El Departamento de Estado de Estados Unidos comenzó este viernes el proceso de despido de más de 1.300 empleados tanto en el país como en el exterior, como parte de una estrategia de reestructuración promovida por la administración de Donald Trump. Esta medida, que ha generado críticas dentro y fuera del organismo, se enmarca en un plan más amplio de reducción del tamaño del Gobierno federal y reorganización de funciones clave.
La decisión afecta a funcionarios del Servicio Civil y del Servicio Exterior, muchos de los cuales recibirán licencias administrativas de hasta 120 días antes de que sus contratos sean finalizados oficialmente. Las notificaciones fueron enviadas por correo electrónico, según reportaron medios locales y fuentes internas del Departamento.
El Departamento de Estado despide a más de 1.300 empleados como parte de una reestructuración
Los despidos se anunciaron formalmente este 11 de julio y corresponden a una política que el secretario de Estado, Marco Rubio, ya había adelantado ante el Congreso en mayo pasado: reducir en un 15 % el tamaño de la fuerza laboral del Departamento de Estado, compuesta actualmente por alrededor de 18.000 personas.
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Fotografía de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/Alexander Drago
Rubio argumentó que la intención es hacer más eficiente una estructura burocrática “inflada” que, según su visión, obstaculiza la innovación, asigna mal los recursos disponibles y mantiene políticas “ideológicamente cargadas” que, a su juicio, deben ser eliminadas. El funcionario aseguró que esta reorganización no afectará el desempeño diplomático del país, sino que lo reforzará al redirigir recursos hacia áreas que responden directamente a los intereses estratégicos de Estados Unidos.
Sin embargo, los cambios han generado alarma en diversos sectores del mismo Departamento y entre organismos de derechos humanos. Oficinas dedicadas a temas sensibles como el seguimiento de derechos civiles, atención a refugiados y promoción de libertades fundamentales estarían entre las más afectadas, de acuerdo con reportes de The New York Times.
¿A quiénes afecta que el Departamento de Estado despide a más de 1.300 empleados?
De los trabajadores notificados, más de 1.100 pertenecen al Servicio Civil y alrededor de 250 son miembros del Servicio Exterior. Muchos de ellos llevan años desempeñando funciones clave en embajadas, consulados y oficinas diplomáticas de Estados Unidos en todo el mundo.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, aseguró en una rueda de prensa que los despidos no significan un debilitamiento diplomático, sino una reorganización para hacer más ágil el trabajo del organismo. “Estamos priorizando los intereses de Estados Unidos en cada decisión que tomamos”, afirmó.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce en una foto con el presidente Donald Trump. Foto: X/@HeyTammyBruce
No obstante, la Asociación Americana del Servicio Exterior (AFSA, por sus siglas en inglés), sindicato que representa a los diplomáticos y funcionarios de carrera, criticó duramente la medida. En un comunicado, la organización advirtió que “esta decisión envía una señal errónea tanto a aliados como a adversarios”, ya que implica una retirada simbólica de Estados Unidos de los escenarios internacionales más críticos.
Reacciones tras la decisión de que el Departamento de Estado despide a más de 1.300 empleados
La AFSA, que agrupa a más de 16.000 diplomáticos y empleados activos o retirados, expresó su rechazo al recorte de personal en un contexto de “alta inestabilidad global”. Además, recordó que muchas de las oficinas afectadas trabajan directamente en zonas de conflicto o lideran iniciativas para frenar crisis migratorias y humanitarias.
“El momento es sumamente preocupante. Mientras nuestros aliados buscan en Estados Unidos una señal de compromiso, y nuestros adversarios desafían nuestro liderazgo global, la respuesta de la Casa Blanca ha sido recortar precisamente a quienes están capacitados para manejar estas crisis”, afirma el comunicado oficial del sindicato.
La decisión se tomó apenas dos días después de que la Corte Suprema desbloqueara una orden ejecutiva que permite a la administración Trump continuar con las reducciones de personal en diversas agencias federales. Esta resolución legal ha sido vista como un espaldarazo a la política de achicamiento del Estado que ha caracterizado el segundo mandato de Trump.
Qué implica que el Departamento de Estado despide a más de 1.300 empleados para la política exterior
Analistas internacionales han advertido que esta ola de despidos podría afectar no solo la eficiencia operativa del Departamento de Estado, sino también la percepción global del liderazgo estadounidense. Al reducir personal con experiencia en temas como diplomacia humanitaria, programas de asistencia global y cooperación internacional, se debilita la capacidad del país para sostener relaciones clave y responder con rapidez a conflictos emergentes.
En especial, preocupa la eliminación o fusión de oficinas que se dedicaban exclusivamente a monitorear violaciones de derechos humanos, facilitar el reasentamiento de refugiados y promover la libertad religiosa en el extranjero. Según diversas fuentes, muchas de estas funciones serán asumidas ahora por oficinas regionales con menor experiencia especializada.