El presidente Donald Trump volvió a encender la polémica tras arremeter públicamente contra la comediante Rosie O’Donnell, a quien tildó de “amenaza para la humanidad”. Trump aseguró que está considerando retirarle la ciudadanía estadounidense, alegando que sus declaraciones públicas desde el extranjero generan división y afectan la seguridad del país.
El conflicto entre Trump y O’Donnell no es nuevo, pero ha escalado con el tiempo. La comediante de 63 años, reconocida por su activismo progresista y sus críticas abiertas al presidente, se mudó recientemente a Irlanda como protesta simbólica contra su posible regreso a la presidencia de Estados Unidos.
Trump considera despojar de la ciudadanía a comediante por críticas desde Irlanda
La controversia estalló luego de que Rosie O’Donnell publicara un video en TikTok acompañada de una de sus hijas, en el que explicó su decisión de mudarse a Irlanda. En el video, O’Donnell aseguró que no regresará a Estados Unidos mientras Trump permanezca en el poder. “Cuando sea seguro para todos los ciudadanos tener los mismos derechos en Estados Unidos, ahí es cuando consideraremos regresar”, comentó.
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Rosie O’Donnel. Foto: X/@DisavowTrump20
La respuesta del mandatario no tardó en llegar. A través de Truth Social, su red social preferida, Trump escribió el sábado 12 de julio: “Debido al hecho de que Rosie O’Donnell no es lo mejor para nuestro gran país, estoy considerando seriamente retirarle su ciudadanía. Es una amenaza para la humanidad y debería permanecer en el maravilloso país de Irlanda si la quieren”.
La declaración generó reacciones inmediatas, tanto de apoyo como de rechazo. Defensores de la Primera Enmienda señalaron que las declaraciones del mandatario son un intento de silenciar la crítica política mediante el uso del aparato estatal. Expertos en derecho constitucional enfatizaron que la ciudadanía estadounidense no puede ser revocada por motivos políticos ni por ejercer la libertad de expresión, especialmente si la persona es ciudadana por nacimiento.
El enfrentamiento entre Trump y la comediante lleva casi dos décadas
La enemistad entre Trump y la comediante neoyorquina se remonta al año 2006, cuando O’Donnell criticó públicamente al entonces magnate inmobiliario por permitir que la ex Miss Estados Unidos, Tara Conner, conservara su corona tras un escándalo por consumo de drogas. En aquel momento, O’Donnell calificó a Trump como un “vendedor de aceite de serpiente”, frase que marcó el inicio de una larga disputa pública.
Desde entonces, ambos se han atacado mutuamente en entrevistas, redes sociales y medios de comunicación. Trump ha llamado a la comediante “una perdedora total”, mientras que ella ha cuestionado su estabilidad emocional y ética. En años recientes, las críticas de O’Donnell se intensificaron, especialmente durante la campaña electoral y los años de presidencia de Trump.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, en una imagen de archivo. EFE/CHRIS KLEPONIS
Su decisión de mudarse a Irlanda no pasó desapercibida. Aunque la comediante conserva su ciudadanía estadounidense, ha usado sus redes sociales para denunciar lo que considera un retroceso democrático en su país natal, al que ha descrito como “un lugar cada vez más hostil para las minorías y las mujeres”.
Comediante responde a Trump: “Eres un mal chiste sin alma”
Rosie O’Donnell reaccionó a las amenazas del presidente a través de Instagram, donde publicó un largo mensaje dirigido a sus seguidores y al propio Trump. En el texto, lo acusa de ser un “criminal estafador, abusador sexual y un peligro para la democracia estadounidense”.
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“El presidente de los EE.UU. siempre ha odiado el hecho de que lo veo por quién es. Por eso me mudé a Irlanda. Es un viejo peligroso con demencia, que carece de empatía y humanidad básica. Estoy en la oposición directa a todo lo que representa”, escribió la comediante. También ironizó sobre la posibilidad de que Trump comience a deportar a cualquier persona que lo critique: “Vas a deportar a todos los que se oponen a tus tendencias malvadas, eres un mal chiste que no puede formar una frase coherente”.
A pesar de la intensidad del cruce de declaraciones, no hay ningún mecanismo legal vigente que permita revocar la ciudadanía estadounidense a una persona por emitir opiniones políticas. De hecho, la Corte Suprema ha reiterado que la ciudadanía por nacimiento es un derecho constitucional protegido, y que ni siquiera una condena penal justifica su revocación.
Trump y el uso político de la ciudadanía en medio de la campaña
El episodio ocurre en un contexto electoral donde Trump busca fortalecer su base de apoyo apelando a discursos nacionalistas y de confrontación. En meses recientes, ha intensificado sus ataques contra artistas, medios de comunicación, migrantes y opositores políticos. Su amenaza contra Rosie O’Donnell ha sido interpretada por analistas como una estrategia para desviar la atención de los procesos judiciales que enfrenta, y para movilizar a sus seguidores más radicales.
Rosie O’Donnell no es la primera figura pública en ser blanco de sus declaraciones. Trump ha arremetido contra comediantes como Stephen Colbert y presentadores como Jimmy Kimmel, a quienes también ha acusado de difundir “odio” en su contra. No obstante, el caso de O’Donnell destaca por su carga simbólica y la gravedad del lenguaje utilizado, que plantea dudas sobre el compromiso del presidente con los derechos civiles y constitucionales.
Por ahora, no existe acción formal iniciada contra la comediante, y su residencia en Irlanda no representa una infracción legal. Sin embargo, este nuevo episodio vuelve a poner sobre la mesa el uso político de la ciudadanía y el impacto de las redes sociales en el discurso público.