El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó que un grupo de al menos 250 manifestantes se enfrentó violentamente con agentes federales tras irrumpir en la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Portland, Oregon, como parte de una protesta contra las políticas migratorias de deportación masiva impulsadas por el presidente Donald Trump.
Según la vocera del DHS, Tricia McLaughlin, los manifestantes “lanzaron fuegos artificiales, usaron punteros láser para cegar temporalmente a los oficiales y forzaron su ingreso a las instalaciones” durante la noche del sábado. La autoridad calificó el incidente como un acto coordinado contra fuerzas federales.
Detalles del ataque a sede de ICE en Portland
Los disturbios comenzaron pasadas las 10 de la noche, cuando los manifestantes, que desde la semana anterior mantenían una presencia constante en los alrededores del edificio, se acercaron de forma masiva a la sede del ICE ubicada en el suroeste de Portland. Según imágenes compartidas en redes sociales, se lanzaron objetos, se empujaron contenedores en llamas contra la fachada y se usaron punteros láser contra los agentes.
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INSURRECTION: Federal agents crushed a violent anti-ICE riot in Portland Wednesday night, using tear gas, rubber bullets, and flash bangs to disperse a mob that tried to block access to an ICE facility, marking yet another chaotic clash in the sanctuary city’s ongoing protests.… pic.twitter.com/vyOMay6mI2
— @amuse (@amuse) June 20, 2025
El Departamento de Seguridad Nacional reportó al menos cinco arrestos. Uno de los detenidos fue identificado como Eduardo Díaz, de 22 años, quien portaba un chaleco antibalas y una máscara antigás al momento de su captura. Se le acusa de apuntar un láser directamente a los ojos de un oficial federal, un delito menor en Oregon pero considerado grave al tratarse de una agresión a personal de seguridad federal. Díaz fue retenido bajo custodia federal con una orden de los U.S. Marshals.
Otra detenida fue Mariana M. Rivera-Loza, de 19 años, arrestada aproximadamente a las 12:30 a.m. por ingresar sin autorización a un área restringida del edificio. La policía informó que llevaba consigo un escudo protector en el momento de su detención.
Ambos enfrentan cargos estatales, pero podrían enfrentar cargos federales adicionales si la fiscalía decide ampliar la investigación.
Reacción de las autoridades al ataque a sede de ICE en Portland
En declaraciones a Newsweek, McLaughlin condenó el ataque y enfatizó que “no se tolerarán agresiones contra funcionarios federales”. Añadió que “los oficiales están enfrentando un aumento del 413% en los ataques, mientras continúan arriesgando sus vidas para arrestar a asesinos, violadores y miembros de pandillas”.
Decenas de personas se juntaron para hacer una vigilia por las familias que han sido separadas a causa de las redadas de ICE. Foto: X/@@gregoryconan
También informó que agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) y de otras divisiones del DHS fueron desplegados rápidamente tras los primeros reportes de violencia. Estos utilizaron dispositivos de dispersión como granadas de estruendo y gases para controlar a la multitud y asegurar el perímetro.
Según el Departamento de Policía de Portland, más de 20 personas han sido arrestadas desde que comenzaron las protestas continuas frente a la sede del ICE. Aunque la mayoría de las manifestaciones han sido pacíficas, el ataque del sábado marca un punto de inflexión en la tensión entre activistas y las autoridades.
Contexto político del ataque a sede de ICE en Portland
El ataque se produce en medio de un ambiente político polarizado en Estados Unidos, donde la ejecución de nuevas órdenes de deportación masiva por parte del gobierno federal ha intensificado las protestas en ciudades como Portland, Nueva York y Los Ángeles.
Durante su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha intensificado su retórica contra la migración indocumentada, prometiendo realizar la “mayor operación de deportación de la historia del país”. Como parte de esa estrategia, ha instruido al ICE y al DHS a aumentar los operativos y acelerar la construcción de nuevos centros de detención.
Activistas proinmigrantes han advertido que estas políticas afectan de manera desproporcionada a comunidades latinas y afrodescendientes, y han denunciado casos de separación familiar, detenciones arbitrarias y abusos durante los arrestos.
En Portland, conocida por su historial de protestas contra el gobierno federal, las manifestaciones frente a la sede del ICE se han convertido en un símbolo de resistencia contra las políticas de Trump. No obstante, las autoridades locales se han mostrado preocupadas por el aumento en la violencia durante estas acciones.
El ataque a sede de ICE en Portland ha vuelto a encender el debate nacional sobre la criminalización de la protesta, la militarización de las fuerzas del orden y el papel del gobierno federal en los estados que se resisten a colaborar con las políticas migratorias actuales.