El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa endureciendo su política comercial al anunciar este martes la imposición de aranceles del 50% al cobre importado y advertir que podrían aplicarse tarifas de hasta un 200% a las farmacéuticas que no trasladen su producción al país. Las nuevas medidas fueron anunciadas durante una reunión de gabinete celebrada en la Casa Blanca, en lo que constituye su sexto encuentro ministerial desde el inicio de su segundo mandato.
El nuevo arancel al cobre se suma a los impuestos que ya afectan al acero y al aluminio. Trump no detalló los países que serían alcanzados por esta medida, pero aclaró que se trata de un esfuerzo por proteger la industria estadounidense frente a lo que calificó como “competencia desleal” y “abandono industrial”.
Aranceles de Trump al cobre: impacto inmediato en la industria
La decisión de imponer un arancel del 50 % al cobre importado tiene implicancias directas para el sector industrial estadounidense, especialmente para empresas que dependen de este mineral en la producción de cableado, componentes electrónicos, maquinaria y construcción.
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Fotografía de archivo que muestra las planchas de cobre, producto para el cual Donald Trump ha fijado aranceles del 50 %. EFE/Felipe Trueba
El cobre es esencial para sectores estratégicos como la energía renovable, el transporte eléctrico y las telecomunicaciones. A pesar de que Estados Unidos cuenta con minas activas en estados como Arizona, Nuevo México y Utah, el país importa una parte significativa de su cobre refinado desde países como Chile, Perú y México.
La aplicación de aranceles podría elevar los costos para fabricantes locales, lo que se traduciría en un aumento de precios en la cadena de producción nacional. Por su parte, economistas advierten que estas medidas podrían reducir la competitividad global de las empresas estadounidenses que dependen del cobre como insumo esencial.
Además, el anuncio podría tener un impacto en las relaciones comerciales con países latinoamericanos como Chile y Perú, principales exportadores de cobre a Estados Unidos. En respuesta, algunos expertos señalan que estos países podrían buscar nuevos mercados para redirigir sus exportaciones.
Aranceles de Trump a farmacéuticas: advertencia sin precedentes
Durante la misma intervención, Trump lanzó una fuerte advertencia a las compañías farmacéuticas extranjeras: si no establecen operaciones en territorio estadounidense en un plazo de entre uno y un año y medio, podrían enfrentar aranceles de hasta el 200 % sobre medicamentos y productos relacionados.

Fotografía de archivo del 7 de noviembre de 2024 de un doctor preparando medicamentos en el Hospital Manipal, en Bangalore (India). EFE/ Jagadeesh Nv ARCHIVO
“Les daremos tiempo para venir. Si después necesitan importar medicamentos y otros productos, se les aplicarán aranceles muy altos”, afirmó el mandatario ante su gabinete.
Los aranceles propuestos por Trump a las farmacéuticas no especifican aún si aplicarán a ingredientes activos, medicamentos terminados o productos médicos en general. Sin embargo, la amenaza representa un giro radical en la política comercial de salud y podría generar tensiones con aliados estratégicos en Europa y Asia, que exportan medicamentos clave al mercado estadounidense.
Estados Unidos importa cerca del 80 % de los ingredientes activos utilizados en sus medicamentos. Gran parte de esa producción se concentra en India y China. La imposición de aranceles tan elevados podría provocar una crisis de suministros médicos, especialmente en medicamentos genéricos de bajo costo.
Aranceles de Trump al cobre y farmacéuticas: razones detrás de la medida
La decisión de Trump se enmarca en su estrategia de “repatriación industrial”, que busca recuperar empleos manufactureros para Estados Unidos. Según el mandatario, las administraciones anteriores permitieron que industrias clave como la farmacéutica migraran al extranjero sin restricciones, lo que a su juicio debilitó la soberanía económica y sanitaria del país.
“Todos se fueron. Se fueron a otros lugares porque la gente en esta sala lo permitió. Yo no lo permito”, afirmó durante la sesión, aludiendo a sus antecesores y miembros del Congreso.
Trump ya había aplicado medidas similares en su primer mandato, cuando impuso aranceles a productos chinos en el marco de la guerra comercial entre ambas naciones. En esta ocasión, el enfoque se amplía no solo a China, sino también a socios comerciales de América Latina y Europa, lo que podría tensar las relaciones multilaterales justo cuando se cumplen los primeros seis meses de su segundo mandato.
Futuro incierto para los aranceles de Trump al cobre y farmacéuticas
El anuncio ocurre un día antes de que finalice el plazo de 90 días otorgado a socios comerciales de Estados Unidos para renegociar nuevas tarifas, en reemplazo del sistema de aranceles recíprocos propuesto en abril. Hasta el momento, solo China, Reino Unido y Vietnam han alcanzado acuerdos parciales con Washington. La entrada en vigor de los nuevos aranceles fue postergada hasta el 1 de agosto, pero analistas no descartan nuevas modificaciones.
En Wall Street, la reacción fue mixta. Mientras las acciones de empresas farmacéuticas registraron caídas moderadas, los títulos de compañías mineras nacionales vinculadas al cobre experimentaron un leve repunte, en previsión de un aumento de la demanda local.
Por su parte, asociaciones comerciales y farmacéuticas han comenzado a presionar al Congreso para impedir que los aranceles del 200 % se conviertan en una realidad. Argumentan que una medida de este tipo podría derivar en escasez de medicamentos, alza de precios para los consumidores y posibles represalias por parte de países afectados.
Mientras tanto, la Casa Blanca no ha ofrecido detalles adicionales sobre la aplicación específica ni el calendario de ejecución de estas medidas, lo que genera incertidumbre tanto entre productores como entre consumidores.