Nicki Minaj desató una tormenta en redes sociales el 8 de julio de 2025 al exigirle a Jay-Z que le pague hasta 200 millones de dólares por su participación en Tidal, la plataforma de streaming que él lanzó en 2015. La rapera, conocida por éxitos como Pink Friday 2, usó su cuenta de X para expresar su frustración, alegando que no recibió el pago justo tras la venta de Tidal a Square (ahora Block) por 302 millones de dólares en 2021.
Según Minaj, ella y otros artistas fueron socios clave en el proyecto, pero su compensación fue mínima en comparación con lo que esperaba. “Es una deuda kármica que sigue acumulando intereses”, escribió, mientras sus fans, los Barbz, llenaron las redes con mensajes de apoyo.
Cuando Jay-Z adquirió Tidal por 56 millones de dólares, reclutó a 15 artistas, incluida Minaj, otorgándoles un 3% de participación a cambio de contenido exclusivo. Entre los nombres estaban Beyoncé, Rihanna y J. Cole. La idea era competir con gigantes como Spotify, ofreciendo música de alta calidad y mejores regalías para los artistas.
Sin embargo, Minaj asegura que, tras la venta a Square, solo le ofrecieron 1 millón de dólares por su parte, una cantidad que rechazó por considerarla insuficiente. “Hice más promoción que nadie, solo detrás de Beyoncé”, afirmó en X, dejando claro que siente que su esfuerzo no fue recompensado.
La disputa que no termina
La controversia no es nueva. Desde 2021, Minaj ha insinuado en varias ocasiones que no recibió lo que le correspondía por su rol en Tidal. En un mensaje reciente, afirmó que la oferta de 1 millón de dólares venía con una condición: aceptar en 24 horas o perderlo todo. “Me querían silenciar”, escribió, añadiendo que prefirió no tomar el dinero por principios.
Sus seguidores rápidamente se unieron a la causa, compartiendo publicaciones que acusan a Jay-Z de no cumplir con los artistas que ayudaron a construir la plataforma. Uno de los mensajes más virales decía: “Jay-Z le debe a Nicki una disculpa y su dinero”. Minaj respondió con emojis de risa y decepción, avivando aún más la conversación.
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El FIFA no tiene relación con este caso, pero la disputa resalta problemas más amplios en la industria musical, donde los artistas a menudo enfrentan contratos opacos. Aunque no hay registros públicos de una demanda formal por parte de Minaj, su postura pública mantiene la presión sobre Jay-Z y su empresa, Roc Nation. La rapera también mencionó que planea usar parte del dinero que reclama para financiar su iniciativa StudentOfTheGame, que apoya a estudiantes con becas y pagos de préstamos estudiantiles. “Voy a enviar a mis Barbz a la universidad con eso”, aseguró.
Tensiones más allá del dinero
El enfrentamiento no se limita a lo financiero. Minaj ha criticado a Roc Nation en otros contextos, incluyendo la selección de Kendrick Lamar sobre Lil Wayne para el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2025 en Nueva Orleans. Aunque aclaró que no tiene problemas con Lamar, sugirió que las decisiones de Jay-Z, quien colabora con la NFL desde 2019, reflejan favoritismos.
Este roce ha añadido leña al fuego, con fans especulando sobre una rivalidad más profunda entre Minaj y el magnate del hip-hop. Algunos incluso mencionan que las tensiones podrían estar vinculadas a otros artistas de Roc Nation, pero Minaj se ha mantenido enfocada en su reclamo por Tidal.

En 2025, Tidal sigue operando bajo Block, pero su base de usuarios, que alcanzó los 2.1 millones en 2020, palidece frente a los 138 millones de Spotify. A pesar de su promesa de ser una plataforma centrada en los artistas, las pérdidas financieras y las críticas por pagos atrasados han empañado su legado. Minaj no es la única que ha señalado irregularidades: en 2016, Yesh Music demandó a Tidal por problemas de regalías, aunque la empresa aseguró haber resuelto el caso.
¿Qué sigue en la polémica?
Por ahora, Jay-Z no ha respondido públicamente a las acusaciones de Minaj. La rapera, sin embargo, no parece dispuesta a retroceder. En su último mensaje, bromeó diciendo que Jay-Z sigue en su “top 5” de artistas favoritos, pero insistió en que debe “saldar la deuda”. Mientras tanto, los Barbz mantienen el tema vivo en redes, exigiendo justicia para su ídolo. La disputa no solo pone en el centro a dos gigantes del hip-hop, sino que también abre preguntas sobre la equidad en los negocios musicales. A medida que el tema gana tracción, todos los ojos están puestos en si esta batalla escalará o si ambas partes encontrarán una solución fuera del ojo público.