. Un análisis del Migration Policy Institute estima que esto añadiría 2.7 millones de indocumentados para 2045 y 5.4 millones para 2075, con 255,000 niños nacidos anualmente sin ciudadanía. En 2024, 4.4 millones de niños nacidos en EE.UU. de padres inmigrantes obtuvieron ciudadanía, según el Pew Research Center. La Corte Suprema revisará esta medida, que podría redefinir el panorama migratorio.
Críticas y defensas
Organizaciones como Haitian Bridge Alliance denuncian que los inmigrantes, investigados exhaustivamente bajo el programa de Biden, son ahora “traicionados”. “Les quitaron la alfombra violentamente”, dijo Guerline Jozef. Por otro lado, Steve Camarota, del Centro de Estudios de Inmigración, apoya a Trump, argumentando que el parole alimentó la crisis fronteriza de 2023, con 2.5 millones de cruces, según CBP. La administración insiste en que los programas eran fraudulentos y perjudicaban a trabajadores estadounidenses.
Efectos en comunidades
Las políticas han generado miedo en comunidades inmigrantes, especialmente en estados como California y Texas, donde viven 11 millones de inmigrantes. En Miami, 500 familias haitianas han solicitado asilo tras perder el parole, pero solo el 15% de las solicitudes fueron aprobadas en 2024, según USCIS. Mientras Trump promete deportar a 1 millón de personas al año, con contratos de 2,000 millones de dólares para prisiones de detención, la paradoja de crear más indocumentados desafía su narrativa de control migratorio.