El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una nueva serie de medidas comerciales que sacuden el panorama global: a partir del próximo 1 de agosto, se aplicarán aranceles del 20 % a las importaciones de Filipinas, mientras que Brunei, Moldavia, Argelia, Irak y Libia enfrentarán tasas de entre el 25 y el 30 %. La decisión, divulgada a través de su red Truth Social, forma parte de su estrategia para equilibrar lo que él considera un trato injusto hacia el comercio estadounidense.
Con esta medida, el mandatario continúa su ofensiva económica, enviando cartas oficiales a los gobiernos implicados. En cada una, establece los porcentajes específicos de los nuevos aranceles y advierte que cualquier aumento en los impuestos a productos estadounidenses será correspondido con incrementos proporcionales.
Aranceles del 30 %: Trump endurece su política comercial
Los aranceles de Trump a Filipinas y otras naciones llegan en un momento en que el comercio global ya enfrenta tensiones por conflictos diplomáticos, guerras y cadenas de suministro fragmentadas. Para Filipinas, el nuevo arancel del 20 % podría afectar productos clave como textiles, alimentos procesados, productos electrónicos y maquinaria ligera, que constituyen buena parte de sus exportaciones hacia Estados Unidos.
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Fotografía de archivo de un buque portacontenedores en el puerto comercial de Los Ángeles, California (EE.UU.). EFE/EPA/ Allison Dinner
Los países afectados por las nuevas tasas del 25 al 30 %, como Brunei, Moldavia, Argelia, Irak y Libia, mantienen relaciones comerciales más limitadas con EE.UU., pero también dependen de sectores como el petróleo, los productos químicos, los textiles y metales. En particular, Argelia y Libia exportan gas y petróleo, por lo que el impacto podría trasladarse a los precios energéticos si la medida se sostiene a largo plazo.
Trump justificó la decisión asegurando que los aranceles son una medida necesaria para compensar las barreras arancelarias y no arancelarias que otros países han impuesto a productos estadounidenses. Según afirmó, esta política busca corregir años de déficits comerciales perjudiciales para la economía nacional.
Impacto de los aranceles de Trump a Filipinas y Asia
Filipinas es uno de los principales socios económicos de Estados Unidos en el sudeste asiático. El comercio bilateral alcanzó los $24 mil millones en 2024, con una balanza favorable a Filipinas. La imposición de un arancel del 20 % a sus productos amenaza con encarecer bienes clave para el consumidor estadounidense, como ropa, productos de electrónica, muebles y alimentos procesados.
Por su parte, el gobierno filipino aún no ha respondido oficialmente, aunque el Departamento de Comercio de ese país señaló que evaluará las posibles represalias o renegociaciones. Algunos analistas temen que esta decisión debilite el acuerdo de cooperación militar entre ambos países, justo en momentos en que aumentan las tensiones en el mar de China Meridional.

Fotografía de archivo de un puerto comercial de Japón, país al que Donald Trump decidió imponer aranceles del 25 %. EFE/Rodrigo Reyes Marín
Además, Trump también anunció aranceles del 40 % para países como Laos y Birmania, y del 36 % para Camboya y Tailandia. Indonesia enfrentará una tasa del 32 %, mientras que Malasia, Kazajistán y Túnez tendrán un 25 %. Esta expansión de gravámenes muestra un giro proteccionista que podría afectar cadenas globales de valor, especialmente en industrias como la automotriz, la tecnología y los bienes de consumo.
Trump lanza aranceles a escala global mientras negocia
La ola de nuevos aranceles de Trump no se limita a Asia o África. También se están enviando cartas a países de Europa del Este, América Latina y el norte de África. Bosnia y Herzegovina y Sudáfrica enfrentarán tasas del 30 %, mientras que Bangladés y Serbia tendrán gravámenes del 35 %.
La Casa Blanca considera que estas cartas son en sí mismas “acuerdos arancelarios”, y que su contenido refleja la posición final de EE.UU. respecto a cada país. Es decir, no se trata de propuestas abiertas al diálogo, sino de condiciones impuestas que, si no se cumplen, traerán consecuencias arancelarias inmediatas.
Trump también ha advertido que impondrá un arancel del 50 % al cobre y podría gravar hasta con un 200 % los productos farmacéuticos si las farmacéuticas no trasladan su producción a suelo estadounidense.
Según datos de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR), más del 70 % del déficit comercial estadounidense en 2024 se originó con países que enfrentan ahora nuevos aranceles. La administración Trump argumenta que, sin estas medidas, la industria nacional continuará siendo perjudicada por lo que considera prácticas desleales de comercio exterior.
Trump lanza advertencia a más países y prepara más medidas
La imposición de aranceles del 30 % y más a varios países no parece ser el final de la ofensiva. Trump indicó que, si no alcanza un nuevo pacto con la Unión Europea en los próximos días, enviará otra carta a Bruselas con una lista de aranceles específicos.
En abril, Trump ya había propuesto un sistema de “aranceles recíprocos” y dio a sus socios 90 días para negociar. Esa tregua se amplió hasta el 1 de agosto, pero muchas de las cartas con nuevos aranceles ya se están haciendo efectivas antes de esa fecha, evidenciando que EE.UU. no está dispuesto a esperar por acuerdos multilaterales.
Los sectores más afectados dentro de Estados Unidos podrían ser el comercio minorista, los fabricantes que dependen de piezas importadas, y los consumidores, que enfrentan un aumento en el costo de bienes de consumo básico. Aunque algunos empresarios apoyan la política de “América primero”, otros advierten que las represalias podrían reducir las exportaciones estadounidenses en sectores clave como tecnología, alimentos y energía.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre, Trump parece decidido a reforzar su imagen de líder proteccionista que prioriza los intereses nacionales frente a los acuerdos multilaterales tradicionales.