El reciente ataque de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares en Irán no logró destruir completamente su infraestructura, y solo habría retrasado el desarrollo de su programa nuclear “unos meses”, según un informe filtrado de inteligencia al que tuvo acceso la prensa estadounidense. Aunque desde la Casa Blanca insisten en que la operación fue un éxito total, las evaluaciones iniciales contradicen ese relato oficial.
El ataque, denominado ‘Midnight Hammer’ (Martillo de Medianoche), tuvo lugar el sábado 22 de junio y se centró en los centros nucleares de Isfahán, Natanz y Fordó. Las tres instalaciones forman parte del núcleo del programa nuclear de Irán, que ha sido motivo de tensiones constantes entre Teherán, Washington y otras potencias occidentales.
El ataque de EE. UU. solo retrasó el plan nuclear iraní, según reportes
De acuerdo con el New York Times, antes del bombardeo, las agencias de inteligencia de EE. UU. estimaban que Irán estaba a solo tres meses de poder fabricar una bomba nuclear. Tras la ofensiva, ese plazo se ha extendido a menos de seis meses, de acuerdo a un documento preliminar de cinco páginas elaborado por el Departamento de Inteligencia.
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Esa información sugiere que el ataque no logró eliminar la capacidad de Irán para enriquecer uranio ni sus reservas más críticas. En concreto, la mayoría del material enriquecido habría sido trasladado antes de la operación, lo que limitó el impacto destructivo de los misiles y bombas lanzados por los bombarderos estadounidenses.
Fotografía cedida por las Fuerzas Armadas de Irán, que muestra a oficiales durante la evaluación de los daños a su programa nuclear tras los ataques de EE.UU. a tres de sus instalaciones. EFE/Fuerza Armada de Irán
El documento señala que los ataques destruyeron solo una pequeña parte del material, lo que significa que Irán aún podría reiniciar su programa si lo decide. “No se alcanzaron los niveles de destrucción que la Administración Trump esperaba”, señala el informe filtrado, que ha sido citado también por CNN.
Discrepancias sobre el impacto del ataque de EE. UU. al plan nuclear iraní
A pesar de estas revelaciones, altos funcionarios del gobierno estadounidense niegan categóricamente que el ataque haya tenido un efecto limitado. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró en un comunicado que la operación fue “devastadora” y que “eliminó por completo la capacidad de Irán para producir armamento nuclear”.
Hegseth defendió que las bombas, lanzadas desde bombarderos B-2, impactaron “exactamente en los puntos precisos” y acusó a los críticos de intentar socavar la misión y restar mérito al presidente Donald Trump.
Fotografía cedida por la Fuerzs Aérea de EE.UU. donde aparece un bombardero B-2 aterrizando, después de apoyar la operación ‘Midnight Hammer’ contra el programa nuclear de Irán. EFE/Fuerza Aérea de EE.U
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, rechazó la validez del informe filtrado. Afirmó que se trata de una filtración ilegal proveniente de “un funcionario anónimo de bajo nivel” y que los datos no corresponden con la realidad operativa.
Leavitt calificó el documento de “alto secreto” como un intento político por desacreditar a Trump y a los pilotos que participaron en la operación. “Lanzamos 14 bombas de precisión de 13.600 kilos. Lo que ocurrió fue una aniquilación total”, expresó.
El ataque de EE. UU. al programa nuclear iraní involucra 125 aeronaves
La operación ‘Midnight Hammer’ fue una de las ofensivas más grandes lanzadas por Estados Unidos en Oriente Medio en los últimos años. Participaron 125 aeronaves, incluidos siete bombarderos B-2 Spirit, así como aviones cisterna, cazas y vehículos de reconocimiento. Se utilizaron al menos 75 bombas guiadas por láser y misiles de largo alcance.
Las Fuerzas Armadas de Irán también difundieron imágenes satelitales y fotografías del estado de sus instalaciones tras el ataque. En ellas se observa a oficiales evaluando los daños en Isfahán y Fordó, aunque el régimen ha evitado ofrecer cifras oficiales sobre pérdidas humanas o tecnológicas.
En respuesta a la ofensiva, el embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, declaró días atrás que su país no abandonará el desarrollo nuclear y que las agresiones “solo fortalecen la resistencia del pueblo iraní”.
Mientras tanto, la comunidad internacional se mantiene atenta a si el conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos escalará aún más. Aunque el alto el fuego ha detenido los ataques de momento, la desconfianza persiste y las dudas sobre el verdadero impacto del ataque siguen sin resolverse.