La Ley fiscal de Trump, uno de los proyectos más ambiciosos del actual gobierno, enfrenta obstáculos inesperados en la Cámara de Representantes. Aunque ya fue aprobada en el Senado, un grupo de congresistas republicanos está frenando su avance definitivo.
El plan fiscal y presupuestario impulsado por Donald Trump, denominado por él mismo como el «gran y hermoso proyecto de ley», sufrió un revés el miércoles por la noche cuando su avance quedó estancado en la Cámara de Representantes. La Ley fiscal de Trump, que propone recortes masivos de impuestos y ajustes radicales en el gasto público, fue bloqueada temporalmente por un grupo de congresistas, algunos incluso del propio Partido Republicano.
Cinco legisladores republicanos votaron en contra del procedimiento que habría permitido llevar el proyecto al pleno para su debate y votación. Su negativa se sumó al voto unificado de los demócratas, y dejó al proyecto en pausa. La mayoría republicana en la Cámara es demasiado ajustada (220-212) como para permitirse disidencias internas.
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Ley fiscal de Trump: bloqueada por el propio Partido Republicano
La paradoja en torno a la Ley fiscal de Trump es que sus principales detractores en esta etapa no provienen del Partido Demócrata, sino del ala más conservadora del Partido Republicano. Algunos representantes consideran que los recortes propuestos a programas sociales como Medicaid podrían afectar negativamente sus campañas de reelección en 2026.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/Yuri Gripas
Otros expresan preocupación por el impacto que tendría esta ley en el déficit y la deuda pública. Según estimaciones del Comité para un Presupuesto Federal Responsable, la aprobación de la Ley fiscal de Trump elevaría el déficit federal en más de 3 billones de dólares durante la próxima década. Esto se debe a que las reducciones fiscales para individuos y empresas superan con creces los recortes previstos en áreas como educación, medio ambiente o bienestar social.
Uno de los puntos más controversiales es la eliminación gradual de subsidios a energías renovables y la imposición de un nuevo impuesto a las remesas enviadas al extranjero. Este último ha generado preocupación entre la comunidad latina en EE.UU., que podría verse afectada directamente.
Trump presiona para que la Ley fiscal de Trump se apruebe antes del 4 de julio
El presidente Trump, quien no tuvo actividades públicas el miércoles, dedicó su jornada a hacer llamadas a legisladores republicanos y al presidente de la Cámara, Mike Johnson. A través de Truth Social, el mandatario expresó optimismo sobre una próxima votación y calificó el plan como esencial para el crecimiento del país.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (c), junto al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (d). EFE/EPA/Jim Lo Scalzo
“Parece que la Cámara está lista para votar esta noche. Tuvimos conversaciones excelentes todo el día, y la mayoría republicana de la Cámara está unida, por el bien de nuestro país, logrando los mayores recortes de impuestos de la historia y un crecimiento enorme”, publicó.
Sin embargo, el escenario político es complejo. A pesar de la presión presidencial, Johnson no logró asegurar los votos necesarios. La estrategia de Trump apunta a firmar la ley el viernes 4 de julio, Día de la Independencia, como símbolo de una “liberación fiscal” para el país. Pero con la votación aún bloqueada, ese objetivo parece cada vez más lejano.
Ley fiscal de Trump enfrenta clima adverso… literal y político
Más allá de las tensiones internas del Partido Republicano, la votación también ha sido retrasada por causas logísticas. Las fuertes tormentas en varios estados han causado cancelaciones de vuelos y trenes, impidiendo que algunos congresistas llegaran a tiempo a Washington para votar.
Por otro lado, figuras clave dentro del círculo cercano de Trump comienzan a tomar distancia del proyecto. Elon Musk, quien colaboró en el rediseño de estructuras gubernamentales al inicio del segundo mandato de Trump, se pronunció públicamente en contra de la Ley fiscal de Trump. Musk advirtió que su implementación podría conducir a un colapso institucional por la eliminación apresurada de funciones públicas esenciales.
“No podemos correr el riesgo de desmantelar estructuras fundamentales en nombre de la eficiencia fiscal”, señaló en una entrevista reciente.
La propuesta contempla un mayor presupuesto para defensa y seguridad fronteriza, además de reducciones en impuestos corporativos y personales. No obstante, muchos expertos han advertido que estos beneficios fiscales se concentran en los sectores de mayores ingresos, lo que ha generado críticas sobre la falta de equidad del plan.
El contenido de la Ley fiscal de Trump incluye también un ajuste en el techo de endeudamiento del gobierno federal, lo que ha alarmado a los mercados financieros. El Departamento del Tesoro aún no ha emitido una posición oficial sobre cómo se manejará la deuda pública bajo este nuevo esquema, lo que añade un nivel de incertidumbre para inversionistas y agencias calificadoras.
Mientras tanto, el Partido Demócrata ha cerrado filas para rechazar el proyecto, al que califican como una “amenaza directa a las familias trabajadoras”. La líder de la minoría, Hakeem Jeffries, declaró que “la Ley fiscal de Trump solo recorta para los ricos y sacrifica la seguridad de millones”.
Aún se desconoce cuándo podrá retomarse la votación. Lo cierto es que la presión continuará en las próximas horas, y la batalla por la aprobación de la Ley fiscal de Trump podría marcar el inicio de una temporada legislativa tensa y altamente polarizada.