Vendedora de tacos se aferra a un árbol para evitar a ICE
En un dramático operativo a finales de junio en Ladera Heights, California, agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvieron a Celina Ramírez, una vendedora de tacos de 26 años, mientras trabajaba frente a un Home Depot. La escena, marcada por el caos y la desesperación, fue captada en video y ha desatado indignación en la comunidad latina, avivando el debate sobre las tácticas de las autoridades migratorias y el trato hacia los trabajadores informales.
Un operativo que sembró el pánico
El incidente ocurrió en una concurrida calle de Ladera Heights, cuando un grupo de agentes vestidos de civil interceptó a Ramírez. Según testigos, la joven intentó escapar al notar la presencia de los oficiales, aferrándose a un árbol en un intento desesperado por evitar la detención. Sin embargo, los agentes la rodearon y, tras un forcejeo, la subieron a un vehículo sin identificaciones visibles. Los gritos de los vecinos, exigiendo explicaciones, resonaron en la escena, pero los oficiales abandonaron el lugar rápidamente.
“Fue como una película de terror. Parecía un secuestro a plena luz del día”, relató Aleca Le Blanc, una residente que grabó parte del operativo. “Eran al menos diez hombres armados contra una mujer sola. Nadie mostró una placa ni explicó qué estaba pasando”. La falta de transparencia en el procedimiento ha generado críticas hacia las prácticas de ICE, especialmente en comunidades donde los inmigrantes son parte esencial del tejido social.
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Una madre arrancada de su familia
Celina Ramírez, originaria de México, llegó a Estados Unidos hace dos años buscando un futuro mejor para ella y su hijo de 4 años. Vivía con su pareja en Los Ángeles y se ganaba la vida vendiendo tacos en la calle, una actividad común entre trabajadores informales. La Red Nacional de Jornaleros, una organización que aboga por los derechos de los inmigrantes, confirmó que Ramírez no tenía antecedentes penales y que su detención ha dejado a su familia en una situación de incertidumbre.
La organización ha lanzado una campaña en línea para recaudar fondos y apoyar a la familia de Ramírez, que ahora enfrenta no solo la pérdida de su principal fuente de ingresos, sino también el dolor de su ausencia. “Celina es una madre trabajadora que solo quería darle una mejor vida a su hijo. Lo que le hicieron es inhumano”, expresó un portavoz de la organización.
Denuncias por el uso de gas lacrimógeno
Uno de los aspectos más controvertidos del operativo fue el presunto uso de gas lacrimógeno por parte de los agentes para dispersar a los vecinos que intentaban intervenir o grabar la detención. Testigos aseguran que el gas causó pánico entre los presentes, incluidos niños y ancianos que se encontraban en la zona. Esta acción ha sido calificada como desproporcionada por líderes comunitarios, quienes exigen una investigación sobre los métodos empleados por ICE.
“No solo se llevaron a Celina, sino que atacaron a la comunidad que intentaba defenderla. Esto no es justicia, es intimidación”, afirmó Le Blanc, cuya grabación del incidente se ha viralizado, generando un debate nacional sobre los derechos de los inmigrantes.
Incertidumbre y temor en la comunidad
Hasta el momento, los abogados de Ramírez no han recibido información oficial sobre su paradero o los cargos en su contra. La falta de claridad ha intensificado las críticas hacia ICE, especialmente en un contexto donde las redadas contra trabajadores informales han aumentado en varias ciudades de California. Organizaciones de derechos humanos han señalado que estas detenciones no solo afectan a los individuos, sino que generan un clima de miedo en comunidades enteras.
“Esto no se trata solo de una persona. Es un mensaje para todos los inmigrantes: no están seguros, ni siquiera trabajando honestamente en la calle”, comentó un activista local. Mientras tanto, los residentes de Ladera Heights planean una vigilia para exigir la liberación de Ramírez y demandar un trato más humano para los trabajadores inmigrantes.