En un momento que captó la atención durante una cumbre de paz Congo-Ruanda, el presidente Donald Trump generó revuelo al elogiar a la reportera Hariana Veras en una ceremonia en la Casa Blanca el 27 de junio de 2025. Mientras se firmaba un acuerdo histórico entre la República Democrática del Congo y Ruanda para poner fin a décadas de conflicto en el este del Congo, Trump hizo un comentario ligero, diciendo que Veras era “hermosa por dentro y por fuera” y bromeando sobre cómo ese cumplido podría “acabar con su carrera política”.
El episodio ocurrió en un evento serio, pero el tono desenfadado del presidente añadió un toque inesperado a la jornada. Aquí te contamos qué pasó, por qué este acuerdo es tan importante y cómo la interacción con la periodista se robó parte del protagonismo. La ceremonia, celebrada en la Oficina Oval, marcó la firma del Washington Accord, un acuerdo mediado por Estados Unidos para detener la violencia en el este del Congo, donde más de 100 grupos armados han causado millones de muertes desde los años 90.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, presentó a Veras, una periodista de origen africano que cubre la Casa Blanca, para que compartiera sus observaciones sobre el impacto del acuerdo en el Congo. Veras destacó la esperanza que el pacto ha generado entre los congoleses, mencionando que el presidente Felix Tshisekedi incluso propuso nominar a Trump para un Premio Nobel de la Paz. “Lo dijiste de manera tan hermosa”, respondió Trump, antes de añadir, “y tú también eres hermosa”. La sala estalló en risas cuando bromeó sobre las posibles consecuencias de su comentario.
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Un acuerdo histórico
El Washington Accord, firmado por los ministros de Relaciones Exteriores de Congo, Therese Kayikwamba Wagner, y de Ruanda, Olivier Nduhungirehe, en presencia del secretario de Estado Marco Rubio, busca poner fin a un conflicto que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados solo en 2025.
El acuerdo establece un plazo de 90 días para que las tropas ruandesas se retiren del este del Congo y compromete a ambos países a cesar el apoyo a grupos armados, como el M23, presuntamente respaldado por Ruanda. Aunque Kigali niega estas acusaciones, el pacto también incluye un marco de integración económica regional, con el objetivo de atraer inversiones estadounidenses en los ricos depósitos de minerales como cobalto, cobre y litio en la región.

El presidente Trump no dudó en atribuirse el crédito por este logro, calificándolo como una “victoria gloriosa” para la paz. “Hemos estado esperando esto por mucho tiempo”, dijo, destacando que su administración ejercerá “mucha presión” para garantizar que ambas naciones cumplan con el acuerdo. Sin embargo, algunos expertos han señalado que la ausencia de grupos como el M23 en las negociaciones podría complicar la implementación del pacto, ya que este grupo controla áreas clave en las provincias de Kivu del Norte y del Sur.
El papel de Hariana Veras
La intervención de Hariana Veras añadió un toque humano a la ceremonia. Como periodista con raíces africanas, Veras compartió una perspectiva única sobre el impacto del conflicto en el Congo. “Vi esperanza. Ahora tienen esperanza para un mejor día en el Congo”, dijo, refiriéndose a las reacciones de la población local tras las noticias del acuerdo. Su comentario resonó en la sala, y Trump no solo elogió su elocuencia, sino que también destacó su presencia con un cumplido personal que generó risas y titulares. “Ojalá tuviera más reporteros como tú”, añadió, antes de bromear sobre las posibles críticas que recibiría por su comentario.
El momento, aunque ligero, no pasó desapercibido en un evento de gran trascendencia diplomática. La cumbre de paz Congo-Ruanda también contó con la presencia del vicepresidente JD Vance y delegados de ambos países, quienes celebraron el acuerdo como un paso hacia la estabilidad en la región de los Grandes Lagos. Sin embargo, el comentario de Trump a Veras se convirtió en un punto destacado, circulando rápidamente en las redes sociales y generando reacciones mixtas entre quienes lo vieron como un gesto amigable y quienes lo consideraron fuera de lugar en un contexto tan serio.
Retos y expectativas
A pesar del optimismo, el acuerdo enfrenta desafíos significativos. El conflicto en el este del Congo, alimentado por tensiones que se remontan al genocidio de Ruanda de 1994, ha sido difícil de resolver. Acuerdos anteriores, como los mediados por Angola en 2024, no lograron implementarse completamente, lo que genera escepticismo sobre el Washington Accord.
Además, la falta de participación directa del M23 en las negociaciones plantea dudas sobre si el grupo respetará el pacto. El acuerdo también incluye planes para un mecanismo de coordinación de seguridad conjunto y la repatriación de refugiados y desplazados internos, pero los detalles de implementación siguen siendo vagos.

Trump, por su parte, aprovechó la ceremonia para destacar otros esfuerzos diplomáticos de su administración, mencionando supuestos avances en conflictos entre India y Pakistán e India e Irán. “En pocos meses, hemos logrado la paz en varios lugares”, afirmó, aunque algunos críticos señalan que sus declaraciones tienden a ser más optimistas que la realidad.
Mientras tanto, la cumbre de paz Congo-Ruanda sigue siendo un hito importante, pero su éxito dependerá de la voluntad de ambas naciones y del apoyo continuo de mediadores como Estados Unidos y Qatar. Por ahora, el momento entre Trump y Veras ha añadido un toque de color a un evento que podría cambiar el futuro de una región marcada por décadas de violencia.