El estado de Nueva York está dando un gran salto hacia el futuro con una nueva planta nuclear que promete transformar su panorama energético y económico. El 23 de junio de 2025, la gobernadora Kathy Hochul anunció la construcción de la primera central nuclear en el estado en más de tres décadas, un proyecto liderado por la Autoridad de Energía de Nueva York (NYPA).
Esta iniciativa no solo busca producir 1 gigavatio de energía limpia, sino también generar miles de empleos en un momento en que la demanda eléctrica crece por sectores como la inteligencia artificial, la manufactura y el transporte eléctrico. Aquí te contamos todo sobre este ambicioso plan que combina sostenibilidad con desarrollo económico.
La nueva planta nuclear, diseñada para ser de cero emisiones, responde al aumento en el consumo eléctrico impulsado por industrias emergentes y la necesidad de reemplazar plantas de combustibles fósiles obsoletas. Hochul, hablando desde el Niagara County Power Project en Lewiston, destacó que el proyecto es clave para lograr la independencia energética del estado.
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“Si Nueva York quiere seguir siendo una potencia económica, necesitamos energía limpia, asequible y abundante”, afirmó la gobernadora en un mensaje en redes sociales. La planta, que se ubicará en el norte del estado, promete no solo reducir las emisiones, sino también dinamizar comunidades locales con oportunidades laborales.
Un impulso para la economía
El proyecto es una apuesta por el empleo. Según estimaciones de la NYPA, la construcción de la nueva planta nuclear generará 1,600 empleos temporales en áreas como ingeniería, construcción y logística. Una vez operativa, se espera que cree 1,200 puestos permanentes, desde técnicos nucleares hasta personal administrativo.
Dennis Affinati, vicepresidente internacional de la International Brotherhood of Electrical Workers (IBEW), señaló que estos empleos ofrecerán “estabilidad económica a muchas familias” gracias a salarios competitivos. Además, la NYPA está buscando socios privados para financiar parte del proyecto y adquirir la energía producida, lo que podría atraer más inversión al estado.

La selección del lugar para la planta está en marcha, con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Energético del Estado de Nueva York (NYSERDA) y el Departamento de Servicio Público liderando el proceso. Los criterios incluyen seguridad pública, apoyo de las comunidades locales, infraestructura existente y disponibilidad de mano de obra calificada.
Aunque no se ha confirmado una ubicación exacta, la planta Nine Mile Point en Oswego es una candidata fuerte, ya que la compañía Constellation ha propuesto construir un nuevo reactor en este sitio. Hochul comentó que “todo el mundo está levantando la mano” para albergar la planta, lo que refleja el entusiasmo de las comunidades del norte por los beneficios económicos.
El contexto energético actual
Nueva York ya cuenta con tres plantas nucleares activas: Nine Mile Point, James A. FitzPatrick y R.E. Ginna, todas ubicadas a orillas del Lago Ontario y operadas por Constellation. Estas plantas generan 3.3 gigavatios, lo que representa cerca del 20% de la electricidad del estado y el 42% de su energía libre de carbono, según datos de la organización Nuclear New York.
La última planta construida fue la Unidad 2 de Nine Mile Point en 1989, y desde entonces, la energía nuclear ha perdido terreno frente a otras fuentes. Sin embargo, el cierre de la planta Indian Point en 2021, ubicada a 40 kilómetros de Nueva York, dejó un vacío en la capacidad energética que esta nueva planta nuclear busca llenar.

El proyecto también responde a un contexto nacional. En mayo de 2025, el presidente Donald Trump firmó órdenes ejecutivas para simplificar los permisos federales para proyectos nucleares, lo que podría acelerar la construcción. Hochul ha discutido con Trump la necesidad de agilizar estos procesos, que suelen tomar hasta una década debido a regulaciones estrictas.
La nueva planta nuclear podría ser un caso de prueba para estas políticas, especialmente porque las empresas de servicios públicos han sido reacias a construir nuevas centrales tras los altos costos de proyectos como la Planta Vogtle en Georgia, que costó 35,000 millones de dólares.
Retos y oportunidades
A pesar del entusiasmo, la iniciativa enfrenta desafíos. Algunos residentes han expresado preocupaciones sobre la seguridad nuclear, recordando debates pasados sobre Indian Point. Sin embargo, Hochul asegura que la tecnología avanzada de la planta garantizará un diseño seguro y eficiente.

La NYSERDA está evaluando reactores de nueva generación, más pequeños y modulares, que prometen menos riesgos y costos más bajos. Además, el proyecto se alinea con el objetivo del estado de alcanzar un 70% de energía renovable para 2030, según la Ley de Liderazgo Climático y Protección Comunitaria de 2019. Con el aumento de la demanda por centros de datos para inteligencia artificial, la nueva planta nuclear podría ser clave para mantener a Nueva York como un centro industrial competitivo.
Mientras el estado se prepara para esta nueva era energética, los ojos están puestos en cómo esta planta no solo impulsará la energía limpia, sino también la economía local. Con miles de empleos en juego y el respaldo de líderes como Hochul, Nueva York está listo para liderar el camino hacia un futuro más sostenible.