El conflicto entre el estado de California y el gobierno de Donald Trump por el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles se intensificó este viernes en una corte federal. La disputa legal llegó nuevamente ante el juez Charles Breyer, luego de que un tribunal de apelaciones le otorgara al presidente una victoria procesal que le permite mantener el control federal sobre las tropas desplegadas.
La audiencia se produjo en medio de un clima aún tenso, aunque las protestas que motivaron la movilización militar han disminuido. Los abogados del estado buscan ahora obtener una orden judicial preliminar que devuelva al gobernador Gavin Newsom el mando sobre los soldados movilizados en suelo californiano.
California reta a Trump por el control de las tropas
El centro del caso radica en si el presidente tiene autoridad para asumir el control de la Guardia Nacional de un estado sin el consentimiento del gobernador. En este caso, Trump ordenó el despliegue de tropas para responder a las protestas contra redadas migratorias en Los Ángeles. Newsom se opuso desde el inicio, calificando la medida como una extralimitación del poder presidencial.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, habla sobre la decisión de Donald Trump de desplegar la Guardia Nacional en los protestas de Los Ángeles. Foto: ohn G. Mabanglo
El juez federal Charles Breyer, quien anteriormente había emitido una orden de restricción temporal, dictaminó que las protestas no constituían una rebelión, como lo exige la ley federal para una acción de este tipo. “Las protestas en Los Ángeles están muy lejos de ser una ‘rebelión’”, escribió Breyer, fiscal del caso Watergate y hermano del juez retirado de la Corte Suprema Stephen Breyer.
El Tribunal Federal de Apelaciones del 9° Circuito, sin embargo, suspendió esa orden al considerar que el gobierno federal presentó evidencia suficiente para justificar la medida bajo el argumento de mantener el orden público frente a actos de violencia.
California reta a Trump por la vía judicial
California sostiene que esta intervención representa un precedente peligroso y que se trata del primer despliegue de la Guardia Nacional por parte de un presidente sin autorización estatal desde la época del Movimiento por los Derechos Civiles en 1965. En su demanda, el estado asegura que se ha violado el principio de federalismo y que las autoridades locales deben conservar el control sobre sus fuerzas armadas cuando no existen condiciones extraordinarias.
El gobernador de California, Gavin Newsom, habla sobre la decisión de Donald Trump de desplegar la Guardia Nacional en los protestas de Los Ángeles Foto: EFE/John G. Mabanglo
El gobernador Gavin Newsom advirtió que la acción de Trump podría repetirse en otros estados. “El presidente no es un rey y no está por encima de la ley”, declaró en una conferencia de prensa. “Si esto avanza, ningún estado estará a salvo de ver soldados federales en sus calles por decisión unilateral del presidente”, agregó.
El gobierno de Trump ha defendido la medida argumentando que era necesaria para proteger edificios federales y controlar disturbios. Trump celebró el fallo de la corte de apelaciones en redes sociales, señalando que se trata de una “gran victoria” y sugirió que más despliegues podrían realizarse en otras ciudades si las policías locales “no pueden o no quieren hacer su trabajo”.
California reta a Trump en un contexto de tensión política
El caso se desarrolla en un contexto de crecientes tensiones políticas entre California y el gobierno federal. En los últimos años, la administración de Trump ha chocado repetidamente con el estado por sus políticas migratorias, ambientales y de salud pública. Este nuevo conflicto, centrado en el uso de la Guardia Nacional, refuerza el enfrentamiento entre ambos niveles de gobierno.
Durante las protestas de semanas recientes, manifestantes bloquearon accesos, quemaron contenedores y enfrentaron a las fuerzas del orden en distintos puntos de Los Ángeles. Aunque las movilizaciones han perdido fuerza, decenas de personas continúan manifestándose frente a instalaciones federales como el estadio de los Dodgers, donde recientemente se observaron camionetas con agentes encapuchados. La propia organización deportiva solicitó que los agentes se retiraran del lugar.
La alcaldesa Karen Bass levantó el toque de queda que había impuesto en el centro de la ciudad, indicando que el orden se ha restablecido parcialmente. Sin embargo, la presencia militar se mantiene, mientras el vicepresidente JD Vance viajó este viernes a Los Ángeles para visitar a marines que custodian edificios gubernamentales.
Por el momento, la Guardia Nacional de California permanecerá bajo mando federal mientras el caso continúa en litigio. La decisión final podría redefinir los límites del poder presidencial sobre las fuerzas militares estatales en tiempos de tensión social.