Colapso de túnel en Los Ángeles: 31 trabajadores rescatados
Un colapso parcial en un túnel del Clear Water Project en Wilmington, Los Ángeles, dejó atrapados a 31 trabajadores la noche del 9 de julio de 2025, desencadenando una operación de rescate que movilizó a más de 100 bomberos y especialistas. Todos los obreros, que operaban una tuneladora a 121 metros bajo tierra, fueron evacuados sin lesiones graves. La emergencia, que pone en pausa un proyecto de $630 millones para modernizar el sistema de aguas residuales, subraya los riesgos de la ingeniería subterránea en una ciudad donde el 70% de la infraestructura data de antes de 1960, según el Distrito de Saneamiento.
Emergencia en Wilmington
El incidente ocurrió a las 8:47 p.m. en la intersección de South Figueroa Street y Q Street, cuando una acumulación de tierra de 4 metros bloqueó el paso en un túnel de 5.49 metros de ancho. Los trabajadores, empleados por Dragados USA, quedaron atrapados a 10 kilómetros del único acceso, según el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD). La alcaldesa Karen Bass y el jefe de bomberos Ronnie Villanueva coordinaron el rescate, que utilizó grúas y jaulas reforzadas. Los 31 obreros escalaron la barrera de escombros para alcanzar una zona segura, según reportes del LAFD.
Detalles del rescate
Más de 100 rescatistas, incluyendo equipos especializados en espacios confinados, trabajaron durante seis horas para evacuar a los obreros. El LAFD desplegó 15 vehículos especializados, mientras paramédicos evaluaron a los trabajadores en la superficie, donde 27 recibieron exámenes preventivos, según el Distrito de Saneamiento. Ninguno presentó heridas graves, aunque algunos describieron el pánico al atravesar pasajes estrechos. La familia Orozco, entrevistada por medios locales, expresó alivio tras la liberación de un familiar. La operación fue calificada como “impecable” por Villanueva, quien destacó la preparación de los equipos.
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Clear Water Project en riesgo
El túnel, parte del Clear Water Project, busca reemplazar tuberías de 1937 con una galería de 11.27 kilómetros para transportar aguas residuales al Pacífico. Con un costo de $630 millones y un 85% de avance, según Dragados USA, la obra estaba programada para concluir excavaciones en 2025 y operar en 2028. El colapso, posiblemente causado por presión de suelo, ha suspendido las labores indefinidamente. Robert Ferrante, jefe del Distrito de Saneamiento, anunció inspecciones técnicas para garantizar la seguridad antes de reanudar, afectando a 1,200 empleos directos en el proyecto.
Investigación en curso
Las autoridades investigan si la “squeezing ground”, un fenómeno donde los sedimentos comprimen las paredes del túnel, provocó el derrumbe. Este riesgo, común en excavaciones a más de 100 metros de profundidad, afecta al 20% de los túneles urbanos, según la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles. La Occupational Safety and Health Administration (OSHA) revisará los protocolos de Dragados USA, que reportó cero incidentes fatales en el proyecto hasta 2024. La suspensión podría retrasar la obra seis meses, con costos adicionales de $50 millones, según estimaciones preliminares del condado.
Reacciones y contexto
La alcaldesa Bass, en un comunicado el 10 de julio, expresó solidaridad con las familias y prometió $2 millones en fondos de emergencia para los trabajadores afectados. Residentes de Wilmington, un área con 53,000 habitantes y 65% de población latina, según el censo de 2020, exigieron mayor transparencia sobre los riesgos. Organizaciones como Communities for a Better Environment planean una protesta el 17 de julio, esperando 1,000 asistentes, para demandar mejores regulaciones en proyectos subterráneos. El incidente, que atrajo 2.5 millones de vistas en redes, resalta la urgencia de modernizar la infraestructura de Los Ángeles, donde el 30% de los sistemas de saneamiento enfrenta fallos regulares, según el Departamento de Obras Públicas.