Estados Unidos anunció castigo migratorio, se trata de nuevas restricciones de visa dirigidas no solo a narcotraficantes, sino también a sus familiares y colaboradores cercanos. La medida fue presentada este miércoles por el secretario de Estado, Marco Rubio, como parte de una estrategia más agresiva del gobierno de Donald Trump para reducir el flujo de drogas ilícitas, en especial el fentanilo, hacia territorio estadounidense.

Imagen de archivo del senador republicano estadounidense Marco Rubio. EFE/SHAWN THEW
“El Departamento de Estado de EE. UU. impondrá sanciones migratorias a quienes participen directa o indirectamente en el tráfico de drogas, incluyendo a los familiares y socios comerciales de los narcotraficantes”, expresó Rubio en un comunicado oficial. La medida se apoya en un apartado específico de la ley de inmigración que permite declarar inadmisibles a extranjeros cuya entrada represente un riesgo para los intereses de seguridad nacional.
Te Recomendamos
Desde enero de este año, cuando Trump retomó la presidencia, su administración ha intensificado las acciones dirigidas a contener la crisis del fentanilo, una droga sintética altamente adictiva responsable de decenas de miles de muertes cada año en Estados Unidos. La Casa Blanca ha dejado en claro que abordará el problema no solo con medidas sanitarias, sino también con herramientas diplomáticas y migratorias.
Castigo migratorio a narcos: un enfoque que incluye a la familia
Lo más polémico del nuevo anuncio del gobierno estadounidense es que las restricciones de visa no se limitan a los capos del narcotráfico. También alcanzan a familiares, socios financieros, operadores logísticos y otras personas cercanas que, según las autoridades, han facilitado o tolerado actividades criminales.
“Impedir que estos individuos viajen a Estados Unidos es una forma de cortar redes de influencia y protección que los carteles han construido durante años. Ya no solo se trata de los líderes visibles. Vamos tras quienes les dan cobertura legal, política o económica”, explicó Rubio.
I am announcing a new visa restriction policy for family members and close personal and business associates of individuals sanctioned under Executive Order 14059. We will use all necessary tools to deter and dismantle the flow of fentanyl and other deadly drugs from entering our…
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) June 26, 2025
Entre las medidas concretas, se encuentra la cancelación de visas previamente otorgadas, la negación de nuevas solicitudes y la inclusión en listas de control migratorio de familiares directos de individuos sancionados por vínculos con el narcotráfico. Esta política se suma a otras acciones de presión, como la incautación de bienes en territorio estadounidense y la colaboración con bancos para rastrear operaciones sospechosas.
Crisis del fentanilo: un argumento clave del gobierno de Trump
La administración Trump ha hecho de la lucha contra el fentanilo una de sus prioridades. Según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2024 se registraron más de 80.000 muertes por sobredosis vinculadas a opioides sintéticos, de las cuales más de 48.000 fueron específicamente por fentanilo. La droga, que puede ser hasta 50 veces más potente que la heroína, ha sido identificada como la principal causa de muerte entre personas de 18 a 44 años en EE. UU.
El gobierno señala que una gran parte del fentanilo ingresa a través de la frontera sur, donde los carteles mexicanos, como el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, operan redes sofisticadas de producción y distribución. Aunque México ha cooperado en algunas iniciativas, como la reciente “Operación Frontera Norte”, las autoridades estadounidenses sostienen que aún hay espacios de impunidad y protección que deben desmantelarse.
Personas en situación de calle consumen drogas, en Tijuana, Baja California (México). (EFE/Joebeth Terriquez)
En ese sentido, Trump ha vinculado el tráfico de drogas con la necesidad de reformar políticas migratorias. “No podemos proteger a los estadounidenses si permitimos la entrada de personas que tienen nexos con redes del crimen organizado. Es hora de poner la seguridad nacional por encima del miedo a las críticas”, sostuvo en una reciente rueda de prensa.
Visas canceladas, patrimonios congelados y coordinación internacional
Además de la política migratoria, Estados Unidos ha coordinado con otros países planes para monitorear a sospechosos de colaborar con el narcotráfico. En algunos casos, las sanciones migratorias han ido acompañadas de la congelación de activos, como ocurrió con empresarios latinoamericanos investigados por lavado de dinero vinculado al narcotráfico.
Marco Rubio detalló que el Departamento de Estado trabaja en conjunto con el Departamento del Tesoro, la DEA y agencias internacionales para identificar a quienes encubren operaciones criminales bajo el amparo de empresas legales o fundaciones sin fines de lucro. Las embajadas estadounidenses en América Latina han recibido instrucciones de reforzar los controles de visas e investigar antecedentes financieros de solicitantes provenientes de zonas identificadas como corredores de tráfico de drogas.
Por ahora, no se ha hecho pública la lista de individuos sancionados, aunque Rubio mencionó que ya hay procesos activos en curso. La medida ha generado tensiones diplomáticas con algunos gobiernos de la región que, aunque reconocen la necesidad de combatir el narcotráfico, cuestionan que se penalice a familiares de sospechosos sin pruebas individuales.