El concierto en Quito de Enrique Bunbury se convirtió en noticia no solo por su intensidad musical, sino por un momento de tensión que se ha hecho viral. Durante su presentación el 2 de julio de 2025 en el Coliseo General Rumiñahui, como parte de su gira Huracán Ambulante, el cantante español interrumpió la interpretación de “El Jinete” para expresar su frustración por el uso excesivo de celulares en el público.
Visiblemente molesto, Bunbury se dirigió a un asistente en primera fila que grababa sin parar, desatando un debate sobre la experiencia en vivo y la tecnología. Este incidente, captado en video y compartido ampliamente en redes sociales, refleja la postura del artista contra las grabaciones constantes, algo que ya había pedido evitar antes de iniciar su tour. Te contamos qué pasó y por qué este momento está dando tanto de qué hablar.
Un alto en la música
La noche del 2 de julio, el concierto en Quito estaba en su apogeo. Bunbury, de 57 años, regresó a los escenarios tras superar problemas vocales que lo llevaron a anunciar un retiro en 2022. Su gira Huracán Ambulante, limitada a 15 presentaciones, ha sido un éxito, con paradas en México, Centroamérica, Colombia y Perú. Pero en Quito, mientras interpretaba “El Jinete” en los bises, el cantante detuvo la música abruptamente. “Todo el puto concierto con la puta cámara grabando el puto concierto”, exclamó, señalando a un fan en primera fila que grababa con el brazo estirado. El momento, compartido en redes sociales por cuentas como @bunburyuniverso, generó aplausos y críticas entre los asistentes.

Bunbury, conocido por su rechazo a las redes sociales y su escepticismo hacia la tecnología, no se limitó a un reproche individual. “Si estás en primera fila, seguro que hay mucha gente que quisiera estar ahí, disfrutando, conectando, cantando las canciones, usando las manos para algo más que sostener un apéndice tecnológico”, añadió, dirigiéndose al público en general. Según el cantante, grabar constantemente no solo distrae a los artistas, sino que afecta la experiencia colectiva, haciendo que el concierto en Quito pierda su magia. La reacción del público fue mixta: algunos aplaudieron su sinceridad, mientras otros, irónicamente, grabaron el discurso con sus celulares.
La postura de Bunbury contra los celulares
El incidente no es aislado. Bunbury ha sido claro desde el inicio de su gira sobre su deseo de que los fans vivan el momento sin pantallas. En mayo, antes de arrancar el tour, compartió un mensaje en X a través de su cuenta oficial @bunburyoficial: “Van a ser solo 15 conciertos, pero los vamos a vivir como la gran ceremonia que la música en vivo debe ser. Una petición, si hace falta de rodillas: limiten el uso de los celulares y vivan la experiencia”.

Sin embargo, no todos han seguido su ruego. En un concierto en Querétaro, México, el cantante llegó a quitarle el celular a un asistente, un gesto que también se volvió viral. En Quito, aunque no hubo contacto físico, su frustración fue evidente. “Me ha quitado totalmente la concentración”, confesó tras parar la canción, antes de pasar al siguiente tema sin retomarla.
La molestia de Bunbury refleja una preocupación más amplia sobre cómo la tecnología afecta la conexión emocional en los eventos en vivo. En redes sociales, los fans han debatido intensamente, con comentarios como “Tiene razón, los celulares rompen la vibra” y otros defendiendo su derecho a grabar recuerdos.
Un debate que trasciende el escenario
El episodio ha reavivado la conversación sobre el equilibrio entre tecnología y experiencia en vivo. Bunbury, exlíder de Héroes del Silencio, ha defendido en entrevistas que grabar un concierto entero convierte la música en un “objeto de consumo efímero” en lugar de un recuerdo emocional. En Quito, su reacción generó un ambiente tenso pero también de apoyo, con muchos aplaudiendo su compromiso con la autenticidad. El video del momento, compartido por @lahistoriaec en X, acumula miles de reproducciones, mostrando la paradoja de que su mensaje contra los celulares se difundió precisamente por ellos.
A sus 57 años, Bunbury sigue fiel a su estilo sin filtros, alejado de las redes sociales y enfocado en la música como una experiencia pura. Tras el incidente, continuó el concierto, que incluyó clásicos de su carrera solista y temas de su nuevo disco Cuentas Pendientes. Con fechas finales en Estados Unidos programadas para cerrar la gira, el concierto en Quito deja claro que el español no teme alzar la voz, ya sea cantando o defendiendo su visión de lo que un concierto debería ser.