El plan fiscal de Trump dio un paso crucial este sábado por la noche, cuando el Senado de Estados Unidos aprobó una votación de procedimiento que permite iniciar el debate formal del proyecto de ley. La propuesta busca reducir los impuestos federales, incrementar el gasto militar y recortar programas sociales como Medicaid. Aunque la aprobación definitiva aún está pendiente, el respaldo a esta primera votación marca un avance significativo en la agenda económica del presidente.
Con 51 votos a favor y 49 en contra, el Senado se alineó con la Casa Blanca tras intensas negociaciones internas. El plan fiscal de Trump, considerado por sus aliados como una medida “histórica”, deberá ahora superar nuevas enmiendas y resistencias dentro del propio Partido Republicano antes de ser enviado nuevamente a la Cámara de Representantes.
El plan fiscal de Trump inicia debate en medio de divisiones republicanas
La aprobación del procedimiento en el Senado no fue automática. Durante días, líderes republicanos como el senador John Thune y el vicepresidente J. D. Vance trabajaron para convencer a senadores escépticos, incluyendo a Ron Johnson, Rick Scott, Mike Lee y Cynthia Lummis. La presión surtió efecto, pero aún quedan dudas sobre el contenido final del proyecto.
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Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su discurso ante el Congreso en Washington (EE.UU.) EFE/EPA/ Jim Lo Scalzo
Uno de los puntos más polémicos es la reducción del gasto en Medicaid y otras ayudas sociales, lo que ha generado resistencia incluso entre legisladores conservadores preocupados por el impacto en sus estados. La senadora Lisa Murkowski, por ejemplo, solo aceptó apoyar el procedimiento tras asegurar disposiciones favorables para Alaska.
El plan fiscal de Trump no solo reduce impuestos y aumenta el gasto en seguridad nacional, sino que también incluye enmiendas fiscales como la eliminación de impuestos sobre propinas y deducciones específicas para ciertos grupos. Aun así, su aprobación no está garantizada. Las siguientes votaciones podrían modificar sustancialmente el contenido del proyecto.
Trump celebra avance del plan fiscal con críticas a senadores disidentes
Apenas conocida la votación favorable, Trump celebró lo que calificó como una “GRAN VICTORIA” en su red Truth Social. El presidente agradeció a los senadores que cambiaron sus votos a favor del proyecto y arremetió contra aquellos que votaron en contra, incluyendo a Thom Tillis y Rand Paul, a quienes acusó de obstaculizar el progreso de su administración.
“Muy orgulloso del Partido Republicano esta noche”, escribió Trump. El mandatario también adelantó que se reunirá con posibles retadores políticos de Tillis en Carolina del Norte, insinuando consecuencias internas para quienes se opongan a su plan fiscal.
Fotografía de archivo del Capitolio, sede del Congreso de EE.UU., en Washington (EE.UU.). EFE/EPA/ Shawn Thew
Durante el fin de semana, Trump se involucró directamente en las negociaciones. Jugó golf con el senador Paul, se reunió con Rick Scott y Ron Johnson, y conversó con Josh Hawley, quien finalmente expresó su respaldo al proyecto. Esta participación activa del presidente fue clave para destrabar la votación.
El plan fiscal de Trump enfrentará maratón de enmiendas antes de votación final
Aunque el Senado logró abrir el debate, el camino hacia la aprobación definitiva del plan fiscal de Trump es complejo. Los demócratas han adoptado una estrategia de obstrucción que incluye la lectura completa del proyecto de ley —de más de 900 páginas— para demorar su avance.
Una vez finalizada la lectura, comenzará la llamada “votación-rama”, una serie de votaciones rápidas sobre enmiendas propuestas por ambos partidos. Este proceso puede extenderse por horas e incluso días, y podría modificar sustancialmente el contenido del proyecto original.
Senadores como Susan Collins han advertido que podrían votar en contra si no se aceptan sus modificaciones. Por su parte, al menos un republicano planea presentar sus propias enmiendas, una medida inusual tratándose de una iniciativa del partido en el poder.
Además, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidió a sus colegas mantener la disciplina y evitar comentar públicamente sobre el proyecto hasta que el Senado finalice su versión. Sin embargo, algunos representantes, como David Valadao y Jeff Van Drew, ya han mostrado su desacuerdo con los cambios propuestos al Medicaid.
El plazo impuesto por la Casa Blanca vence el 4 de julio, fecha simbólica en la que Trump espera firmar su “gran y hermoso proyecto de ley”. Si el Senado aprueba la iniciativa en los próximos días, el texto deberá regresar a la Cámara para una última votación antes de llegar al escritorio presidencial.
El resultado final podría redefinir el rumbo fiscal y social del país en los próximos años, consolidando la visión económica de Trump mientras profundiza las divisiones dentro del Congreso.