A pesar del discurso oficial que justificaba las redadas masivas por motivos de seguridad pública, nuevos datos muestran que solo el 28,3 % de los migrantes detenidos por ICE durante el Gobierno de Donald Trump contaban con antecedentes penales. El resto, es decir más del 70 %, no había cometido ningún delito.
La cifra se desprende de un informe publicado por el centro de datos Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, que monitorea regularmente las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El informe, actualizado al 15 de junio, registra un total de 56.397 migrantes detenidos por ICE como parte de la política de deportaciones intensificadas en la administración Trump.
Migrantes detenidos por ICE sin historial criminal
Lo más llamativo del informe es que el 71,7 % de los migrantes detenidos por ICE no tenía antecedentes penales. Este dato contradice uno de los pilares discursivos del Gobierno republicano, que sostenía que las deportaciones se dirigían principalmente a personas con historial delictivo.
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Según el informe, de ese 28,3 % que sí contaba con antecedentes, muchos habían cometido infracciones menores o no violentas, como conducir con una luz trasera rota, no llevar al perro con correa, pescar sin licencia o infracciones de tráfico simples.
Una imagen de archivo de un cartel en una protesta contra las detenciones de migrantes (EE.UU.). EFE/EPA/ Cristobal Herrera-Ulashkevich
Además, TRAC aclaró que actualizó su metodología. A partir de ahora, no se incluirá a personas con cargos penales pendientes dentro de la categoría de “con antecedentes”, como se hacía anteriormente. Esto ofrece una imagen más precisa del perfil legal de los detenidos y reduce significativamente las cifras de criminalización.
Aumento de detenciones y baja proporción de delitos
Este repunte en los arrestos de inmigrantes es el más alto desde mayo de 2019, cuando TRAC comenzó a publicar sus estadísticas quincenales. Sin embargo, en lugar de reflejar un aumento de peligrosidad, los datos revelan que la gran mayoría de los migrantes detenidos por ICE eran personas sin historial criminal.
Algunos sectores de la sociedad civil y organizaciones proinmigrantes han advertido que las políticas de detención masiva terminan afectando a trabajadores, padres de familia, estudiantes y residentes de larga data en Estados Unidos. Las redadas en lugares de trabajo y comunidades enteras han sembrado temor entre la población latina.
Fotografía cedida por la sección de Miami de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) donde aparecen unos agentes durante el arresto de un indocumentado venezolano, en Miami, Florida (Estados Unidos). EFE/ HSI Miami
“Se nos dijo que las redadas eran para sacar criminales de nuestras calles, pero la mayoría de las personas que conocemos detenidas nunca habían hecho daño a nadie. Lo único que hicieron fue cruzar la frontera buscando una vida mejor”, comentó a medios locales un portavoz de la organización Families Belong Together.
Migrantes detenidos por ICE y vigilancia bajo ATD
Además de las detenciones físicas, ICE mantiene bajo monitoreo a 183.756 personas —entre familias e individuos— a través de sus programas de Alternativas a la Detención (ATD), según cifras oficiales al 14 de junio. Estas medidas incluyen pulseras electrónicas, llamadas regulares y verificaciones en línea para rastrear a los migrantes mientras avanzan sus procesos legales.
Este programa ha sido señalado como una medida más humana y económica frente al encierro prolongado, aunque también ha recibido críticas por las restricciones que impone a los participantes. Sin embargo, incluso entre los migrantes bajo vigilancia, la mayoría carece de historial delictivo.
“Las alternativas al encierro son necesarias, pero deben aplicarse con justicia y transparencia. Muchos inmigrantes monitoreados por ICE no tienen ningún cargo penal y no representan un riesgo”, señaló un abogado de inmigración en Nueva Jersey.
Con este nuevo informe, se pone en evidencia un patrón de criminalización injustificada dentro del sistema migratorio. Mientras la administración Trump promovía un discurso centrado en la “seguridad nacional”, los números revelan una estrategia que impactó a miles de personas sin antecedentes penales.
La diferencia entre el discurso y la realidad resalta la necesidad de revisar cómo se implementan las políticas migratorias, especialmente cuando afectan de forma directa a la comunidad latina en Estados Unidos. Los migrantes detenidos por ICE no son, en su mayoría, criminales, sino personas que buscaban mejores condiciones de vida.