Residente, el icónico rapero puertorriqueño, anunció la cancelación de sus presentaciones en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) y el Morriña Fest en A Coruña, España, tras descubrir que ambos eventos están vinculados al fondo de inversión estadounidense KKR, acusado de financiar empresas israelíes implicadas en tecnología militar y asentamientos ilegales en territorios palestinos ocupados. En un video compartido en Instagram, René Pérez Joglar, conocido artísticamente como Residente, explicó que su decisión responde a una postura ética contra lo que calificó como una “contribución indirecta al genocidio” y a las violaciones de derechos humanos contra el pueblo palestino.
“No puedo participar ni un segundo en algo relacionado con esta tragedia”, afirmó, generando una ola de reacciones en redes sociales, donde los fans aplaudieron su compromiso con la causa palestina con mensajes como: “Residente siempre con la verdad”. Su decisión se suma a un creciente boicot de artistas contra festivales asociados a KKR, marcando un momento clave en la discusión sobre la influencia de fondos de inversión en la cultura.
La controversia comenzó cuando el hermano de Residente, quien gestiona sus redes sociales, le alertó sobre la relación de los festivales con KKR. El rapero, que estaba inmerso en la escritura de un guion para un proyecto sobre el líder revolucionario puertorriqueño José Maldonado Román, consultó con periodistas e investigadores para confirmar los señalamientos.
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Según sus hallazgos, KKR, que adquirió Superstruct Entertainment en 2024 por 1,300 millones de euros, según la U.S. Securities and Exchange Commission, invierte en empresas israelíes de tecnología militar, vigilancia y espionaje, así como en proyectos inmobiliarios en asentamientos ilegales en Cisjordania. Esta conexión llevó a Residente a tomar una postura firme, priorizando sus principios sobre posibles consecuencias legales o financieras.
Su compromiso con palestina
Residente, como exlíder de Calle 13, ha defendido la justicia y los derechos humanos en canciones como Latinoamérica y Pal Norte. Su decisión de cancelar sus shows en el FIB (programado para el 19 de julio) y el Morriña Fest (12 de julio) se alinea con su historial de activismo. En el video, expresó: “Mi postura siempre ha sido clara, y siempre lo será. Que viva Palestina libre”. Su acción sigue a otros artistas como Judeline, La Élite, y más de 50 músicos que boicotearon el Sónar Festival en junio por los mismos motivos.
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El boicot refleja una creciente preocupación por la influencia de fondos como KKR en la industria cultural. Superstruct, propietario de más de 80 festivales en Europa, incluyendo Sónar, Viña Rock, y Resurrection Fest, ha enfrentado críticas desde mayo, cuando se reveló su adquisición por KKR. La U.S. Securities and Exchange Commission reporta que KKR también invierte en Axel Springer, una empresa alemana que opera Yad2, una plataforma que promociona viviendas en asentamientos ilegales en territorios palestinos. Este vínculo ha indignado a artistas y activistas, quienes ven en estas inversiones un apoyo indirecto a políticas que violan el derecho internacional.
Un gesto que inspira a otros
La cancelación ha tenido un impacto inmediato en la escena musical. Otros artistas, como Animistic Beliefs, Juliana Huxtable, y Sons of Aguirre, también se han retirado de festivales vinculados a KKR, como Sónar y Viña Rock, en solidaridad con Palestina. En España, el Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, expresó su rechazo a la presencia de KKR en eventos culturales, declarando que “empresas con intereses en asentamientos ilegales no son bienvenidas”. Sin embargo, festivales como el FIB y el Morriña Fest han defendido su autonomía, argumentando que no controlan las decisiones financieras de Superstruct o KKR.
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A pesar de las disculpas de Residente a los fans que compraron entradas, su mensaje fue claro: no está dispuesto a comprometer sus valores. “No me importa si hay consecuencias legales”, dijo, subrayando su compromiso con la causa palestina. En X, los seguidores han compartido su admiración, con comentarios como: “Residente demuestra que el arte puede ser resistencia”. Mientras el rapero continúa su gira Las Letras No Importan, que incluyó un concierto en el Alma Festival en Barcelona en junio, su decisión ha puesto el foco en la responsabilidad de los artistas en contextos de conflicto global.
El futuro de los festivales
El boicot liderado por Residente y otros músicos plantea preguntas sobre el futuro de los festivales financiados por grandes fondos de inversión. La U.S. Securities and Exchange Commission indica que KKR gestiona activos por 710,000 millones de dólares, incluyendo inversiones en energía, tecnología y medios.
La adquisición de Superstruct ha permitido a KKR controlar eventos culturales clave, pero la resistencia de artistas como Residente podría presionar a los organizadores a reconsiderar sus alianzas. Mientras tanto, el puertorriqueño sigue trabajando en su proyecto cinematográfico y planea más presentaciones, manteniendo su mensaje de justicia social como bandera. Su gesto, aunque controversial, ha inspirado a miles, reforzando la idea de que la música puede ser un vehículo para el cambio.