Los contribuyentes en Estados Unidos que ganan más de un millón de dólares al año verán un aumento promedio del 3% en sus ingresos netos después de impuestos, gracias a la nueva ley fiscal impulsada por la administración Trump. Esta iniciativa, denominada por el propio mandatario como su “gran y hermosa ley”, ha sido aprobada en la Cámara de Representantes y se espera que Trump la firme en los próximos días.
Según el Centro de Política Tributaria, los millonarios verán incrementos de hasta $75,000 en su ingreso disponible a partir de 2026, mientras que la media nacional de incremento en ingresos netos será del 2.5%. A pesar de que el proyecto afecta a todos los contribuyentes, son los ricos quienes se beneficiarán de manera más significativa.
Cambios en las deducciones SALT favorecen a los ricos
Uno de los principales cambios de la nueva ley fiscal de Trump está relacionado con las deducciones estatales y locales, conocidas como SALT. El límite actual de $10,000 aumentará hasta los $40,000 para quienes ganen menos de $500,000 anuales. Esta cifra crecerá 1% cada año, lo que permitirá deducciones más altas con el tiempo.
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Vista del interior del Capitolio de EE.UU., sede del Congreso estadounidense, tras la aprobación en la Cámara Baja del plan fiscal del presidente Donald Trump, este 3 de julio de 2025. EFE/Graeme Sloan
Aunque en un inicio el Senado se oponía al aumento, debido a que beneficia a contribuyentes de estados con altos impuestos —en su mayoría estados demócratas—, finalmente se alineó con la propuesta de la Cámara. Además, se mantuvo un mecanismo que permite a las empresas tipo “pass-through” (entidades de paso) evitar el tope en las deducciones SALT, lo cual beneficia a propietarios de negocios como firmas legales, contadores, dentistas y otros profesionales, pero no a empleados asalariados.
El resultado: muchos de los contribuyentes más adinerados podrán deducir cantidades significativamente más altas en sus declaraciones fiscales, reduciendo aún más su carga tributaria.
La nueva ley fiscal de Trump redefine el concepto de pequeña empresa
Otro cambio clave en la nueva ley fiscal de Trump tiene que ver con la definición de “pequeña empresa”. El umbral para calificar como tal subirá de $50 millones a $75 millones en activos totales. Esto significa que muchas empresas que antes quedaban fuera de los beneficios tributarios para pequeñas compañías ahora serán elegibles.

Fotografía de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump (c), en la Casa Blanca (EE.UU.). EFE/EPA/ Yuri Gripas
La ley también amplía la exclusión de impuestos sobre ganancias de capital para inversionistas en acciones de pequeñas empresas. El límite actual de $10 millones subirá a $15 millones, y se introducirá un sistema escalonado que permitirá a los inversionistas vender antes de cinco años sin perder todos los beneficios fiscales.
Expertos en planificación patrimonial afirman que estos cambios están diseñados para atraer inversiones de grandes capitales en compañías emergentes, permitiendo que multimillonarios obtengan exenciones de cientos de millones en ganancias si invierten temprano.
Beneficios adicionales para los ricos: herencias, donaciones y filantropía
Entre los cambios más relevantes de la ley fiscal de Trump están también los relacionados al impuesto sobre herencias y donaciones. El umbral de exención subirá a $15 millones por persona o $30 millones para parejas, con ajustes anuales por inflación. Esto brindará a las familias más ricas mayor estabilidad en su planificación patrimonial y permitirá transferencias multimillonarias sin impuestos.
Asimismo, los cambios afectarán las deducciones detalladas, que utilizan principalmente los contribuyentes con mayores ingresos. La ley establece una fórmula que reducirá el beneficio de estas deducciones: quienes se ubiquen en los tramos más altos de impuestos solo podrán deducir 35 centavos por cada dólar, en lugar de 37.
En cuanto a las donaciones caritativas, el panorama es mixto. Para los contribuyentes de ingresos medios y bajos que no detallan sus deducciones, la ley permitirá deducir hasta $1,000 (o $2,000 en declaraciones conjuntas) en donaciones sin necesidad de itemizar. Sin embargo, los donantes adinerados enfrentan una nueva limitación: la deducción solo aplicará después de superar el 0.5% de su ingreso bruto ajustado. Por ejemplo, quien gane $1 millón deberá donar más de $5,000 para comenzar a obtener beneficios fiscales.
Este ajuste podría disuadir la filantropía a gran escala, considerando que la mayoría de las donaciones en EE. UU. provienen de familias con ingresos elevados.