DeSantis planea duplicar cárceles para migrantes en Florida
El gobernador Ron DeSantis anunció planes para construir un segundo centro de detención de migrantes en Florida, en Camp Blanding, intensificando el apoyo estatal a las políticas migratorias del presidente Donald Trump. Esta iniciativa, junto al controvertido centro “Alligator Alcatraz” en los Everglades, busca duplicar la capacidad de detención de migrantes, generando críticas por su impacto ambiental y las condiciones de los detenidos.
Nuevo centro en Camp Blanding
El 24 de junio de 2025, DeSantis reveló que evalúa establecer un centro de detención en Camp Blanding, un campo de entrenamiento de la Guardia Nacional a 48 kilómetros de Jacksonville. La propuesta complementa el centro en construcción en los Everglades, apodado “Alligator Alcatraz”, y responde al objetivo federal de aumentar la capacidad de detención de 41,000 a 100,000 camas. “Esto aliviará la presión sobre nuestras fuerzas locales”, afirmó DeSantis en Tampa, destacando la colaboración con la administración Trump.
Camp Blanding, con 73,000 acres, ofrece espacio aislado, similar al enfoque de los Everglades, donde el entorno natural dificulta fugas. La División de Gestión de Emergencias de Florida (FDEM) ya trabaja en los detalles del proyecto, aunque no se ha anunciado un cronograma.
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“Alligator Alcatraz” en los Everglades
El centro en los Everglades, ubicado a 72 kilómetros de Miami, estará operativo en julio de 2025 con 5,000 camas en tiendas de campaña y remolques temporales. Costará 450 millones de dólares anuales, a 245 dólares por cama diaria, financiados inicialmente por Florida y reembolsados por FEMA. Su ubicación en un humedal sensible, hogar de caimanes y especies protegidas, ha desatado críticas de ambientalistas. “Es un desastre ecológico y una crueldad”, dijo un portavoz de Sierra Club Florida.
El aislamiento del sitio, rodeado de mosquitos y caimanes, es visto por DeSantis como una ventaja de seguridad. “Nadie escapará con caimanes alrededor”, afirmó, aunque defensores de derechos humanos denuncian que las condiciones serán inhumanas, citando informes de 2024 sobre agua contaminada y negligencia médica en centros similares.
Críticas y preocupaciones
Organizaciones como la ACLU de Florida y el Southern Poverty Law Center han condenado los centros, argumentando que violan derechos humanos y fomentan el perfilamiento racial. En 2024, Florida albergaba a 1.8 millones de inmigrantes, el 8% indocumentados, según el Pew Research Center. La comunidad latina, especialmente en Miami-Dade, teme que las instalaciones intensifiquen las deportaciones, que alcanzaron 1,200 detenciones diarias por ICE en junio de 2025.
Funcionarios locales del condado de Miami-Dade, propietario de la pista en los Everglades, cuestionaron el uso de poderes de emergencia por DeSantis para tomar el terreno. “Es una expropiación sin consulta”, dijo un comisionado. Además, las tribus Miccosukee y Seminole expresaron preocupación por el impacto en sitios culturales en los humedales.
Preparativos para huracanes
La temporada de huracanes, que en 2024 dejó 120,000 evacuados en Florida, plantea desafíos para los centros. Molly Best, portavoz de DeSantis, confirmó que FDEM elabora planes de evacuación, pero no especificó destinos, que dependerán de la trayectoria de las tormentas y la población detenida. “Evacuaremos si los vientos superan la capacidad de las instalaciones temporales”, aseguró. Meteorólogos predicen una temporada 2025 activa, con hasta 20 tormentas nombradas.
En 2023, el huracán Idalia causó 1.5 mil millones de dólares en daños en Florida, destacando la vulnerabilidad de estructuras temporales como las planeadas. Activistas exigen claridad sobre cómo se protegerá a los detenidos, recordando incidentes de 2017 cuando centros de detención quedaron sin electricidad durante huracanes.
Contexto político
La iniciativa de DeSantis refuerza su alianza con Trump, quien ha priorizado las deportaciones masivas desde enero de 2025. Florida, un estado clave con 30 votos electorales, ha adoptado leyes antimigración, como la SB 1718 de 2023, que penaliza el transporte de indocumentados. Sin embargo, estas políticas han generado protestas, con 5,000 manifestantes en Miami en mayo de 2025 exigiendo el cierre de centros de detención.
El plan también enfrenta resistencia en el Congreso, donde demócratas como el senador Bob Menéndez han propuesto limitar fondos para detenciones migratorias. Mientras tanto, DeSantis defiende los centros como esenciales para la seguridad, prometiendo que Florida seguirá liderando en la aplicación de leyes migratorias.