El primer informe de empleo durante la segunda presidencia de Donald Trump muestra una preocupante pérdida de empleos en el sector privado. En junio, se reportaron 33.000 empleos menos, lo que ha generado incertidumbre económica en el país.
Durante el mes de junio de 2025, el mercado laboral estadounidense vivió su primer mes negativo en más de dos años. Según datos de la firma de nóminas ADP, el sector privado perdió 33.000 puestos de trabajo, contrariando las proyecciones que anticipaban un aumento de 115.000 empleos.
Este informe representa la primera señal concreta de que las políticas de Trump podrían estar teniendo un efecto directo en el empleo privado. Economistas de diversas instituciones coinciden en que el freno en las contrataciones se debe al impacto combinado de aranceles, políticas migratorias restrictivas y recortes de gasto público.
Te Recomendamos
Políticas de Trump y su efecto en la pérdida de 33.000 empleos
Las medidas implementadas por el presidente Trump en los primeros seis meses de su segundo mandato han sido descritas como radicales. Entre ellas se incluyen nuevos aranceles a bienes importados, el endurecimiento de las políticas migratorias, recortes a programas federales y una ofensiva contra la burocracia pública, liderada por Elon Musk desde la llamada «Iniciativa de Eficiencia Gubernamental».
Un repartidor en Washington, DC, Estados Unidos. Foto: EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
Estas acciones, aunque populares entre ciertos sectores conservadores, han generado inestabilidad en el sector privado. Ron Hetrick, economista laboral sénior de Lightcast, señaló que muchas empresas han optado por congelar sus planes de contratación ante la incertidumbre regulatoria y fiscal. “No es que la economía esté colapsando, pero el clima de negocios no es saludable”, explicó.
La economista Nela Richardson, de ADP, agregó que el estancamiento en las contrataciones también se debe a que las empresas no están reemplazando a los trabajadores que se retiran o renuncian. Aunque los despidos no se han incrementado drásticamente, la falta de nuevas contrataciones ha comenzado a reflejarse en los datos laborales.
La pérdida de 33.000 empleos muestra una desaceleración sostenida
La pérdida de 33.000 empleos marca una ruptura con la tendencia de crecimiento constante observada desde finales de la pandemia. Aunque las cifras de ADP no siempre coinciden con las del Departamento de Trabajo, suelen considerarse un termómetro confiable del comportamiento del empleo en el país.
Fotografía de archivo en la que se registró el interior de una bolsa de empleo en Brooklyn, Nueva York. EFE/Justin Lane
El reporte del Departamento de Trabajo, que se publicará un día antes del feriado del 4 de julio, anticipa una creación de solo 115.000 empleos, por debajo de los 139.000 estimados para mayo. Además, se espera un aumento en la tasa de desempleo al 4,3%, la cifra más alta desde octubre de 2021.
Otros indicadores como la tasa de participación laboral también muestran señales de debilidad. Muchos trabajadores están abandonando la fuerza laboral, y aunque el desempleo oficial sigue siendo bajo, el número de personas que ya no busca empleo ha aumentado. Según Hetrick, esto genera una percepción engañosa de estabilidad.
¿Por qué las políticas de Trump afectan la pérdida de 33.000 empleos?
Uno de los elementos clave que explican la pérdida de 33.000 empleos es el efecto dominó de varias decisiones políticas. En primer lugar, los nuevos aranceles han incrementado los costos operativos de las empresas que dependen de cadenas globales de suministro. La incertidumbre comercial ha paralizado inversiones y nuevos proyectos.
En segundo lugar, la reducción del flujo migratorio ha disminuido la oferta laboral en sectores clave como agricultura, construcción y servicios. Según datos de Wells Fargo, los inmigrantes, legales o no, han sido responsables de más del 70% del crecimiento de la fuerza laboral desde 2020.
La disminución de mano de obra, combinada con la eliminación de permisos de trabajo como el TPS, ha generado cuellos de botella en industrias esenciales. Esto no solo ralentiza la productividad, sino que encarece la contratación, lo que lleva a muchas empresas a no contratar nuevos empleados.
Además, la campaña de recortes federales ha producido despidos masivos en sectores públicos y programas sociales. Solo en los primeros seis meses del año, más de 744.000 recortes han sido anunciados, y cerca del 40% están relacionados directamente con la iniciativa gubernamental de austeridad impulsada desde la Casa Blanca.
El impacto de la pérdida de 33.000 empleos en los latinos
Para la comunidad latina, la pérdida de 33.000 empleos representa una amenaza directa. Muchos latinos trabajan en sectores sensibles a los cambios migratorios y económicos: hospitalidad, agricultura, construcción y servicios. La menor contratación y el enfriamiento del mercado laboral se traducen en menos oportunidades y mayor vulnerabilidad.
La falta de acceso a seguros médicos, estabilidad laboral y beneficios sociales coloca a muchos latinos en una situación precaria. Además, las recientes medidas para limitar la inmigración no autorizada podrían reducir aún más las posibilidades de empleo para trabajadores indocumentados o beneficiarios de programas como el DACA o TPS.
Elizabeth Renter, economista sénior de NerdWallet, advirtió que estos impactos apenas comienzan. “Los efectos completos de los aranceles, los recortes y las políticas migratorias podrían sentirse con más fuerza en los próximos meses. Si el mercado laboral no se recupera, la combinación de obstáculos puede empujar a la economía a un punto frágil”, explicó.
Mientras tanto, el informe de empleo de mayo ya mostró una concentración preocupante: el 91% de los nuevos empleos provino de salud, ocio y hostelería, lo que deja fuera a sectores industriales y tecnológicos.
Los analistas temen que la recuperación no sea sostenible si la creación de empleo se limita a pocos rubros. Además, con una tasa de rotación en mínimos históricos, los trabajadores no se sienten lo suficientemente seguros como para renunciar y buscar mejores oportunidades, un indicador de incertidumbre en el entorno laboral.
Las cifras semanales de solicitudes de desempleo también muestran una lenta alza, y las solicitudes continuas alcanzan niveles máximos de los últimos cuatro años. Esto sugiere que quienes pierden su empleo ahora tienen mayores dificultades para encontrar uno nuevo.
En ese contexto, muchos expertos consideran que el verdadero impacto de las políticas de Trump sobre el empleo aún está por medirse. Pero la pérdida de 33.000 empleos en junio es un primer golpe que ya preocupa a economistas, sindicatos y comunidades vulnerables.