El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) podría quedarse sin fondos antes de que finalice el próximo mes, tras haber excedido su presupuesto asignado en más de mil millones de dólares. Este sobregasto se da en el contexto de las redadas masivas impulsadas por el gobierno del presidente Donald Trump para intensificar las deportaciones de inmigrantes no autorizados en Estados Unidos.
De acuerdo con un informe de Axios, ICE ha quemado recursos a una velocidad alarmante, lo que ha generado preocupación entre legisladores de ambos partidos. Algunos advierten que, de continuar el ritmo actual, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) –que supervisa a ICE– podría estar violando la ley federal que prohíbe el gasto de fondos no autorizados por el Congreso.
ICE enfrenta crisis presupuestaria mientras aumenta presión de la Casa Blanca
El déficit financiero surge al mismo tiempo que la administración Trump exige que ICE detenga al menos a 3.000 inmigrantes por día, una cifra que aún no se ha logrado alcanzar, pero que ha presionado el sistema al límite. Actualmente, los centros de detención migratoria operan por encima de su capacidad, con más de 41.000 camas ocupadas, y el DHS busca habilitar nuevos espacios, incluso fuera del país.
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Fotografía cedida por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI)de Miami donde aparecen dos agentes federales arrestando a una persona indocumentada. EFE/ HSI Miami
La falta de recursos ha llevado al DHS a redirigir casi 500 millones de dólares de su propio presupuesto para cubrir operaciones de deportación. No obstante, la agencia ha solicitado otros 2.000 millones para cerrar el año fiscal, que culmina en septiembre.
El senador demócrata Chris Murphy, quien lidera el subcomité de asignaciones del DHS, criticó duramente la gestión presupuestaria: “El DHS de Trump está gastando como marineros borrachos”. Por su parte, el representante republicano Mark Amodei calificó la situación como “ilegal” y advirtió que ICE ya ha superado en cerca de mil millones de dólares lo que el Congreso autorizó.
El “gran y hermoso proyecto de ley” y el riesgo de declarar emergencia nacional
Para compensar el desfase, el presidente Trump impulsa su llamado “gran y hermoso proyecto de ley”, que otorgaría a ICE 75.000 millones de dólares adicionales a lo largo de los próximos cinco años. Desde la Casa Blanca, insisten en que esta legislación es clave para garantizar la “seguridad de la patria” y sostener el aumento de operativos contra la inmigración irregular.
Ante el inminente agotamiento de fondos, funcionarios cercanos a la administración han sugerido que Trump podría declarar una nueva emergencia nacional para redirigir recursos desde otras agencias federales, como ya hizo en 2020 con el Pentágono para financiar el muro fronterizo.
Foto: EFE
Chris Marisola, exasesor legal del Departamento de Defensa y profesor en la Universidad de Houston, explicó a Axios que “el presidente podría invocar poderes extraordinarios bajo las leyes de emergencia, lo que le daría acceso inmediato a fondos federales y a capacidades ampliadas sin la aprobación directa del Congreso”.
Además, la Oficina de Administración y Presupuesto ha dejado de divulgar públicamente los gastos federales, generando aún más inquietud sobre el uso de recursos públicos por parte del gobierno de Trump.
ICE podría violar la ley si sigue gastando sin autorización
La situación presupuestaria ha alcanzado un punto crítico. Si ICE continúa gastando a este ritmo sin respaldo del Congreso, podría violar la Ley contra la Insuficiencia, una normativa federal que prohíbe comprometer o gastar fondos que no han sido debidamente autorizados.
Aunque nadie ha sido procesado hasta ahora por violar esta ley, los funcionarios responsables podrían enfrentar sanciones administrativas o incluso penales. “No pueden crear dinero. No pueden imprimir dinero. No tienen el dinero para gastar lo que están gastando”, advirtió el congresista Amodei.
Mientras tanto, la secretaria del DHS, Kristi Noem, defendió el uso de los fondos y aseguró que el “gran y hermoso proyecto de ley” busca responder al mandato del pueblo estadounidense de fortalecer la seguridad nacional.
La administración también ha sido criticada por recortar el financiamiento de programas clave en otras agencias para canalizar recursos a ICE. Según informes, la Oficina de Presupuesto ha bloqueado el uso de fondos asignados por el Congreso a otras prioridades para favorecer las operaciones migratorias.
La falta de transparencia en torno a la asignación de fondos y la acelerada ejecución del presupuesto por parte de ICE han encendido las alarmas en el Capitolio. Varios legisladores han solicitado una auditoría inmediata y explicaciones sobre cómo se han utilizado los recursos destinados originalmente a otras funciones del DHS.
De no aprobarse nuevos fondos, ICE podría verse obligada a reducir operaciones en plena campaña electoral, un revés político significativo para una de las principales promesas del presidente Trump: endurecer la política migratoria y aumentar las deportaciones.