Desde el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump en enero de 2025, las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han generado una oleada de redadas en múltiples estados del país. Entre ellos, Texas encabeza la lista como el estado con más arrestos de ICE en lo que va del año.
De acuerdo con un análisis publicado por The New York Times, el ICE ha detenido al menos a 20,000 personas en Texas desde el 20 de enero hasta finales de junio, lo que equivale a un promedio de 142 arrestos diarios. Esto representa un aumento del 92 % en comparación con el mismo periodo del 2024.
Texas lidera en arrestos de ICE durante el 2025
Las cifras de arrestos de ICE en Texas durante el 2025 no solo lo convierten en el estado con más detenciones, sino que también muestran una tendencia ascendente que coincide con el endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por la administración Trump.
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Fotografía de archivo de miembros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) (EE.UU.). EFE/EPA/ Erik S. Lesser
Los meses de enero, mayo y junio fueron los más críticos, tanto por la cantidad de operativos realizados como por el número de inmigrantes detenidos. Estas cifras reflejan la presión creciente sobre las agencias federales para cumplir objetivos más ambiciosos. Una de las órdenes recientes del gobierno fue alcanzar un mínimo de 3,000 detenciones diarias en todo el país, instrucción directa del asesor presidencial Stephen Miller.
Los agentes del ICE han centrado sus operativos en áreas urbanas y rurales por igual, afectando a comunidades latinas que anteriormente se consideraban fuera del radar migratorio. En Texas, ciudades como Houston, Dallas, McAllen y El Paso han sido puntos críticos para las redadas.
Otros estados con altas cifras de arrestos de ICE
Aunque ninguna otra región se acerca al número de arrestos de ICE en Texas, estados como Florida, Georgia y Nueva York también han registrado aumentos notables en sus cifras.
Fotografía de archivo de una patrulla de policía de Estados Unidos, con un agente de fondo (EE.UU.). EFE/EPA/ Cristobal Herrera-Ulashkevich
Florida ocupa el segundo lugar, con más de 11,000 personas detenidas en lo que va del año. Esto equivale a un promedio de 64 arrestos diarios, y representa un incremento del 219 % respecto a los números de 2024. La ciudad de Miami y el sur del estado concentran buena parte de estas detenciones, en especial en zonas donde ICE ha intensificado operativos en centros de trabajo y zonas residenciales.
En Georgia, el incremento también es llamativo. Con un promedio de 20 arrestos diarios, el número total se eleva a cerca de 3,000 desde enero. Aunque la cifra es menor que en otros estados, el aumento porcentual —un 267 % respecto a 2024— evidencia una política de detención más agresiva por parte de las autoridades migratorias.
Nueva York, en tanto, reporta un promedio de 70 detenciones diarias. El aumento respecto al año anterior es del 79 %, y ha generado una creciente preocupación entre defensores de derechos humanos, especialmente en zonas como El Bronx y Queens, donde se concentra una alta población de inmigrantes latinos.
El impacto humano detrás de los arrestos de ICE
El impacto de los arrestos del ICE en Texas y otros estados va más allá de las estadísticas. Organizaciones como la ACLU y American Immigration Council han denunciado casos de detenciones arbitrarias, separación de familias y condiciones de detención precarias.
Uno de los episodios más recientes ocurrió en la ciudad fronteriza de Mission, Texas, donde dos menores de edad —ambos mexicanos— fueron arrestados por tráfico de personas. Según el Departamento de Seguridad Pública de Texas, los adolescentes cobraron 6,000 dólares a cada uno de los cinco migrantes que cruzaron ilegalmente el Río Grande. Los detenidos portaban pulseras con códigos presuntamente vinculados a cárteles, lo que refuerza los vínculos entre el crimen organizado y la migración irregular.
Este caso ilustra cómo el endurecimiento de la frontera no ha frenado el flujo de personas, pero sí ha elevado el riesgo para quienes intentan ingresar al país sin autorización. Además, ha creado un terreno fértil para organizaciones criminales que se aprovechan de la desesperación de los migrantes.
Redadas de ICE generan tensiones legales y políticas
El aumento de arrestos del ICE en Texas y otros estados también ha provocado un debate sobre la legalidad y legitimidad de ciertas tácticas empleadas por las autoridades. En algunas jurisdicciones, jueces han emitido fallos en contra de operativos realizados sin órdenes judiciales, y alcaldes de ciudades santuario han reiterado su negativa a colaborar con el ICE.
Mientras tanto, la Casa Blanca defiende su enfoque como una “estrategia necesaria” para reforzar la seguridad nacional. El propio Trump ha calificado la situación migratoria como una “invasión”, justificando así el despliegue de medidas excepcionales que incluyen la participación de fuerzas militares en la frontera.
En este contexto, la tensión entre gobiernos estatales y federales ha aumentado. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha criticado duramente los operativos de ICE y ha ordenado que sus agencias no colaboren con detenciones migratorias que violen los derechos civiles.
En contraste, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha apoyado abiertamente las acciones del ICE e incluso ha desplegado recursos estatales para reforzar los operativos. Esta diferencia de enfoques ha convertido al estado en un laboratorio para la aplicación más dura de las políticas migratorias de la administración Trump.