El cruce de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México registró en junio su cifra más baja en décadas. El Gobierno lo atribuye a medidas más estrictas y deportaciones aceleradas.
El cruce de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos cayó a un mínimo histórico durante junio de 2025, según cifras oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). En total, solo se registraron 6,070 detenciones en la frontera entre EE.UU. y México, una disminución del 15% respecto al récord previo de marzo, cuando las aprehensiones alcanzaron las 7,180.
Esta cifra marca el nivel más bajo desde que se tiene registro moderno y ha sido destacada por la administración del presidente Donald Trump como evidencia del éxito de sus políticas migratorias más agresivas. “Las cifras no mienten: bajo el liderazgo del presidente Trump, el DHS y la CBP han logrado la frontera más segura en la historia del país”, afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
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In June, CBP had the lowest number of nationwide encounters in AMERICAN HISTORY at 25,243. This is 12% lower than the previous record, set by President @realDonaldTrump, in February 2025.
The numbers don’t lie—under President Trump’s leadership, @DHSgov and @CBP have shattered…
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) July 2, 2025
El 28 de junio, la Patrulla Fronteriza solo detuvo a 137 personas a lo largo de toda la frontera suroeste, el número más bajo en un solo día en al menos 25 años.
Cambios recientes en el cruce de inmigrantes en la frontera
Durante dos meses consecutivos, las autoridades federales han evitado liberar a los inmigrantes detenidos, incluidos solicitantes de asilo. De acuerdo con el DHS, todos los migrantes fueron procesados para su deportación inmediata o detenidos en instalaciones federales mientras se resolvían sus casos.

Fotografía aérea muestra a cientos de migrantes mientras esperan junto al muro fronterizo en El Paso, Texas (EE.UU). EFE/Jonathan Fernández
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó que el total de encuentros a nivel nacional fue de apenas 25,243 durante junio, un número que también representa un récord a la baja. No queda claro si esta cifra incluye a migrantes sin estatus legal previamente establecidos en el país.
A la par de estos datos, la administración Trump impulsa una nueva legislación fiscal que destinará más de $64,000 millones a la construcción del muro fronterizo. Además, se contempla un presupuesto de $70,000 millones para ampliar y mantener centros de detención, transporte de deportados y contratación de personal adicional. El plan incluye más de 20,000 nuevos agentes tanto para la CBP como para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El cruce de inmigrantes en la frontera baja pero genera dudas
Aunque el cruce de inmigrantes en la frontera está disminuyendo, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las consecuencias humanitarias de estas políticas. Varios grupos denuncian que la negativa sistemática a liberar a solicitantes de asilo vulnera tratados internacionales y expone a familias a condiciones inadecuadas en los centros de detención.
Fotografía de archivo de miembros del Ejercito de Estados Unidos vigilando desde un vehículo militar el muro en la frontera, en Ciudad Juárez (México). EFE/ Luis Torres
Además, abogados especializados en inmigración advierten que la reducción de las cifras no necesariamente refleja una solución estructural al fenómeno migratorio, sino un endurecimiento del trato a quienes buscan ingresar legalmente al país. “Las cifras bajan, sí, pero también bajan las oportunidades de protección humanitaria”, afirmó Mariela Díaz, abogada de inmigración en Texas.
Entre los migrantes, crece la incertidumbre. Muchos se encuentran varados en ciudades fronterizas mexicanas sin acceso claro a un proceso legal. En lugares como Ciudad Juárez y Tijuana, los refugios están desbordados, y algunos testimonios hablan de deportaciones exprés sin entrevistas completas.
Nuevas medidas endurecen el cruce de inmigrantes en la frontera
El gobierno federal ha reforzado los acuerdos con gobiernos como el de México y Guatemala para ampliar la colaboración en materia de detención y devolución de migrantes. Como parte de este esfuerzo, agentes estadounidenses también han sido enviados a puntos estratégicos en Centroamérica para prevenir desplazamientos masivos desde el origen.
Además, el Departamento de Justicia ha solicitado ampliar el uso de cortes migratorias itinerantes, que permitirían juzgar a los solicitantes de asilo en la misma frontera sin traslado a ciudades del interior. Este tipo de medidas buscan acelerar el proceso de deportación en caso de rechazos.
El Congreso, por su parte, se encuentra debatiendo un nuevo paquete de reformas que incluye sanciones económicas a países que se nieguen a aceptar deportaciones, y posibles restricciones a las visas de trabajo para ciudadanos de naciones que incumplan con los acuerdos de repatriación.
Mientras tanto, la narrativa oficial sigue enfocada en presentar las cifras como un logro histórico. Desde la Casa Blanca aseguran que los resultados “son prueba clara de que el enfoque de tolerancia cero ha funcionado”.
No obstante, defensores de los migrantes piden que se incluya una evaluación ética y humanitaria de estas políticas. “No se trata solo de números, sino de personas que huyen de la violencia y la pobreza. Estas políticas no deberían ignorar el costo humano”, señaló Erika Reyes, directora del centro de ayuda migrante BorderHope en Arizona.
La tensión entre control fronterizo y derechos humanos continúa marcando el debate nacional, especialmente en un año electoral clave.