¿A quiénes afecta el fin del TPS este 5 de julio?
La administración del presidente Donald Trump ha intensificado su agenda migratoria, enfocándose en la deportación de millones de indocumentados, incluyendo a beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS). Este programa, que protege a inmigrantes de países en crisis, enfrenta un punto crítico el 5 de julio de 2025, cuando expira la prórroga para Honduras y Nicaragua. Cerca de 86,000 personas, principalmente de estos países, podrían perder su estatus legal si no se reinscriben, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS). Esto afecta especialmente a la comunidad latina, que constituye el 18% de la población estadounidense, según el Censo 2024.
¿Qué es el TPS y quiénes lo tienen?
El TPS, establecido en 1990 por el Congreso, otorga protección temporal a inmigrantes de países con conflictos armados, desastres naturales o crisis humanitarias. Permite residir y trabajar legalmente en EE.UU. por períodos de 6, 12 o 18 meses, renovables según las condiciones del país de origen. Actualmente, 1.1 millones de personas de 17 países, incluyendo Honduras y Nicaragua, poseen TPS, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Los beneficiarios, muchos de los cuales han vivido en EE.UU. por décadas, contribuyen con 21,000 millones de dólares anuales a la economía, según FWD.us.
Hondureños y nicaragüenses en la mira
El 5 de julio de 2025 marca el fin de la extensión de 18 meses para el TPS de Honduras y Nicaragua, anunciada en 2023. Aproximadamente 76,000 hondureños y 10,000 nicaragüenses deben reinscribirse antes de esa fecha presentando el Formulario I-821, según USCIS. Solo quienes ya están registrados y cumplen con los requisitos, como haber residido en EE.UU. desde 1998, son elegibles. Sin reinscripción, perderán su protección contra la deportación y sus permisos de trabajo, enfrentando un riesgo inminente de remoción.
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Impacto en la comunidad latina
La posible pérdida del TPS afecta profundamente a la comunidad latina, especialmente en estados como California y Florida, donde residen 72,585 y 357,895 beneficiarios, respectivamente. Muchos son trabajadores esenciales en sectores como la construcción y la agricultura, representando el 87% de la fuerza laboral hondureña con TPS, según FWD.us. Organizaciones como la Fundación 15 de Septiembre han expresado preocupación por el impacto en familias con 260,000 hijos ciudadanos estadounidenses. En Los Ángeles, donde el 39% de la población es latina, se esperan protestas el 6 de julio.
Proceso de reinscripción y desafíos
Para mantener el TPS, los beneficiarios deben presentar el Formulario I-821 y, si desean renovar su permiso de trabajo, el Formulario I-765. USCIS recomienda hacerlo antes del 5 de julio para evitar lagunas en el estatus. Sin embargo, la confusión reina: muchos no saben que la reinscripción no está disponible para nuevos solicitantes ni para quienes llegaron después de 1998. Además, el costo de 410 dólares por ambos formularios es una barrera para familias de bajos ingresos, según el Centro de Recursos Centroamericanos.
Consecuencias de la política migratoria de Trump
La administración Trump ha priorizado la terminación de programas como el TPS, alineándose con su promesa de deportar a 11 millones de indocumentados. En febrero de 2025, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, terminó el TPS para 348,000 venezolanos, una decisión que enfrenta demandas legales. Organizaciones como la ACLU advierten que el fin del TPS para Honduras y Nicaragua podría resultar en 60,000 deportaciones, saturando los sistemas migratorios de esos países. México, que ha recibido 19,663 deportados en 2025, también enfrenta presión.
Resistencia y llamados a la acción
Grupos como el National TPS Alliance planean una marcha en Washington el 10 de julio para exigir la extensión del TPS. En Miami, LULAC organizará talleres legales el 8 de julio para orientar a 5,000 beneficiarios. Mientras, la incertidumbre crece: el 65% de los beneficiarios teme ser deportado, según una encuesta de YouGov. Abogados instan a los afectados a consultar opciones migratorias, como el asilo, ya que el TPS no conduce a la residencia permanente.