El mundo del baloncesto vibró anoche cuando los Dallas Mavericks seleccionaron a Cooper Flagg como la primera elección del Draft de la NBA 2025, celebrado en el Barclays Center de Brooklyn. Este joven de 18 años, oriundo de Newport, Maine, ha sido considerado durante meses el prospecto más prometedor de su generación, y su llegada a Dallas marca un momento clave para una franquicia que busca reinventarse tras una temporada complicada. Pero, ¿quién es este talento que ha captado la atención de la NBA? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre Cooper Flagg, el nuevo rostro de los Mavericks.
Flagg, un alero de 2.06 metros, destacó en su única temporada en la Universidad de Duke, donde demostró ser un jugador versátil en ambos lados de la cancha. Con apenas 17 años al inicio de su etapa universitaria, se convirtió en el cuarto freshman en la historia de la NCAA en ganar el Premio Wooden como el mejor jugador del país, uniéndose a leyendas como Kevin Durant y Anthony Davis.
Sus estadísticas en Duke, con un promedio de 19.2 puntos, 7.5 rebotes y 4.2 asistencias por partido, reflejan su capacidad para impactar en múltiples facetas del juego. Sin embargo, lo que más emociona a los aficionados y analistas es su combinación de habilidades ofensivas, instinto defensivo y una ética de trabajo que lo hace destacar.
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Un defensor élite con potencial ofensivo
Uno de los puntos fuertes de Cooper Flagg es su versatilidad defensiva. Con una envergadura de 2.13 metros y una agilidad poco común para su estatura, Flagg puede defender desde bases rápidos hasta pívots corpulentos. Durante su tiempo en Duke, lideró a los Blue Devils en robos (1.4 por partido) y tapones (1.4 por partido), mostrando un instinto innato para interrumpir las jugadas rivales. Su entrenador en Duke, Jon Scheyer, lo describió como “un ganador absoluto” y destacó su capacidad para elevar el rendimiento de sus compañeros. Esta habilidad defensiva será clave para los Mavericks, quienes buscan fortalecer su identidad competitiva en la Conferencia Oeste.
El jugador Cooper Flagg tras proclamarse número uno del draft de la NBA. EFE/EPA/Sarah Arah Yenesel Shutterstock
En el aspecto ofensivo, Flagg aún tiene espacio para crecer, pero su potencial es innegable. Durante su temporada en Duke, mostró mejoras significativas como tirador, alcanzando un 39% en triples, y se convirtió en el referente en momentos clave, como lo demostró con 42 puntos en un partido contra Notre Dame, un récord para un freshman en la ACC. Su capacidad para crear jugadas, pasar el balón y atacar el aro lo convierte en un prospecto con un techo altísimo. Los Mavericks, que cuentan con veteranos como Anthony Davis y Kyrie Irving, ven en Flagg una pieza que puede contribuir de inmediato mientras se desarrolla como líder a largo plazo.
El impacto de Cooper Flagg en los Mavericks
Tras una temporada 2024-2025 marcada por lesiones y un récord de 39-43, los Mavericks lograron un golpe de suerte al ganar la lotería del draft con solo un 1.8% de probabilidades. Este milagro les permitió asegurar el primer pick, una oportunidad que el gerente general Nico Harrison no dudó en aprovechar. “Es un talento generacional, una oportunidad única en la vida”, afirmó Harrison tras la selección de Flagg. La incorporación del joven alero se ve como un paso para mitigar las preocupaciones tras el traspaso de Luka Dončić a los Lakers, un movimiento que generó controversia entre los aficionados.
FLAGG CAPTURED!
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— Dallas Mavericks (@dallasmavs) June 26, 2025
En Dallas, Flagg se unirá a una plantilla con aspiraciones de competir de inmediato. Con Anthony Davis como pilar defensivo y ofensivo, y un Kyrie Irving que se recupera de una lesión en el ligamento cruzado, Flagg tendrá la oportunidad de asumir un rol importante desde el inicio. Los Mavericks planean utilizarlo como un alero versátil, capaz de compartir responsabilidades de creación de juego y aportar en defensa junto a jugadores como Dereck Lively II y P.J. Washington. La juventud de Flagg, combinada con la experiencia de los veteranos, podría ser la fórmula para devolver a Dallas a la élite de la NBA.
Un talento con raíces humildes
Más allá de sus habilidades en la cancha, Cooper ha conquistado a los aficionados con su historia personal. Nacido en una pequeña localidad de Maine, Flagg creció jugando junto a su hermano gemelo, Ace, quien ahora competirá en la Universidad de Maine. Sus padres, ambos exjugadores universitarios, le inculcaron una mentalidad competitiva desde temprana edad. Flagg reclasificó su curso escolar para llegar a Duke un año antes, una decisión que reflejó su deseo de enfrentarse a retos mayores. “Siempre busco un gimnasio donde no sea el mejor jugador”, dijo Flagg, citando una frase de su madre que resume su filosofía.
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Su impacto trasciende lo deportivo. En Maine, Flagg es un héroe local, y su selección como número 1 ha generado orgullo en una región poco acostumbrada a los reflectores de la NBA. Durante el draft, Flagg expresó su emoción al compartir el momento con su familia: “Ellos están aquí por mí, y yo no estaría aquí sin ellos”. Este sentido de gratitud y humildad lo ha convertido en un favorito de los aficionados, que ven en él no solo un talento excepcional, sino también un líder con valores firmes.
La llegada de Flagg a los Mavericks marca el inicio de una nueva era. Con solo 18 años, tiene el potencial de convertirse en el próximo rostro de la franquicia, un jugador capaz de liderar tanto en la cancha como fuera de ella. Mientras Dallas se prepara para la temporada 2025-2026, los ojos del mundo del baloncesto estarán puestos en este joven que promete redefinir el futuro de la NBA.