En medio de una creciente controversia por las condiciones en las que se encuentran cientos de migrantes detenidos en el Centro de Detención Krome, el congresista republicano Carlos Giménez, representante del sur de Florida, defendió públicamente el funcionamiento del centro de ICE en Miami, restando importancia a los señalamientos de hacinamiento y trato inhumano por parte de organizaciones civiles y migrantes.
“Esto no es el Ritz, pero no hay nada alarmante ocurriendo aquí”, declaró el legislador cubanoamericano después de realizar una visita al centro el lunes, tras viralizarse imágenes en las que migrantes detenidos formaban con sus cuerpos un gran “SOS” para pedir ayuda, visible desde el cielo. Las imágenes también mostraban palabras como “Cuba” y “libre” escritas con ropa o toallas.
Condiciones del centro de ICE en Miami bajo escrutinio
Las protestas visuales de los migrantes en el centro de ICE en Miami atrajeron la atención nacional e internacional. Los testimonios que salieron a la luz denuncian condiciones de hacinamiento en el centro de Krome, con una ocupación reportada de hasta 300% por encima de su capacidad en ciertos momentos. Diversos colectivos de derechos humanos, entre ellos la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), calificaron la situación como «inhumana».
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“La evaluación del congresista Giménez está lejos de la realidad”, declaró la ACLU en un comunicado. “Krome está sobrepoblado y las condiciones allí se han comparado con un campo de concentración. La gente está sufriendo”.
Centro de Detención Krome. Foto: CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH (EFE)
Sin embargo, el congresista, tras su inspección, negó tales afirmaciones. Aseguró que el centro de ICE en Miami cuenta con capacidad para mil personas y que, al momento de su visita, esa era la cantidad exacta de detenidos. Dijo que no observó a personas durmiendo en el suelo, sin acceso a baños o a alimentos, y que las instalaciones incluyen seis inodoros y seis duchas por cada 100 personas.
“Se alimenta a todos tres veces al día, y hay baños adecuados”, afirmó Giménez, defendiendo el estándar de atención en el lugar. Aseguró que no observó violaciones de derechos humanos durante su recorrido.
Protestas migrantes y defensores critican al centro de ICE en Miami
Las expresiones de protesta en el centro de ICE en Miami no han pasado desapercibidas. Las imágenes aéreas de los migrantes formando mensajes de auxilio reflejan un desespero colectivo. Varios congresistas demócratas han solicitado inspecciones independientes y han pedido rendición de cuentas al gobierno federal por lo que consideran abusos sistemáticos dentro del sistema de detención de inmigración.
A esto se suman los testimonios de migrantes cubanos detenidos, quienes han señalado falta de acceso a atención médica, escasa ventilación y retrasos en los procesos migratorios. La presión social y política ha escalado, especialmente luego de que el congresista Giménez también defendiera otro centro de detención en Miami apenas la semana pasada.
Activistas en un Centro de Procesamiento de Servicios de Krome, en Miami, Florida, el 24 de mayo.Foto: CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH (EFE)
El Centro de Detención Federal (FDC) también enfrenta denuncias por hacinamiento y maltrato. Giménez negó que existan condiciones inhumanas allí, pero diversas organizaciones civiles insisten en lo contrario.
ICE y nuevas medidas migratorias generan polémica en Florida
La situación en el centro de ICE en Miami se suma a un clima político migratorio tenso en el estado de Florida. El fiscal general del estado, James Uthmeier, ha propuesto la creación de una nueva prisión migratoria denominada “Alcatraz Lagarto”, que estaría ubicada en un aeropuerto abandonado dentro de los Everglades, rodeado de caimanes y serpientes pitón.
Esta idea ha generado rechazo inmediato entre defensores de derechos humanos, quienes consideran la propuesta como un acto de crueldad simbólica. “Esto no es solo innecesario, sino un insulto a la dignidad de los migrantes”, dijo la organización Human Rights First en un comunicado.
Por otro lado, el condado de Miami-Dade votará este jueves un acuerdo que permitiría al ICE pagar 50 dólares por cada migrante que permanezca 48 horas en una prisión local. Además, otorgaría a la agencia acceso libre a los detenidos y control sobre la información compartida, lo que ha despertado preocupaciones sobre la privacidad y el debido proceso legal.
El centro de ICE en Miami continúa bajo una lupa crítica, mientras el debate sobre el trato a los migrantes sigue generando divisiones políticas y sociales en Florida y en todo el país. Aunque las autoridades aseguran que no hay irregularidades, los testimonios de los detenidos y las imágenes difundidas abren una nueva etapa de fiscalización pública y legal sobre las prácticas del sistema migratorio estadounidense.