La senadora Lisa Murkowski, una de las voces más moderadas dentro del Senado de Estados Unidos, está considerando seriamente romper con el Partido Republicano, según reveló en una entrevista reciente. Su descontento con la dirección del partido y la falta de apoyo a las políticas que impulsa para Alaska la han llevado a replantear su futuro político.
Durante su participación en el pódcast de Semafor, Murkowski, quien ha representado a Alaska en el Senado desde 2002, señaló que no se siente respaldada dentro del partido que ha sido su hogar político por más de dos décadas. Aunque no ha tomado una decisión definitiva, dejó claro que cambiar de partido o declararse independiente está sobre la mesa.
“Sería deshonesto si negara que me lo han preguntado o que yo misma no lo haya considerado. Hay momentos en los que uno se siente fuera de lugar”, expresó Murkowski. Y añadió: “Algunas políticas del Partido Republicano ya no reflejan mis valores ni las necesidades de mi estado”.
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Lisa Murkowski y su desencanto con el Partido Republicano
La senadora ha sido durante años una figura atípica dentro del Partido Republicano. Votó a favor del juicio político a Donald Trump, apoyó la confirmación de Ketanji Brown Jackson a la Corte Suprema, y ha mantenido una postura centrista en temas como el derecho al aborto, el cambio climático y los derechos indígenas.
Estas posiciones la han distanciado del núcleo duro del partido, especialmente durante el segundo mandato de Trump. A pesar de representar a uno de los estados más conservadores del país, Murkowski ha defendido una agenda propia, basada en las particularidades de Alaska, su economía y su geografía.
I will continue to do everything I can to protect Alaskans’ access to emergency updates, news, weather reporting, and educational programming that local public broadcasting provides Alaska. pic.twitter.com/r4og5S79P0
— Sen. Lisa Murkowski (@lisamurkowski) June 25, 2025
El megaproyecto de ley republicano que se discute actualmente en el Senado ha puesto a Murkowski nuevamente en el centro del debate. Su voto podría ser decisivo, lo que le da margen de negociación. Pero también le genera presión desde ambas bancadas.
“No comparto muchas de las estrategias ni prioridades del partido en este momento”, declaró. “Y aunque no me identifico con los demócratas, porque también tienen sus propios problemas, estoy explorando qué vía me permite ser más efectiva para Alaska”.
¿Una senadora republicana independiente?
La posibilidad de que Lisa Murkowski abandone formalmente al Partido Republicano no es nueva, pero nunca había sido tan explícita. A sus 68 años, la senadora ha considerado adoptar el estatus de independiente, una ruta que ya han seguido otros políticos desencantados con la polarización partidaria.
En Alaska, el sistema electoral permite que un candidato independiente compita con fuerza, gracias al modelo de primarias abiertas y votación por orden de preferencia. Esto significa que Murkowski podría mantener su escaño sin el respaldo directo del partido, siempre que conserve el apoyo de los votantes.
Foto: X/@lisamurkowski
“Convertirme en independiente es una posibilidad real”, admitió. “Mi objetivo es seguir siendo útil para mi estado, y si eso significa actuar fuera de las líneas partidarias tradicionales, lo consideraré”.
Cabe recordar que Murkowski ya enfrentó una elección complicada en 2010, cuando perdió la primaria republicana y ganó la elección general como candidata por escritura. Esa experiencia le demostró que su marca política personal es más fuerte que las etiquetas partidarias.
Trump y el futuro de Murkowski en el Partido Republicano
La relación entre Lisa Murkowski y Donald Trump ha sido tensa desde hace años. La senadora votó en su contra durante los procesos de impeachment y ha criticado sus políticas migratorias y ambientales. En respuesta, Trump ha apoyado abiertamente a candidatos para desplazarla en elecciones pasadas.
No obstante, la administración actual de Trump ha expresado su intención de explotar los recursos naturales de Alaska, especialmente en el sector energético. Esta iniciativa podría beneficiar al estado y, paradójicamente, reforzar la influencia de Murkowski entre los republicanos más pragmáticos.
Analistas políticos consideran que, si la senadora logra canalizar estos proyectos en favor de su estado, podría posponer una ruptura definitiva con el Partido Republicano. Sin embargo, el desgaste emocional y político parece estar acumulándose.
“Es difícil pertenecer a un partido donde constantemente debes justificar tus decisiones o explicar por qué priorizas a tu estado por encima de la ideología”, comentó recientemente a medios locales en Alaska.
En este escenario, Lisa Murkowski se convierte en un símbolo de la lucha interna que vive el Partido Republicano entre su ala tradicional y la más radical. Su posible salida o redefinición política sería un golpe significativo para el GOP, que perdería a una de sus pocas figuras moderadas con presencia nacional.
Y mientras se aproxima el calendario electoral de 2026, muchos se preguntan si el futuro político de Murkowski estará vinculado al mismo partido que la vio crecer, o si finalmente dará el paso y se unirá al reducido, pero influyente, grupo de independientes del Senado.