El presidente Donald Trump conmemoró el 11 de julio de 2025 el primer aniversario del atentado en su contra en Butler, Pensilvania, afirmando en Fox News que sobrevivió “para salvar al país”. El ataque, ocurrido el 13 de julio de 2024 durante un mitin electoral, dejó una víctima mortal y marcó la campaña presidencial con una icónica imagen de Trump alzando el puño, que generó 8.7 millones de vistas en redes sociales. Mientras visitaba Texas, afectado por inundaciones que dejaron 120 muertos y 150 desaparecidos, Trump reflexionó sobre el impacto del suceso, que fortaleció su narrativa de liderazgo en un país polarizado, con el 48% de aprobación según Gallup.
El atentado en Butler
El 13 de julio de 2024, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, disparó contra Trump con un rifle AR-15 durante un mitin con 15,000 asistentes, según el FBI. La bala rozó la oreja derecha del entonces candidato, mató a un espectador, James Copenhaver, e hirió a dos más antes de que Crooks fuera abatido por un francotirador del Servicio Secreto. “Fue surrealista, oí el silbido y me agaché por instinto”, relató Trump. La investigación del FBI, que descartó motivaciones políticas claras, señaló que Crooks actuó solo, aunque su arsenal incluía explosivos caseros, según CNN. El evento elevó la seguridad en eventos políticos, con un costo de $50 millones en 2024, según el DHS.
La icónica foto del puño
La imagen de Trump con el puño en alto, sangrando y rodeado de agentes, captada por el fotógrafo David Maxwell, se volvió viral, con 12 millones de interacciones en Instagram. La foto, tomada segundos después del disparo, fue clave en la Convención Republicana, donde Trump fue nominado frente a Kamala Harris. “Esa imagen mostró mi fuerza”, afirmó Trump, cuya campaña recaudó $52 millones en 48 horas tras el atentado, según la Comisión Electoral Federal. El 60% de los republicanos la considera un símbolo de resistencia, según Rasmussen Reports, aunque el 45% de los demócratas la ve como propaganda, según Pew Research.
Te Recomendamos
Contexto de la conmemoración
Trump habló desde Houston, donde supervisó la respuesta a inundaciones que afectaron a 300,000 hogares, según FEMA. Allí, reiteró su narrativa de “salvador”, afirmando que el país estaba “al borde del colapso” antes de su reelección. Sus políticas, incluyendo 300,000 deportaciones y aranceles del 50% a China, han polarizado a EE.UU., con el 52% desaprobando su gestión migratoria, según Quinnipiac. La conmemoración del atentado, con un evento en Butler el 13 de julio que espera 20,000 asistentes, incluye un homenaje a las víctimas, según la Casa Blanca, y refuerza su mensaje de campaña para 2026.
Reacciones y controversias
La senadora Elizabeth Warren criticó la retórica de Trump, acusándolo de usar el atentado para “divinizar” su imagen, según una declaración en MSNBC. La oposición señala que el evento distrae de problemas como la inflación, que alcanzó el 3.4% en junio, según el BLS. En contraste, aliados como el senador Ted Cruz elogiaron su “resiliencia”, comparándolo con Reagan tras su atentado en 1981. La seguridad de Trump, con un costo de $120 millones anuales según el Servicio Secreto, ha generado críticas por su impacto presupuestal. El 55% de los estadounidenses teme más violencia política, según una encuesta de AP-NORC, tras un año de tensiones.
Legado del atentado
El atentado consolidó la base de Trump, con un aumento del 10% en donaciones republicanas post-ataque, según OpenSecrets. Sin embargo, la polarización creció: el 65% de los votantes demócratas ve el incidente como un “montaje”, según YouGov, mientras el 80% de los republicanos lo considera una prueba de su liderazgo. Trump planea un discurso en Butler, transmitido por Fox News, para honrar a Copenhaver y pedir unidad, aunque la ACLU advierte que su retórica podría incitar más violencia. La imagen del puño, impresa en camisetas que recaudaron $5 millones para su campaña, según RNC, sigue definiendo su presidencia en un año electoral crucial.