Un grupo de seis organizaciones médicas líderes en Estados Unidos presentó este lunes una demanda federal contra Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y Servicios Humanos, acusándolo de poner en riesgo la salud pública con decisiones unilaterales que debilitan la vacunación en el país. La demanda, interpuesta en el estado de Massachusetts, refleja una creciente preocupación en el gremio médico por la influencia que Kennedy ha ganado en la administración de Donald Trump y su rol clave en el rediseño de las políticas de inmunización.
Médicos acusan a RFK Jr. de socavar la confianza en las vacunas
Los demandantes, entre los que figuran la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), el Colegio Estadounidense de Médicos y la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América, argumentan que Kennedy ha tomado medidas “arbitrarias y peligrosas”, entre ellas eliminar las recomendaciones federales de vacunación contra el COVID-19 para niños y mujeres embarazadas. Según el documento judicial, esta acción “ataca directamente la medicina basada en evidencia y el sistema nacional de salud preventiva”.

Un sanitario prepara una dosis de una vacuna en una imagen de archivo. EFE/Chema Moya
Desde su nombramiento como secretario, Kennedy ha sostenido posturas abiertamente escépticas respecto a las vacunas, pese a asegurar que no es “antivacunas” sino un defensor de mayores controles de seguridad. Sin embargo, sus declaraciones públicas, como aquella en la que afirmó que “no existe ninguna vacuna que sea segura y efectiva”, han generado alarma tanto en el sector médico como en organizaciones de salud pública.
Los médicos también criticaron la remoción de 17 miembros del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a quienes Kennedy reemplazó con figuras vinculadas a movimientos antivacunas. La demanda solicita medidas cautelares para frenar las reformas propuestas y exige que el tribunal declare ilegales los cambios ya realizados.
Reformas en el ACIP y cambios en la política de vacunas
Uno de los ejes del conflicto son las transformaciones impulsadas por Kennedy en el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, órgano clave del CDC encargado de formular recomendaciones oficiales sobre vacunas. Según el equipo legal de los demandantes, la exclusión de expertos científicos con años de experiencia y la incorporación de escépticos sin respaldo en estudios clínicos representan una “ruptura sin precedentes con los principios de la salud pública moderna”.

Una enfermera prepara una vacuna contra la gripe. EFE/J.M.GARCIA
El actual presidente del ACIP, el epidemiólogo Martin Kulldorff, nombrado por Kennedy, ha planteado que el comité revisará factores como los efectos combinados de múltiples vacunas, el número total de dosis administradas a lo largo de la vida y la cantidad acumulada de ingredientes. Kulldorff también aseguró que se estudiará una nueva programación de la vacuna triple vírica (MMR) para “atender las objeciones religiosas” que algunos grupos presentan en EE.UU.
Esta línea de pensamiento ha sido recibida con escepticismo entre expertos y pediatras. El doctor Sean O’Leary, portavoz de la AAP, sostuvo que el argumento de que las actuales políticas necesitan ser “reparadas” es una distorsión. “Estas políticas han salvado millones de vidas y han evitado enormes gastos sanitarios. Cambiarlas por capricho político es un error catastrófico”, afirmó.
El entorno político y el respaldo de Trump a RFK Jr.
La llegada de Kennedy al cargo se dio tras una controvertida campaña presidencial independiente que abandonó para luego respaldar a Donald Trump. Desde entonces, se ha convertido en uno de los funcionarios más visibles de la actual administración en temas de salud pública. Trump ha defendido su rol, describiéndolo como “una voz valiente contra el poder de las farmacéuticas” y “un reformador necesario”.
En mayo, Kennedy revocó el programa de vacunación escolar contra el COVID-19 y canceló varias campañas federales de inmunización dirigidas a comunidades vulnerables. También anunció que evaluará cambios en las recomendaciones sobre vacunas contra el VPH y la hepatitis B.
La nueva directora del CDC, Susan Monarez, nombrada por Trump, trató de calmar las aguas al asegurar que el comité asesor seguirá actuando “con base en la ciencia y la evidencia”, aunque no cuestionó directamente las decisiones de Kennedy.
Impacto en la población y alerta entre profesionales de salud
Los efectos de estas decisiones ya se comienzan a sentir. Varios estados han reportado un descenso en la tasa de vacunación infantil en comunidades donde el acceso a la salud es más limitado. Según datos preliminares del Departamento de Salud, la cobertura de vacunas para niños menores de cinco años cayó un 4% desde enero, mientras que las dosis aplicadas a mujeres embarazadas descendieron un 7%.
Los demandantes argumentan que estas reducciones están directamente relacionadas con el cambio de políticas y la falta de campañas de concientización. “Es un retroceso de décadas en la salud pública. Estamos viendo cómo resurge la desinformación justo cuando deberíamos estar más preparados que nunca para prevenir enfermedades infecciosas”, afirmó el doctor William Schaffner, asesor de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas.
Mientras tanto, la Casa Blanca ha evitado pronunciarse oficialmente sobre la demanda, aunque fuentes cercanas a la administración aseguraron que Kennedy “tiene la total confianza del presidente” y que “el objetivo es devolverle a las familias el derecho de decidir libremente sobre la vacunación de sus hijos”.
El caso será evaluado por un tribunal federal de Massachusetts en las próximas semanas. El gremio médico, por su parte, ha señalado que seguirá presionando para frenar lo que consideran una “desarticulación deliberada” del sistema nacional de prevención.