Miles de personas tomaron las calles este domingo en ciudades como Nueva York, San Francisco, Chicago y Seattle para conmemorar el Mes del Orgullo LGBTQ. Sin embargo, lo que tradicionalmente ha sido una celebración de la diversidad y la inclusión se ha transformado este año en una movilización marcada por la protesta. Las marchas LGBT desafían represión de Trump, en un contexto político donde los derechos de esta comunidad enfrentan nuevos retrocesos.
La celebración en Nueva York, considerada la más antigua y multitudinaria del país, reunió a más de 700 colectivos que marcharon por la Quinta Avenida. El recorrido pasó frente al emblemático Stonewall Inn, el bar gay de Greenwich Village donde en 1969 una redada policial desencadenó protestas que dieron origen al movimiento moderno por los derechos LGBTQ. Hoy, ese lugar es un monumento nacional.
Marchas LGBT desafían represión de Trump en medio de políticas más restrictivas
En San Francisco, una de las ciudades históricamente más emblemáticas para la comunidad LGBTQ, la marcha recorrió la calle Market hasta llegar al Civic Center Plaza, donde se instalaron escenarios con conciertos y actividades culturales. La alcaldía de la ciudad también albergó una fiesta posterior al desfile, reafirmando su compromiso con los derechos civiles pese al clima político nacional.
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Foto: EFE/EPA/PORTER BINKS
Las marchas LGBT desafían represión de Trump en un contexto donde su administración ha impulsado medidas que afectan directamente a la comunidad. Desde enero, el presidente ha intensificado su ofensiva contra las personas transgénero, retirándolas de las filas del ejército, restringiendo la cobertura de seguros federales para cirugías de afirmación de género y bloqueando la participación de atletas trans en competencias femeninas.
Este endurecimiento de políticas coincide con el décimo aniversario del fallo Obergefell vs. Hodges, emitido por la Corte Suprema el 26 de junio de 2015, que legalizó el matrimonio igualitario en todo el país. Una efeméride que muchos manifestantes aprovecharon para recordar lo ganado, pero también para advertir que los avances no son irreversibles.
San Francisco y Seattle lideran protestas mientras marchas LGBT desafían represión de Trump
El lema de la marcha en Manhattan este año fue “Rise Up: Pride in Protest”, mientras que en San Francisco se eligió “Queer Joy is Resistance” y en Seattle, simplemente “Louder” (“Más fuerte”). Patti Hearn, directora ejecutiva de Seattle Pride, declaró: “Este no es momento para quedarse callados. Nos pondremos de pie. Alzaremos la voz. Haremos ruido”.
El histórico y famoso bar Stonewall Inn en Nueva York. Foto: X/@maxtheewolfe
Las manifestaciones también se extendieron a otras ciudades como Minneapolis y Toronto, así como a varias capitales del mundo. En América Latina, Sao Paulo ya celebró su marcha a principios de mes, mientras que Río de Janeiro lo hará en noviembre. En Europa, París y Tokio ya vivieron su jornada del Orgullo, y Londres se prepara para su marcha en julio.
Pero las marchas LGBT desafían represión de Trump también en otro terreno: el económico. Organizaciones como NYC Pride y San Francisco Pride confirmaron la pérdida de importantes patrocinadores corporativos, en un reflejo de cómo muchas empresas estadounidenses están replegando sus políticas de diversidad e inclusión.
Corporaciones retiran apoyo económico mientras marchas LGBT desafían represión de Trump
Según los organizadores del evento en Nueva York, aproximadamente el 20% de sus patrocinadores corporativos redujeron o retiraron su apoyo en 2025. Entre ellos, gigantes como PepsiCo y Nissan. En San Francisco, Comcast y Anheuser-Busch figuran entre los cinco principales patrocinadores que se retiraron.
Este fenómeno ha sido interpretado como una respuesta a las crecientes presiones políticas y sociales contra las iniciativas de diversidad en empresas, escuelas y espacios públicos. Además, refleja un cambio de tono en el discurso público sobre la equidad, alimentado por sectores conservadores que acusan a estas políticas de ser “excesivamente ideológicas”.
Los organizadores han asegurado que, pese al retroceso financiero, las marchas continuarán gracias al apoyo comunitario. “Esto no se trata de marcas, se trata de personas reales luchando por vivir con dignidad”, afirmó uno de los coordinadores de la marcha en Chicago.
A lo largo de este mes, las marchas LGBT desafían represión de Trump en un escenario cada vez más polarizado. Lejos de apagar las celebraciones, las políticas restrictivas parecen haber reavivado el espíritu de protesta y solidaridad en los colectivos LGBTQ en todo el país.